La ciudad de la provincia suroccidental de Sichuan, Leshan, se encuentra amenazada por la confluencia de tres afluentes del río Yangzi. No sólo la antigua amenaza de la afluencia de los ríos es lo que enerva Leshan, también es la forma en la que ha crecido la ciudad.

En el momento del último desastre del 2020, su área construida, incluidas las ciudades satélites, era más de la mitad de lo que era en 2000. Los planificadores de la ciudad no lograron tomar las debidas precauciones para evitar las inundaciones.

Después de cuatro décadas de expansión frenética, muchas otras ciudades se encuentran en la misma situación. Se encuentran mal preparadas para soportar las fuertes lluvias, que es probable que se vuelvan más comunes como resultado del calentamiento global. En julio de 2021, una tormenta azotó la ciudad de Zhengzhou, la capital de la provincia central de Henan, ocasionando en tres días flujos de agua a la ciudad equivalentes a un año de lluvia. Las inundaciones han provocado perdidas humanas y materiales (ver dato crucial 1 y 2).

En 1950 uno de cada diez chinos vivían en ciudades. En 2021, seis de cada diez. Aproximadamente 70% de esas ciudades se encuentran en valles de inundación. Yu Kongjian, arquitecto paisajista en la Universidad de Pekín fue uno de los primeros en promover que las áreas urbanas se convirtieran en "ciudades esponja", lo que significa que deben ser capaces de absorber lluvias sin provocar inundaciones. Su idea se inspiró en el antiguo sistema de riego chino, que actúan como embalses. Yu estima que la urbanización ha dado lugar a un tercio de los estanques de agricultores y la desaparición de la mitad de todos los humedales.

El gobierno ha aceptado la idea, adoptando el término de “ciudad esponja”. En 2015 publicó una serie de directrices para la construcción de ellos. El objetivo es que 80% de las ciudades recojan y reciclen 70% del agua pluvial para 2030.

Las ciudades han intentado durante mucho tiempo evitar las inundaciones con ingeniería, involucrando la “infraestructura gris” de presas, diques y barreras. Pero las superficies urbanas de asfalto y hormigón hacen que el agua de las inundaciones se precipite a menudo hacia desagües inadecuados. Para producir un efecto de esponja se requiere de medidas como la creación de humedales artificiales, la plantación de carreteras, arbustos y el uso de materiales permeables para construir pavimentos y plazas.

Expertos reconocen que la implementación de las prácticas de las “ciudades esponja” del gobierno costará al menos 1 billón de dólares en todo el país. Se han obtenido generosos subsidios a las localidades. Los ciudadanos estaban en armas cuando descubrieron que Zhengzhou había planeado invertir cerca de 55 mil millones de yuanes en proyectos relacionados con ciudades esponja en los dos años anteriores a las inundaciones. Lo que realmente se ha gastado no se ha hecho público. Pero el proyecto presentó claramente un fracaso para evitar las inundaciones (y no había revertido la extensa reconstrucción de los humedales de Zhengzhou que se habían producido en las últimas décadas).

Los expertos coinciden en que el desastre de Zhengzhou no ha refutado la eficacia del programa de las “ciudades esponja”. Señalan que el gobierno había requerido que los proyectos de esponja cubrieran solo 20% del área urbana de la ciudad para 2020. Por lo tanto, puede ser difícil evaluar los esfuerzos de Zhengzhou al menos hasta 2030. Kong Feng de la Universidad Agrícola de China en Beijing menciona que se necesitan más espacios subterráneos para recolectar agua de las inundaciones. Por ejemplo, sugiere que los niveles más bajos de estacionamientos subterráneos puedan adaptarse para servir como embalses de emergencia. “Tal medida de seguridad puede no ser necesaria durante diez años, pero se usará sólo una vez y salvará la vida de la ciudad”, menciona Kong.

Para que una ciudad esponja funcione, muchas unidades gubernamentales deben colaborar, desde las oficinas de conservación de agua y meteorológicas hasta departamentos de educación y emergencia. Dos días antes de la peor inundación, la oficina meteorológica de Zhengzhou emitió su nivel más alto de alerta para una tormenta. Pero pocos funcionarios parecían poner atención.

Hay evidencia de otros lugares de que el esponjamiento puede hacer una diferencia. Como Zhengzhou, la ciudad propensa a inundaciones es Wuhan. Fue elegida como “ciudad esponja” piloto en 2015. Desde el 5 al 6 de julio de 2020, se presentaron lluvias récord en la ciudad. Sin embargo, el agua de las inundaciones comenzó a retroceder en cuestión de horas. Al día siguiente, los centros para realizar “gaokao”, el examen de ingreso a la universidad de China, permanecieron abiertos a pesar de las fuertes lluvias.

Muchos críticos pasan por alto el hecho de que también en Zhengzhou, los niveles de agua cayeron más rápido de lo que lo hubieran hecho de otra manera, dice Kong (puede haber ayudado que los esfuerzos de prevención de inundaciones de Zhengzhou incluyó la construcción o rehabilitación de más de 5 000 kilómetros de desagües). Los funcionarios de la ciudad solicitaron al Sr. Yu y su equipo ayuda para que Zhengzhou sea más absorbente.