Hewlett-Packard, un fabricante de computadoras, dice que la innovación hoy en día es tan importante
que en reuniones se tiene que mencionar al menos tres veces. Según el Subcomité antimonopolio del Congreso de Estados Unidos, el dominio de las grandes empresas tecnológicas ha debilitado sustancialmente la innovación, principalmente al adquirir empresas de menor tamaño. La adquisición de pequeñas empresas es, en parte, para evitar futuros competidores, pero cuando se trata de innovación es una estrategia para seguir dominando el mercado.

Actualmente es difícil hallar un mercado donde Alphabet, Amazon, Apple, Meta y Microsoft, The Big Five, no tengan negocios. Rob Atkinson, líder de la Fundación de innovación y tecnología, afirma que las Big Five son oligopolios que utilizan su poder de mercado para ganar el próximo gran negocio. Es decir, al haber pasado por la tecnología que los hizo tan grandes las Big Five saben que si se pierden del próximo boom transformador de la tecnología pueden bajarse del barco para siempre.

Para entender mejor las estrategias de las Big Five, The Economist analizó datos de inversión, las empresas que han adquirido, los perfiles de sus empleados mediante LinkedIn, sus publicaciones y patentes. “La obra da una idea de hacia dónde se dirige esta fenomenal racha de inversiones”.

En 2021, las Big Five gastaron 149 mil millones de dólares (mmd) en investigación y desarrollo (I&D), equivalente casi a un cuarto de la inversión total en I&D en Estados Unidos, el monto es además sustancialmente más alto que el presupuesto del Pentágono en el mismo rubro. Desde 2019, la inversión en I&D ha aumentado 34%. El gasto de capital de 2020 a 2021 creció 131 mmd. “En los últimos 12 meses, la parte de los flujos de caja de las Cinco Grandes invertida en I&D y gastos de capital fue de 53%”. Ello se compara con la media de las empresas del S&P500, que fue de 32%. Sin embargo, la inversión en I&D y en gasto de capital como proporción de sus ingresos son modestos, considerando que todas suman una capitalización de mercado de 9 billones de dólares.

Los motivos del aumento de la inversión en I&D son: para Apple, desarrollar el hardware que se convierta en el nuevo iPhone, ya sea un auto autónomo o una realidad virtual; Amazon espera aumentar la eficiencia de sus almacenes, sistemas de entrega y expandir el uso de sus servicios web en diferentes industrias; mientras que Meta (Facebook) desea hallar un nuevo producto que haga leales nuevamente a sus usuarios.

Los investigadores de las Big Five publicaron alrededor de 16 mil artículos científicos entre 2014 y 2019, en los cuales se puede deducir a dónde se dirigen las empresas tecnológicas. Aunque las políticas de publicaciones de cada empresa hacen difícil delimitar con exactitud este camino. Alphabet, el más transparente en cuanto a publicaciones, es reconocido por Nature Index, como la cuarta corporación con mayor impacto académico.

Autos, el metaverso y todo lo demás

Los analistas estiman que entre 5 y 10% de la inversión de las Big Five en I&D se dirigen a lo que llaman “la frontera tecnológica”: el metaverso, vehículos autónomos, cuidado de la salud, el espacio, los robots, la industria Fintech, las criptomonedas y la computación cuántica. Es importante destacar que mejorar la Inteligencia Artificial resulta ambiguo, puesto que es prácticamente omnipresente.

En los últimos tres años, las Big Five han adquirido en su conjunto 110 compañías, de acuerdo con PitchBook, un portal de investigación. Sin embargo, en los datos no se incluye la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Sucede que la información sobre todas sus adquisiciones es limitada. Según The Economist, hay adquisiciones con el nombre de contrataciones. PitchBook indica que 40 de las empresas adquiridas -más de un tercio- pertenecían a empresas en la frontera tecnológica, con excepción de Apple cuyas adquisiciones no fueron para acercarse a ésta.

Microsfot adquirió Nuance Communications, un proveedor de software y de la nube centrado en la atención sanitaria; Mover.io, una empresa de servicios para la nube y CloudKnox, una firma de ciberseguridad. Meta compró 8 de las 13 firmas especializadas en realidad aumentada o virtual, mientras que Apple compró otras cuatro. Sin embargo, el énfasis de ésta última son las adquisiciones de empresas enfocadas en inteligencia artificial: desde 2019 ha comprado veintidós, aunque se considera que es una de las Big Five que gasta menos en acercarse a la frontera tecnológica.

Por su parte, Amazon adquirió tres startups basadas en la nube, tres empresas de dispositivos electrónicos, incluyendo Fitbit, y tres empresas de autos autónomos (Aurorda, Rivian y Zoox); los analistas señalan que Amazon está interesado en mejorar las líneas secundarias de su negocio como el sistema de distribución. Google ha adquirido empresas de vehículos autónomos (Waymo y Nuro), al igual que Microsoft con Wayve.

Se estima que 37% de la inversión total de las Big Five ha sido en la frontera tecnología y solo 2.4% en fondos de capital riesgo.

Respecto a los empleados de las Big Five, nuevamente destaca la contratación de personas especialistas en realidad virtual o realidad aumentada por parte de Meta.

Cuantía del empleo

Thinknum Alternative Data, una empresa de investigación, señala que entre las áreas que más demandan las Big Five son la realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV): las listas de empleos ofertando vacantes de RA y RV pasaron de 75 menciones en agosto de 2020 a 567 en el presente. Algunos datos interesantes son que Amazon contrata 20 veces más empleados que Meta, y Apple ha contratado a dos exdirectores de Tesla para dirigir el negocio de los autos eléctricos.

“El interés por la computación cuántica es cada vez mayor, alrededor de 0.5% del personal de las grandes empresas tecnológicas hace referencia a la cuántica en sus páginas de LinkedIn”. Las patentes de computación cuántica recientemente han sido gestionadas por Microsoft, Amazon y Google. Las patentes de Meta se concentran principalmente en AR y RV.

Por lo que se ha mencionado, es evidente que cada empresa tiene intereses particulares, que todas se encuentran compitiendo en las mismas industrias, pero es preferible que las grandes empresas tecnológicas hagan ese duro trabajo en lugar de quedarse sentadas maximizando sus rentas.