Actores centrales en las economías emergentes, son resultado de depuración más que de liberalización: los gobiernos se concentran en las grandes empresas para fortalecerlas, y con ello, acentúan su control sobre el conjunto de la economía. El control de las empresas estatales se hace a través de la propiedad sobre el capital accionario, aplicando una cierta autonomía de gestión. Se señalan tres vías de transformación de las empresas de propiedad estatal: métodos de control más sofisticados, utilización de activos más productiva y rápida globalización. El núcleo de estas empresas son las petroleras: 13 gigantes que aportan más de 75% de los suministros mundiales de petróleo. Surge un nuevo tipo de empresa cuyos lazos con el estado son más sutiles: financiamiento indirecto, regulación de adquisiciones y fusiones, influir en el nombramiento de la alta gerencia, etc. Las empresas de propiedad estatal también participan en los fondos soberanos, principales fondos de capital en el mundo. Dos líneas de acción para los fondos soberanos: inversiones rentables y fomento del desarrollo. Y una hermosa frase: "Leviathan is becoming a finance capitalist as well as a captain of industry".