Stabilising the climate. The agenda for the COP 26 summit
The Economist [2021], "Stabilising the climate. The agenda for the COP 26 summit", The Economist, London, 30 de octubre, https://www.economist.com/special-report/2021/10/27/the-agenda-for-the-c...
La estabilización del clima es el esfuerzo humano colectivo más ambicioso que ha existido. Los periodistas de The Economist evalúan en este informe lo que será necesario para alcanzar los objetivos históricos acordados en París en 2015. La composición de la atmósfera de la Tierra, la disposición de sus continentes y su Luna han sido temas muy importantes para la humanidad. Esto cambió rápidamente a mediados del siglo XIX según los estándares históricos, y según los estándares geológicos, los niveles de CO2 comenzaron a subir instantáneamente.
Un cambio repentino de la misma magnitud habría sido más notable, pero quizá no habría tenido más consecuencias. Aunque la forma en que el nivel de dióxido de carbono de la atmósfera afecta la biología, la química y la física del planeta no modifica en sí misma las placas tectónicas, cambia el mundo en el que se asientan.
Más dióxido de carbono significa más crecimiento de plantas. En el periodo de tiempo que va desde 1980 a 2009, las observaciones satelitales revelaron que, entre una cuarta parte y la mitad de la superficie cubierta de plantas de la Tierra, un área entre África, Asia y Europa juntas, se volvió notablemente más verde. Según el artículo, las plantas florecían en el aire enriquecido con CO2, lo que agregaba decenas de miles de millones de toneladas a la biomasa del planeta.
Por su parte, los océanos se han vuelto más ácidos después de absorber parte del repentino excedente de CO2 de la atmósfera. Es como si diez ríos de ácido puro de batería del tamaño del Támesis se hubieran vaciado en los mares.
Mediante la emisión de radiación infrarroja, la superficie de la Tierra se enfría. Más CO2 en la atmósfera dificulta este proceso, por lo que significa una Tierra más cálida. El aumento de CO2 desde mediados del siglo XIX, junto con la producción industrial y agrícola y la liberación de otros gases de efecto invernadero como el metano, el óxido nitroso y los gases industriales como CFCS y HCFCS, aumentaron la temperatura media de la superficie del planeta entre 1.1°C y 1.2°C. Esto ya ha tenido un efecto adverso en el rendimiento de los cultivos que supera cualquiera de los beneficios de un nivel más alto de CO2.
La frecuencia, intensidad y duración de las sequías y olas de calor está aumentando. Esto está desestabilizando las grandes capas de hielo de Groenlandia y la Antártida occidental y facilita que los huracanes de tamaño medio se intensifiquen y se conviertan en las tormentas más fuertes. Esto también está dificultando que los nutrientes en profundidad lleguen a los seres vivos que dependen de ellos cerca de la superficie y además reduce sus niveles de oxígeno. Si esto fuera un reordenamiento continental, sería un espasmo tectónico global que alejaría a los continentes y a sus desventurados habitantes de los polos hacia el Ecuador. Esto también empujaría las alturas de las montañas que antes eran frías hacia llanuras sofocantes.
El cambio en el nivel de CO2 fue provocado por la humanidad, principalmente por la quema de combustibles fósiles y también por la alteración de bosques y ecosistemas naturales en tierras de cultivo. El nivel de CO2 seguirá aumentando y el mundo se alejará más de su estado histórico, si las actividades continúan en su forma actual. En la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) acordada en Río de Janeiro en 1992, los líderes del mundo se comprometieron a “estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que evite la peligrosa interferencia antropogénica con el sistema climático”.
Esto debía hacerse en un “plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, para asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y para permitir que el desarrollo económico se desarrolle de manera sostenible”. Este fue el acuerdo internacional más ambicioso de todos los tiempos. El clima no puede estabilizarse sin detener el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero de larga duración en la atmósfera. La CMNUCC había comprometido a sus miembros a poner fin a la era de los combustibles fósiles.
