Zolan Kanno-Youngs es corresponsal de la Casa Blanca que cubre una variedad de temas nacionales e internacionales de Biden, incluida la seguridad nacional y el extremismo.

Por otro lado, David E. Sanger es corresponsal de seguridad nacional y de la Casa Blanca, y escritor senior. En una carrera periodística de 38 años para The New York Times, ha estado en tres equipos que han ganado premios Pulitzer, el más reciente en 2017 por reportajes internacionales. Su libro más reciente,The Perfect Weapon: War, Sabotage and Fear in the Cyber Age, y un documental de HBO con el mismo título, examinan el surgimiento del ciberconflicto y su papel en el cambio de la naturaleza del poder global.

El gobierno de Biden acusó al gobierno chino de violar los sistemas de correo electrónico de Microsoft que utilizaban muchas de las más grandes empresas, gobiernos y contratistas militares. Asimismo, Estados Unidos se unió a un grupo de aliados, incluidos todos los miembros de la OTAN, para condenar a Beijing por los ciberataques.

El secretario de Estado, Antony J. Blinken, dijo que el Ministerio de Seguridad del Estado de China "ha fomentado un ecosistema de hackers criminales que llevan a cabo actividades patrocinadas por el estado y delitos cibernéticos para su propio beneficio financiero".

La coalición de naciones incluida la Unión Europea y los miembros de la OTAN, no castigaron a China debido a que es una nación que tiene profundos lazos económicos en todo el mundo. Asimismo, Europa tiene acuerdos comerciales lucrativos con China.

La mayoría de las naciones europeas acusaron a Beijing de permitir que los hackers operaran desde el territorio chino. Estados Unidos y Gran Bretaña, señalaron al gobierno chino y detallaron la relación entre la inteligencia china y los grupos de hackers criminales.

El objetivo diplomático es lograr que China, Rusia y otros actores se pongan de acuerdo sobre qué tipo de objetivos y comportamientos estarían prohibidos.

A diferencia de las sanciones que les fueron impuestas a Rusia en abril, cuando se culpó al país del extenso ataque de SolarWinds que afectó a agencias gubernamentales estadounidenses y a más de 100 empresas, con China, los funcionarios estaban actuando con más cuidado debido a su capacidad para tomar represalias.

Los anuncios coordinados y acusaciones de oficiales de inteligencia chinos por robar propiedad intelectual y datos médicos, tenían como objetivo demostrar que Occidente estaba realizando un ataque concertado para hacer frente, y no solo a la acción china directamente relacionada con la violación de Microsoft.

Microsoft informó que los hackers que detectó dentro de sus sistemas Microsoft Exchange, estaban vinculados al Ministerio de Seguridad del Estado de China. Una vez dentro de los servidores, los chinos tenían acceso a correos electrónicos, otros datos corporativos confidenciales y propiedad intelectual.

Liu dijo que fue Estados Unidos el que se había involucrado en una "ciberintrusión indiscriminada, organizada y a gran escala”, citando las revelaciones de 2013 de Edward J. Snowden. Esos documentos incluían evidencia de que Estados Unidos había irrumpido en los sistemas informáticos de Huawei.

La OTAN lanzó un comunicado: "Hacemos un llamado a todos los estados, incluida China, para que cumplan sus compromisos y obligaciones internacionales y actúen de manera responsable en el sistema internacional, incluido el ciberespacio".

Asimismo, el Departamento de justicia, dio a conocer una acusación hacia tres oficiales chinos de una campaña por hackear los sistemas informáticos de decenas de empresas, universidades y entidades gubernamentales en Estados Unidos de 2011 a 2018.

A pesar de que no hay nada nuevo sobre el espionaje digital de Rusia y China, los esfuerzos de Washington para bloquearlo han sido agresivos. Sin embargo, no ha encontrado la combinación adecuada de acciones defensivas y ofensivas para crear una disuasión efectiva y los rusos y chinos se han vuelto más audaces.

Biden ha prometido fortalecer al gobierno poniendo como tema central el de la ciberseguridad de su cumbre en Ginebra con el presidente Vladimir V. Putin de Rusia en junio.

Dada la profundidad de la interdependencia económica de China con Estados Unidos, es fácil que Beijing desarrolle una escalada de sanciones y contra-sanciones. Biden decidió juntar suficientes aliados para unirse a la denuncia pública de China para maximizar la presión sobre Beijing para reducir los ataques cibernéticos.

La declaración conjunta que critica a China fue emitida por Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña, Canadá, la Unión Europea, Japón y Nueva Zelanda. También fue la primera declaración de este tipo de la OTAN dirigida públicamente a Beijing por delitos cibernéticos.

Asimismo, la Unión Europea condenó las “actividades cibernéticas maliciosas” llevadas a cabo desde territorio chino, pero no llegó a denunciar la responsabilidad del gobierno chino.

La Agencia de Seguridad Nacional, el FBI y la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad advirtieron que los hackeos chinos representaban una "gran amenaza" para Estados Unidos y sus aliados.

El FBI también investigó el hackeo de Microsoft este año y obtendría órdenes judiciales para ingresar a las redes en busca de pruebas de una acción criminal. Además, obtuvo una orden que le permitía eliminar fragmentos de código chino malicioso, para que los hackers no pudieran volver a ingresar a las redes.