The future of the internet. Don't mock the metaverse
The Economist [2021], "The future of the internet. Don't mock the metaverse", The Economist, London, 20 de noviembre, https://www.economist.com/leaders/dont-mock-the-metaverse/21806354
La idea del "metaverso”, una especie de internet 3D (secuela del bidimensional internet actual), en el cual los usuarios trabajan, juegan, compran y venden dentro de mundos virtuales inmersos, se ha convertido en lo último del “Internet de las cosas”.
El 28 de noviembre de 2021, Mark Zuckerberg cambió el nombre de “Facebook” a “Meta Platforms”. Para muchos fue un truco de relaciones públicas para desviar la atención de los escándalos relacionados a su red social. Sin embargo, cuando Satya Nadella y Jensen Huang, los jefes de Microsoft y Nvidia, hicieron sus propios lanzamientos un par de semanas después, la gente comenzó a tomar seriedad del asunto. Y hay buenas razones para pensar en el metaverso como algo serio.
El primero es histórico. El desarrollo del internet 3D es una consecuencia lógica del crecimiento constante del poder computacional. El internet comenzó su vida mostrando solamente texto blanco en un fondo negro. Las imágenes planas se agregaron en la década de 1990. Y la década de 2010 estuvo dominada por los videojuegos.
Esa progresión es más que meramente teórica. Los mapas de Google ofrecen un espacio virtual que contiene las ubicaciones del mundo real, como tiendas y calles. La industria de los videojuegos (el único tipo de entretenimiento completamente expuesto a la ley de Moore) ha estado vendiendo mundos virtuales durante años. "EverQuest", un juego lanzado en 1999, alcanzó medio millón de suscriptores en su punto máximo. "World of Warcraft", juego que llegó cinco años más tarde, alcanza los 12 millones. En estos días, 200 millones de personas al mes se reúnen para jugar “Roblox”, un juego de videojuegos de construcción. Muchas personas gastan dinero real en bienes virtuales. Con ello, es difícil argumentar que una idea nunca puede darse cuando para millones de personas ya es real.
Segundo, la burla es una guía poco confiable para el futuro. Cuando YouTube fue lanzado en 2005, los comentaristas se preguntaban “por qué alguien querría ver a adolescentes filmándose en sus habitaciones” cuando la televisión por cable se encontraba en su apogeo. Dos décadas después, las citas en línea han pasado a ocupar un lugar perfectamente normal para conocer gente.
Los teléfonos inteligentes forman parte de los dispositivos más vendidos jamás construidos. En la década de 1990, sus predecesores del tamaño de un ladrillo se consideraban un burdo símbolo de banqueros de inversión. Esto no significa que todas las ideas de Silicon Valley triunfen. Tampoco significa que llegará un metaverso completamente alimentado de la noche a la mañana. Pero sugiere que algo en forma de metaverso que se encuentra en el futuro cercano es una idea que vale la pena tomar en serio.
El renombramiento a la red social de Mark Zuckerberg sugiere una reorientación de su empresa hacia un modelo de negocio enfocado al internet de las cosas. Sugiere además una nueva forma de cómo el internet puede llegar a interactuar con el ser humano y vigilar nuestros movimientos. Esto puede ser benéfico y peligroso, considerando la inseguridad del mundo cibernético que existe actualmente.