Getting to zero. The first big energy shock of the green era

Cita: 

The Economist [2021], "Getting to zero. The first big energy shock of the green era", The Economist, London, 16 de octubre, https://www.economist.com/leaders/2021/10/16/the-first-big-energy-shock-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 16, 2021
Tema: 
El primer impacto energético en la transición al uso de combustibles con menores emisiones de carbono pone de manifiesto los problemas del sistema energético del mundo moderno actual, así como alternativas para solucionarlo.
Idea principal: 

La transición al uso de combustibles con menores emisiones de carbono pone de manifiesto los problemas del sistema energético del siglo XXI, derivado del incremento en el costo de los combustibles fósiles (ver dato crucial 1 y 2). Hecho que ha ocasionado estrés en el mundo, con recortes eléctricos en China e India y tensiones políticas entre Europa y Rusia (ya que éste último es proveedor de combustible).

La transición a la producción y uso de energías más limpias pone de manifiesto la dependencia del mundo hacia el uso de grandes cantidades de energía y los problemas que esto conlleva, tales como la escasa inversión en energía renovables y/o combustibles fósiles de transición y los crecientes riesgos geopolíticos. Si estos problemas no son atendidos pronto, puede surgir una oposición a las políticas contra el cambio climático.

La demanda de combustible ha aumentado a medida que la economía mundial se recupera de la crisis de COVID-19, pero las existencias de petróleo se han reducido (ver dato crucial 3). Los mercados ajustados (ver dato crucial 4) son vulnerables a las intermitencias de las energías renovables (Las intermitencias están relacionadas con el mantenimiento de rutina, accidentes y escasez de vientos en Europa y sequías que han ocasionado el corte del suministro de energía hidroeléctrica en América Latina).

Una recesión energética puede llegar a evitarse si las deficiencias se resuelven y la producción de gas y petróleo se incrementa por parte de Rusia y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC por sus siglas en inglés). Sin embargo, en el corto plazo los efectos serán una mayor inflación y un crecimiento más lento.

Existen tres problemas importantes a resolver:

1. La inversión de energía es muy baja (ver dato crucial 5). La reducción en el consumo de combustibles fósiles sucios debe alcanzarse sin crear desajustes (ver dato crucial 6). Y puede llegar a reemplazarse el uso de carbón y petróleo por gases que tienen menos de la mitad de emisiones. Para muchos países de Asia el gas será una fuente de energía de transición para las décadas de 2020 y 2030, temporalmente a medida que abandonan el uso del carbón y migren a energías renovables (ver dato crucial 7).

2. El segundo problema es geopolítico, ya que la producción y suministro de combustibles se traslada a otros actores con menores escrúpulos ante el problema del calentamiento global, mientras los países ricos abandonan los combustibles fósiles (ver dato crucial 8).

3. El último problema es el diseño de los mercados energéticos. La desregulación de los mercados energéticos de la década de 1990, trajo consigo el cambio del Estado como proveedor a un sistema de precios de la electricidad y gas fijados por el mercado, habiendo un sistema de abastecimiento competitivo, que agregaba oferta si los precios subían. La nueva realidad es una caída en la producción de combustibles fósiles, cambios en las cadenas de suministros y una proporción mayor de energías renovables con abastecimientos intermitentes. El peligro es que la conmoción de estos tres factores ralentice el ritmo del cambio energético (ver dato crucial 9).

Los gobiernos deben crear acciones para rediseñar los mercados energéticos:

1. Implementar amortiguadores que permitan hacer frente a las intermitencias de las energías renovables. Licitar contratos para el suministro de energías de respaldo.

2. Fomentar las reservas de energía como gas, baterías y tecnologías de hidrógeno, incluyendo la captura y almacenamiento de dióxido de carbono. Esto significa además desarrollar el negocio del gas natural (ver dato crucial 10).

Para ello se necesita un incremento en la inversión de energías, entre 4 o 5 billones de dólares al año.

Para los inversores la política energética de los países es desconcertante, ya que muchos de ellos tienen promesas para alcanzar emisiones cero pero sin contar con un plan para conseguirlo. Aunado a lo anterior, los subsidios a las energías renovables y los obstáculos regulatorios y legales hacen que la inversión en los proyectos de combustibles fósiles sean demasiado arriesgados. Como propuesta se plantea un precio global del carbono que permita las reducciones de las emisiones, ayudando a las empresas seleccionar los proyectos que son rentables y que permitan recaudaciones fiscales para apoyar la transición energética.

Datos cruciales: 

1. El costo del petróleo y gas incrementó un 95%, provocando que Gran Bretaña encendiera sus centrales de producción eléctrica basadas en carbón.

2. El precio del galón de gasolina alcanzó los 3 dólares en Estados Unidos.

3. El inventario de petróleo se encuentra al 94% con respecto a su nivel habitual, el almacenamiento de gas en Europa es de 86% y del carbón en India y China se encuentra por debajo del 50%.

4. Los mercados ajustados son aquellos donde existe una diferencia muy estrecha entre los precios de oferta y demanda.

5. La inversión en energía se encuentra 50% con respecto al nivel necesario para alcanzar las emisiones netas cero para 2050. Pero el temor a disputas legales y a regulaciones han ocasionado el desplome de las inversiones en los combustibles fósiles en 40% desde 2015.

6. El uso de combustibles fósiles satisfacen 83% de la demanda de energía primaria.

7. Según Bernstein, una empresa de investigación, el déficit global en la capacidad de gas natural podría pasar del 2% de la demanda actual a 14% en 2030.

8. La participación de la producción de petróleo de la OPEP más Rusia puede aumentar de 46% actualmente a 50% o más para 2030. Rusia representa el 41% de las importaciones de gas de Europa y su apalancamiento crecerá a medida que se abra el gasoducto Nord Stream 2 y se desarrollen mercados en Asia.

9. En Octubre de 2020, Li Keqiang, el primer ministro de China, dijo que la transición energética debe ser "sólida y a buen ritmo", una forma de mantener el uso del carbón por más tiempo.

10. Actualmente, solo 4% de la electricidad en los países ricos se comercializa a través de las fronteras, en comparación con 24% de gas a nivel mundial y 46% del petróleo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La dependencia del mundo moderno a grandes cantidades de energía y el sistema energético actual, ponen de manifiesto las fallas estructurales del sistema capitalista. Por un lado tenemos que 10% de la gente más rica del mundo es la responsable de más del 50% de las emisiones de contaminantes a nivel global y como los impactos en el suministro energético por la transición a energías limpias afectará a los países pobres en el corto y largo plazo con alta inflación de materias primas energéticas y restricciones de capital para implementar tecnologías verdes.