Heat Waves Around the World Push People and Nations 'to the Edge'
Zhong, Raymond [2022], "Heat Waves Around the World Push People and Nations 'to the Edge'", The New York Times, New York, 24 de junio, https://www.nytimes.com/2022/06/24/climate/early-heat-waves.html
Raymond Zhong es un reportero del clima que trabaja para el periódico estadunidense The New York Times. Se ha dedicado a cubrir temas sobre tecnología, política, economía y desastres naturales en China, India y Nepal.
A finales de junio del 2022, se reportó clima extremo simultáneamente en distintas partes del mundo. En particular, preocupan las severas olas de calor vividas en Estados Unidos, Europa, China e India; las potencias económicas que también son las mayores emisoras de gases de efecto invernadero en el mundo.
Se ha descubierto que la mayor frecuencia de las olas de calor se ha concentrado en lugares remotos del planeta, en lo que se asemejan los casos de dichos países; donde, además, se reúne la mayor actividad económica a nivel internacional.
Lo anterior, a causa del jet stream y otras corrientes de aire que repercuten en los sistemas metereológicos de la Tierra (Dato crucial 1). Si bien las olas de calor están moldeadas por factores locales (urbanización, uso del suelo), la ciencia ha comprobado que el cambio climático las ha empeorado (Dato crucial 2).
“Pronto, las olas de calor más devastadoras del mundo simplemente no tendrán un análogo histórico […] El calentamiento de las últimas décadas ya ha dificultado que los científicos sepan cómo llamar a una ola de calor y qué tratar simplemente como una nueva normalidad para el clima caliente” (Dato crucial 3).
Por lo anterior, científicos y científicas del mundo rastrean de especial manera los cambios del movimiento de la corriente de aire jet stream. Su importancia radica en su capacidad de determinar los tipos de circulación del viento, puesto que éstas podrían volver al clima extremo todavía más severo y recurrente de lo que ya está siendo (Dato crucial 4).
1. Una ola de calor se conforma por calor y patrones de circulación atmosférica que sientan las condiciones para que el calor se acumule (p.e. corrientes de aire). Con el cambio climático no sólo se está generando mayor calor, sino que también cambian las maneras en que se distribuye el calor alrededor del mundo.
2. Andrew Dessler, un científico climático de la Universidad de Texas A&M, expone que, conforme pase el tiempo, más partes del planeta experimentarán olas de calor. Esto, hasta que cada territorio en el hemisferio norte, de latitud media, alcance 37.7° Celsius (100° Fahrenheit).
3. Un estudio reciente expuso que el número de días promedio con, mínimo, una fuerte ola de calor se duplicó a lo ancho de todo el hemisferio norte, entre mayo y septiembre de las décadas de 1980-2010; pasaron de ser 73 a 152. Más aún, la cantidad de días con dos o más olas de calor se multiplicó por siete veces, aumentando de 20 a 143.
4. De acuerdo con Kai Kornhuber -un científico climático de la Universidad de Columbia-, el derretimiento del Ártico propicia una disminución de la diferencia entre temperaturas de las bandas norte y sur del hemisferio norte. El meollo consiste en que dicha diferencia de temperaturas solía servir para impulsar las corrientes de aire que mantienen a los sistemas metereológicos de todo el planeta. Entonces, si la variedad entre temperaturas disminuye, también lo harán los flujos mundiales del viento. Se estima que esto propiciará que los eventos climáticos extremos sean más duraderos y frecuentes.
Los centros capitalistas atraviesan por situaciones socioecológicas sin precedentes. En la actualidad, sufren afectaciones generalizadas que, anteriormente, se habían asegurado de mantener o exportar hacia las periferias mundiales.
Sin embargo, el colapso ecológico-civilizatorio llama a la puerta, porque no conoce frontera alguna. La catástrofe capitalogénica es impostergable: los eventos climáticos extremos y la grave crisis económica y social internacional lo reflejan. El reclamo colectivo por un mañana es urgente.