Una nueva era
Los combustibles fósiles han sido cruciales para el desarrollo de la economía durante dos siglos. Estos desempeñaron un papel íntimo en la transformación más importante de la condición humana desde el desarrollo de la agricultura. El uso de estos combustibles le dio un papel importante al CO2, tanto que era peligroso y debía estabilizarse. En 2015 en París el grupo de países que participó en este trato ató sus aspiraciones a un conjunto de objetivos específicos. En cuanto al marco temporal, el pico de las emisiones de gases de efecto invernadero debería producirse “lo antes posible” y la absorción por los sumideros de gases de efecto invernadero debería lograrse en la “segunda mitad del siglo XXI”.
Mientras las partes de la CMNUCC convergen en Glasgow para la cumbre de la COP 26, este informe analiza lo que significan los compromisos hechos. Es un estudio de la escala de acción requerida, el campo de batalla en el que se librará y la novedad fundamental de emprender para estabilizar el clima. El momento en el que el nivel de CO2 comenzó a subir fue el comienzo de una nueva era en la que la economía industrial y las fuerzas de la naturaleza se unieron.
1. 1 500 años antes del nacimiento de Cristo, cuando los carros de Ahmose I el primer faraón de la XVIII dinastía habían devuelto a todo Egipto bajo el dominio de Tebas, el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra era de aproximadamente 277 partes por millón. Cuando la dinastía Tang en China y el primer califato musulmán surgieron en el siglo VII d.C., o cuando el imperio azteca cayó, nueve siglos después, ante los conquistadores en el otro lado del mundo, la situación del CO2 era similar.
4. Los niveles de CO2 se habían mantenido entre 275 ppm y 285 ppm durante milenios y en la década de 1910 había alcanzado 300 ppm. Para 2020 fue de 412 ppm. En aproximadamente un siglo, un aspecto crucial del funcionamiento de la Tierra había experimentado un cambio 100 veces mayor que el que se había visto anteriormente en un milenio.
5. En los 30 años transcurridos entre 1980 y 2009, las observaciones satelitales revelaron que entre una cuarta parte y la mitad de la superficie de la Tierra cubierta de plantas, un área en la que África, Asia y Europa se juntan, se volvió notablemente más verde. Las plantas crecían en el aire enriquecido con CO2, agregando decenas de miles de millones de toneladas a la biomasa del planeta. Los océanos se han vuelto más ácidos después de absorber parte del repentino excedente de CO2 de la atmósfera. Esto es como si diez ríos de ácido puro de batería del tamaño del Támesis se hubieran vaciado en los mares.
6. El aumento de CO2 desde mediados del siglo XIX, junto con la producción industrial y agrícola y la liberación de otros gases de efecto invernadero como el metano, el óxido nitroso y gases industriales como CFCS y HCFCS, han aumentado la temperatura media de la superficie del planeta entre 1.1 ° C. y 1.2 ° C.
7. El aumento de la temperatura ha reducido el área de hielo en el Océano Ártico en 90%. El nivel del mar aumenta un centímetro aproximadamente cada 3 años.
8. En 1992, cuando el nivel de CO había alcanzado las 356 ppm los líderes del mundo acordaron hacer algo sobre el curso potencialmente catastrófico en el que se habían embarcado más o menos inconscientemente.
9. El acuerdo de París mencionaba "Prevenir cambios antropogénicos peligrosos" y significaba en la práctica "mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ° C por encima de los niveles preindustriales y realizar esfuerzos para limitar el aumento de temperatura a 1.5 ° C por encima de los niveles preindustriales”.
A medida que la temperatura del planeta Tierra se eleva, las preocupaciones por el combate del cambio climático también se incrementan. Año con año surgen propuestas para poder hacerle frente a las consecuencias de la destrucción del ambiente, este problema se ha convertido en una prioridad para muchos gobiernos y organizaciones internacionales importantes, por ello se realizan cumbres y acuerdos donde se hacen compromisos que intentarán frenarán la destrucción del ambiente. Los países más poderosos económicamente son de los principales sujetos en realizar estos compromisos debido a la gran industria que tienen y la gran cantidad de emisiones de gases contaminantes que generan.