Latin America in the world. The rival influences of the United States and China
The Economist [2022], "Latin America in the world. The rival influences of the United States and China", The Economist, London, 18 de junio, https://www.economist.com/special-report/2022/06/16/the-rival-influences...
En Chancay, al norte de Lima, están creando un puerto capaz de recibir los buques portacontenedores más grandes del mundo. La primera etapa con presupuesto de 1.3 mil millones de dólares, involucra cuatro muelles para 2024. Se tienen contemplados 15 muelles y un parque industrial que convertiría a Chancay en el puerto más grande del Pacífico de Sudamérica, con el objetivo de convertirse en un centro de transbordo para la región.
El puerto está siendo desarrollado por “Cosco”, empresa china de transporte y logística, con “Volcan”, su socio peruano. Gonzalo Ríos, uno de los gerentes, destaca que es un proyecto del sector privado impulsado por el mercado, demostrando que los tiempos geopolíticos están cambiando en América Latina.
China es el socio comercial más grande para todas las principales economías latinoamericanas, a excepción de México y Colombia. Además, es un importante inversionista en petróleo, minería, infraestructura y manufactura. Estados Unidos sigue siendo importante, pero ha perdido influencia, demostrando que la diplomacia de China en la región es actualmente más efectiva.
La mayoría de los países latinoamericanos no quieren tener que elegir entre Estados Unidos y China. Ante la insistencia de Trump, se renegoció el TLCAN, agregando cláusulas destinadas a bloquear el comercio y la inversión china. Bolsonaro también ha sido hostil a China. La familia del presidente y Ernesto Araújo, su primer canciller, hicieron críticas desmedidas a China.
“La preferencia de América Latina por un mundo multipolar a uno de confrontación geopolítica ha llevado a algunos a cuestionar si todavía es parte de Occidente”. La mayoría de los países latinoamericanos votaron en Naciones Unidas para condenar la invasión rusa en Ucrania, pero otros moderaron su posición. El presidente de Argentina visitó Rusia poco antes de que comenzara la guerra y dijo que su país debería ser la “puerta de entrada” de Rusia en América Latina. También Venezuela y Nicaragua son aliados cercanos de Vladimir Putin.
Diferencias internas
La fragmentación política interna de América Latina se refleja a nivel regional. Los intentos de una integración más profunda han fallado:
1) Mercosur, fundado en 1994 como una supuesta unión aduanera, está cayendo en la irrelevancia, en parte porque la agroindustria ha eclipsado a la manufactura;
2) La Alianza del Pacífico fundada en 2011 ha perdido impulso;
3) El Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), están en problemas, con países que no apoyan las profundas divisiones sobre el trato a Venezuela.
El tema de qué hacer con Venezuela ha dividido a América Latina. La política de Trump de buscar un cambio a través de sanciones impuestas en 2019 inicialmente atrajo apoyo, pero terminó fracasando. Hoy en día, la economía en Venezuela se está reactivando gracias a la dolarización de facto, la oposición encabezada por Juan Guaidó se debilita y el gobierno de Biden y muchos latinoamericanos creen que negociar con Maduro es la única opción.
Las divisiones sobre la democracia afectaron la Cumbre de las Américas a principios de junio de 2022. Biden no invitó a Cuba, Venezuela o Nicaragua, lo que provocó que el presidente de México, López Obrador, y otros tres líderes se mantuvieran al margen. Para frustración de muchos latinoamericanos, la política en Washington parece estar impulsada por los imperativos de las políticas internas.
“América Latina no puede cambiar esto a menos que se convierta en un socio más importante, con un enfoque de la integración regional más pragmático y basado en la resolución de problemas. Biden ahora está presionando por un enfoque regional del problema. Con el aumento de las tasas de interés, América Latina debería liderar las discusiones sobre la ayuda internacional a los países de ingresos medios para impulsar las economías y responder al cambio climático. Como siempre, más comercio intrarregional es una de las mejores rutas para el crecimiento económico.”
Actualmente, China está ganando terreno en América Latina superando la influencia que ha tenido Estados Unidos a lo largo de los años. El apoyo económico y la inversión que aportan las empresas chinas a la manufactura están logrando que se fragmente la política interna de América Latina, creando cierta rivalidad y competencia de ideologías entre dos potencias mundiales.
El argumento liberal levanta un tema fundamental ¿es inocuo desarrollar relaciones con regímenes autoritarios, fundados en una creciente potencia militar? Cierto, tales relaciones permiten márgenes de maniobra frente al hegemón, pero será un error pensar en asociaciones igualitarias con potencias autoritarias como China y Rusia, se trata de acuerdos de mutuo beneficio con condiciones de caducidad claras.