Cara Buckley es reportera para el New York Times. Se enfoca en las personas que buscan soluciones a la crisis climática. En 2018 formó parte de un equipo que ganó un premio Pulitzer por informar sobre el acoso sexual en el trabajo.

Beneficiarios de dos fortunas petroleras estadounidenses dan recursos a grupos de activistas medioambientales que buscan manifestaciones disruptivas.

En 2021 en distintas partes del mundo activistas se manifestaron de formas llamativas e inusuales, como llevar martillos a una gasolinera o amarrarse a una portería en pleno partido. El objetivo de estas manifestaciones era dar a conocer la urgencia de la crisis climática.

Dos organizaciones creadas por herederos de fortunas petroleras están financiando a grupos que usan la desobediencia civil para manifestarse en Estados Unidos, Canadá y Europa. Una de estas organizaciones es el Fondo para la Emergencia Climática fundada en 2019, con sede en California. De acuerdo con las ideas que rigen el Fondo, la resistencia civil y las manifestaciones no violentas son clave para captar la opinión pública y lograr rápidos cambios políticos y sociales.

Equation Campaign, fundada en 2020, es la otra organización que otorga recursos a activistas. Esta organización también da apoyo jurídico a personas que habitan cerca de oleoductos, refinerías, y que intentan frenar el consumo de combustibles fósiles mediante estrategias de desobediencia civil.

El Fondo para la Emergencia Climática fue fundada por Aileen Getty, nieta del creador de Getty Oil. En Equation Campaign, el respaldo económico proviene Rebecca Rockefeller y Peter Gill Case, descendientes del fundador de la Standard Oil.

La estrategia de desobediencia civil ejecutada por organizaciones como Save Old Growth no siempre es bien vista, y ha generado tensiones entre activistas y la población que se ve afectada. Pero, para los activistas el rechazo no es un problema, pues su objetivo es generar cuestionamientos a determinadas formas de vida mediante la desobediencia civil.

Hay indicios de que los grupos ambientalistas que adoptan novedosas formas de desobediencia civil como forma de protesta están tomando impulso. Además, una lectura de la relación costo-beneficio, indica que estos nuevos grupos son más eficientes en lograr la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Equation Campaing respalda económicamente a campañas que se posicionan en contra de proyectos relacionados con el aumento del uso de combustibles fósiles; también presta ayuda a los activistas que con frecuencia enfrentan problemas como arrestos injustificados.

El respaldo económico que logran captar las organizaciones contra el cambio climático es marginal. Incluso dentro del financiamiento que reciben las organizaciones ambientalistas, los grupos enfocados en la lucha contra el cambio climático reciben menos apoyo.

Para Margaret Salamon, directora del Fondo, es importante respaldar económicamente a los activistas climáticos, pues considera injusto que pueblos indígenas, y personas pobres, negras y latinas tengan que sostener la batalla sin recibir ningún pago económico.

Para las organizaciones que luchan contra el cambio climático obtener financiamiento representa la posibilidad de pagar sueldos a sus integrantes. Winona LaDuke es directora de Honor the Earth, ella y su organización lucharon por siete años contra el oleoducto de la Línea 3 en Minesota. LaDuke está agradecida por el financiamiento que Equation Campaign le ha dado a la organización.

Para diversos activistas, la desobediencia civil les ha dado inesperados financiamientos económicos. Por ejemplo, en abril de 2022 cuando científicos de varios países protestaron encadenados en lugares diversos, uno de los grupos que organizó esas protestas recibió 100 000 dólares por parte del Fondo de Emergencia Climática.

Aunque este tipo de protestas también conllevan costos personales, como McKechine quien fue expulsado de la Universidad de Bournemouth tras encadenarse al poste de una portería en pleno partido de futbol, los activistas consideran que para generar un cambio es necesario crear una molestia tan fuerte que sea imposible ignorarla.

Por parte de la directiva del Fondo de Emergencia Climática y de Equation Campaign existe el compromiso de seguir invirtiendo en organizaciones de activismo medioambiental hasta 2030.