The world is banking on giant carbon-sucking fans to clean our climate mess. It's a big risk
Kottasová, Ivana [2021], "The world is banking on giant carbon-sucking fans to clean our climate mess. It's a big risk", CNN, 20 de octubre, https://edition.cnn.com/2021/10/20/world/carbon-capture-storage-climate-...
Ivana Kottasová es reportera de CNN Internacional y posee una maestría en periodismo por la Universidad de Columbia. Escribe sobre temas de economía y ambiente.
Al suroeste de Islandia, cerca del volcán Hegil, puede observarse una enorme estructura metálica, semejante a bloques tipo lego, capaz de capturar el dióxido de carbono (CO2) para limpiar la atmósfera y luchar contra el cambio climático. Dicha estructura se llama Orca y es operada por Swiss Climeworks, la empresa captora de carbono más grande.
El objetivo de Orca es contribuir a alcanzar las emisiones netas cero de gases de efecto invernadero (GEI). De acuerdo a los científicos, eliminar el uso de combustibles fósiles no es suficiente para evitar la catástrofe climática, es necesario remover tanto como se pueda los GEI de la atmósfera, en la medida en que la humanidad los produzca.
“Estamos trabajando para reestablecer el ciclo del carbono, como humanos hemos perturbado el equilibrio natural del carbono” comentó Edda Aradóttit, ingeniera química y CEO de Carbfix, empresa que se encarga se capturar el CO2 bajo el suelo.
En noviembre de 2021, Orca removió cerca de 10 toneladas métricas de CO2 por día, lo mismo que capturarían 500 árboles al año e igual al carbón emitido por 800 automóviles al día en Estados Unidos. Sin embargo, su impacto es minúsculo si se compara con las 35 mil millones de toneladas de GEI que produce la humanidad en un año.
El trabajo que realiza Orca, conocido como Carbon Capture Storage (CCS), no será de ninguna manera la solución del cambio climático, pero al menos es una pequeña alternativa para resolver nuestros problemas ambientales.
Cómo sucede la magia
Orca utiliza filtros químicos que capturan los gases que atrapan el calor. Después, los "ventiladores", o colectores metálicos, aspiran el aire circundante y filtran el CO2 para poder almacenarlo. Christoph Gebald, co-fundador de Climeworks, comenta que el CO2 es una molécula ácida en el aire que se vuelve alcalina dentro del colector, donde las moléculas ácidas y alcalinas se neutralizan unas a otras.
El calor que atrapa el CO2 se produce después de dos a cuatro horas, cuando la superficie del filtro está casi completamente saturada con moléculas de dióxido de carbono. Al calentarse, se suspende el flujo de aire y se calienta la estructura interna aproximadamente 100° Celsius, luego, las moléculas de CO2 se liberan de nuevo de la superficie, saltan de nuevo a la fase gaseosa y es cuando son aspiradas.
Las desventajas de Orca es que utilizan una gran cantidad de energía. En Islandia, ello no supone un problema puesto que el país posee abundante energía verde geotérmica, pero a nivel internacional el reto es enorme.
Existen otras formas de capturar CO2, como capturar el gas o removerlo antes de quemar el combustible. No obstante, este método implica exponer el combustible, como carbón o gas natural, al oxígeno o a vapor de agua convertirlo en una mezcla de hidrógeno y CO2. Entonces, el hidrógeno es separado y puede ser quemado produciendo menos emisiones de carbono. Este método no aplica para las emisiones de metano que pueden surgir cuando se utiliza gas natural.
El carbón que proviene de procesos de captura de carbono puede utilizarse para hacer objetos como plástico o ser utilizado en la industria de los alimentos. Pero la cantidad que hay que capturar supera ampliamente la demanda mundial de CO2 en otros lugares, lo que significa que la mayor parte tendrá que ser "almacenada2.
La crisis de las emisiones
El último reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) señala que el planeta tiene que recortar las emisiones de GEI a la mitad en la próxima década y alcanzar las emisiones cero para 2050 si es que queremos al menos una oportunidad de mantener el calentamiento global 1.5°C por encima de los niveles preindustriales.
Por lo anterior, uno consideraría que la tecnología CCS es la solución perfecta, pero existen serios cuestionamientos al respecto. Sus detractores argumentan que capturar carbono es simplemente prolongar la vida de la industria de los combustibles fósiles. Sus críticos comentan que los sistemas CCS ayudarán al mundo al alcanzar cero emisiones más no cero emisiones netas.
