Paul Krugman es un economista estadounidense. Trabaja en la Universidad de Princeton, en 2008 ganó el nobel de economía. También es columnista del New York Times.

El 7 de agosto de 2022 el Senado de Estados Unidos aprobó la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en ingles). Esta ley es un proyecto contra el cambio climático con ayuda para la reforma sanitaria. IRA no evitará el colapso climático, pero es un avance significativo en la materia. El proyecto impulsará el desarrollo de tecnologías verdes.

Al interior de Estados Unidos la propuesta ha sido criticada tanto por la izquierda, que la consideró un regalo para la industria de combustibles fósiles, como por la derecha republicana que se opuso de forma unánime al grito de inflación y gasto excesivo.

La propuesta medioambiental original de Joe Biden, Reconstruir Mejor (BBB, por sus siglas en inglés), ha cambiado significativamente. Se hicieron concesiones en favor de la industria de los combustibles fósiles. Pero, de acuerdo con analistas en materia energética, los efectos negativos de las concesiones otorgadas serán anulados por los créditos fiscales para energías limpias. Zero Lab, de la Universidad de Princeton, calculó que para 2035 IRA habrá logrado reducir más de 90% de las emisiones de Co2 que BBB habría logrado.

La estrategia ambiental de Biden deja las sanciones a un lado para centrarse en incentivos que impulsen las tecnologías verdes. Además, en el futuro la propuesta es políticamente viable pues el desarrollo de energías renovables crea trabajos relativamente bien pagados. La mayor perdida de la propuesta original del BBB es el recorte del gasto social; aunque es destacable que el subsidio para el gasto de salud se extendió.

Para la derecha estadounidense, la IRA es similar al Plan de Rescate Estadounidense que en 2021 provocó un repunte de la inflación. En realidad, para IRA se proyecta un gasto de alrededor de 500 000 millones de dólares a lo largo de una década, que es apenas una fracción de lo que se gastó en el Plan de Rescate Estadounidense en un solo año. Por esa diferencia analistas independientes afirman que el impacto en la inflación será mínimo.

A pesar de que el gasto proyectado en IRA no es muy grande, el impacto sí lo será. El desarrollo tecnológico de las energías renovables permite que sean menos costosas que los combustibles fósiles, por lo que el pequeño impulso proporcionado por IRA potenciará el camino hacia la transición energética.

El partido republicano se opuso de forma unánime a IRA por razones políticas. Los créditos fiscales, que son la base de IRA, han sido usados por los republicanos para conseguir metas sociales; por lo que el rechazo a IRA puede leerse como una estrategia para negarle una victoria al gobierno de Biden.