Por otro lado, el consenso entre la comunidad científica es que, a este paso pronto será necesaria la captura de carbono. “El IPCC estimó que, incluso si las emisiones disminuyen drásticamente, para mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C grados requerirá la eliminación de entre 10 000 y 20 000 millones de toneladas de CO2 cada año hasta el año 2100”.
“No es que vayamos a arreglar todo usando las renovables, o que vayamos a usar la captura y el almacenamiento de carbono y vayamos a arreglar todo con eso. Vamos a necesitar todo, especialmente porque ya estamos atrasados en nuestros objetivos”, dijo Nadine Mustafa, investigadora especialista en la captura de carbono del Colegio Imperial de Londres.
El vínculo entre el petróleo y el gas
De acuerdo con datos del Instituto Global de CCS, la mayoría de los 89 proyectos de captura de carbono activos, en construcción o en desarrollo son operados por empresas de petróleo, de gas o de carbón.
Las compañías de petróleo han usado durante décadas tecnología para capturar carbono, sólo que, sin el objetivo de reducir emisiones, irónicamente su motivación ha sido aumentar la extracción de petróleo. Sucede que el CO2 que remueven de la atmósfera puede ser re-inyectado a los campos de petróleo que han sido muy explotados y obtener hasta de 30 a 60% más de petróleo que con los métodos convencionales. Esta técnica hace de la captura de carbono un tema aún más controversial.
La industria de los combustibles fósiles es una de las más valoradas por los mercados financieros. En 2019, las compañías de combustibles fósiles listadas en bolsas de valores obtuvieron ganancias de 250 mil millones de dólares, según CNN Refinitiv. Y eso que Saudi Aramco, la empresa de petróleo más grande del mundo, no fue incluida en esta lista de diciembre del mismo año, por sí solo a la empresa tiene un valor de 88 mil millones de dólares.
Al tratarse de empresas cuyo producto es la principal causa del cambio climático, algunos argumentan que tienen la responsabilidad de financiar lo que puede ser el mayor desastre ambiental en la historia de la humanidad. Y esjusto lo que están haciendo, pero quizá no por las razones correctas.
Las empresas de combustibles fósiles se encuentran invirtiendo en nueva tecnología de captura de carbono que remueva el de óxido de carbono del aire, como Orca, y así tener una justificación para decir que están reduciendo sus emisiones.
Graeme Sweeney, defensor de la tecnología o sistemas CSS en Europa, comenta que promover el uso de esta tecnología podría incluso generar un incentivo en la industria de los combustibles fósiles para que comience a expiar la crisis climática. A Sweeney se le preguntó qué sucedería si el uso de la tecnología CSS permitiría a las empresas de combustibles fósiles aumentar su producción en el futuro, al respecto comentó que de regularse apropiadamente produciría un resultado compatible con las cero emisiones netas en 2050, “¿Cuál es el problema?”, dijo.
Otro gran riesgo de la tecnología CSS es el potencial derrame del almacenamiento del carbono en la tierra y su impacto. El IPCC estima que una liberación de 10% del CO2 capturado en la tierra es mortal, por no decir, extremadamente peligroso. Sin embargo, la captura de carbono en el océano profundo no es nuevo, al menos no en Slepner, Noruega, donde hay un campo de gas que captura el dióxido de carbono desde 1996. En 25 años de operación el campo no ha tenido ningún registro de derrames, salvo por algunos problemas durante el primer año.
Adicionalmente, Snæbjörnsdóttir, quien dirige la captura de CO2 en Carbfix, ha comentado que en Islandia, Orca realiza un proceso de mineralización que elimina el riesgo de derrame, puesto que se trata de roca volcánica el dióxido de carbono se absorbe a través de las rocas, como si estas fueran esponja, de manera que si cristaliza rápidamente. “Una vez que mineralizadas el CO2 se queda así para siempre”, dijo Snæbjörnsdóttir.
La captura del carbono para disminuir el calentamiento global no puede excluir del todo los intereses ni la participación del capital transnacional. El dilema es que las empresas de combustibles fósiles tienen la solvencia necesaria para invertir en tecnología CSS pero cómo garantizar que las utilicen únicamente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Todo indica que las soluciones ante la crisis climática requieren de la cooperación del sector público y privado mediada por la intervención del gobierno.