Paradigmas para enfrentar la crisis ambiental

Cita: 

Tapia, Mónica y Luis Zambrano [2022], "Paradigmas para enfrentar la crisis ambiental", Este país, 28 dejulio, https://estepais.com/ambiente/paradigmas-enfrentar-crisis-ambiental/

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Jueves, Julio 28, 2022
Tema: 
Perspectivas ante la crisis ambiental, desde la filosofía política.
Idea principal: 

Mónica Tapia es una internacionalista, consultora, activista y escritora, abocada a los temas del desarrollo social, las ciudades, la sostenibilidad, políticas educativas, la gobernanza local y el bienestar social. Cuenta con estudios en El Colegio de México, la London School of Economics y la Oxford University. Ha trabajado como docente en varias universidades mexicanas y, acualmente, es directora de la organización civil Ruta Cívica.

Luiz Zambrano es un biólogo e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se dedica a la ecología urbana y la restauración ecológica. Ha trabajado en los proyectos de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel y la restauración ambiental en Xochimilco, ubicadas al sur de la Ciudad de México; además de la conservación de la biodiversidad de Sian Ka´an, en Quintana Roo; y el deterioro de las Lagunas de Montebello, en Chiapas.


La crisis climática que atraviesa el planeta tiene dos principales problemáticas: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Se trata de una crisis que “está distorsionando los entramados de todos los ecosistemas de los cuales dependemos para poder sobrevivir: agua para beber, aire que respirar, clima y polinizadores para nuestros alimentos”.

Como los efectos tienden a ser más evidentes y catastróficos, las sociedades del mundo han exigido mayores acciones a sus gobiernos. Sin embargo, las respuestas han sido diferentes: se han implentado políticas públicas insuficientes, se ha ignorado el asunto o se presentan meras narrativas y promesas incumplidas.

Debido a lo anterior, por la falta de soluciones concretas ha proliferado un sentimiento de frustración social y, en consecuencia, se logran pensar respuestas “alternativas” de sola adaptación y mantenimiento del estado de cosas o maximalistas y con desviación contrainsurgente, (Dato crucial 1).

En ese sentido, resulta importante analizar los tipos de discursos emergentes, puesto que cada uno corresponde a una filosofía política en específico. Algunas de las tendencias de pensamiento son: la capitalista, la liberal, la socialista y comunista, la socialdemócrata y la autogestiva comunitaria.

Desde una perspectiva capitalista, el medio ambiente es una externalidad ante el mercado, puesto que los recursos naturales no tienen precio y, por lo tanto, no son “autorregulados” por el mercado. Entonces, las soluciones para las problemáticas ambientales que se ofrecen parten de dos únicos ejes: asignarles precios e insertarlas al mercado o apostar por una eficiencia tecnológica que las resuelva, (Dato crucial 2).

Al respecto de la visión liberal, el remedio de la crisis sistemática se basa en las libertades individuales, sobre todo en cuanto a las elecciones de consumo. Se considera que el comportamiento en el mercado fomenta y moldea los patrones de consumo y producción, por lo que se cree que se fomentarará un “desarrollo sostenible” generalizado, (Dato crucial 3).

Por su parte, el comunismo y el socialismo comparten la idea de la búsqueda de la igualdad y la justicia social, con la abolición de la propiedad privada. Para ello, esbozan la necesidad de conformar un Estado planificador, formado por un grupo de personas que centralice el desarrollo y su correspondiente relación con la naturaleza, (Dato crucial 4).

La socialdemocracia, en cambio, tiene como pilares a la propiedad privada, el mercado y la democracia. En este caso, se considera al Estado interventor o benefactor como un garante y vigilante de los derechos colectivos, para lo cual se defiende la importancia de leyes y políticas públicas que protejan al ambiente, regulen al mercado y medien a la sociedad, (Dato crucial 5).

Por último, la visión autogestiva comunitaria está relacionada al anarquismo -que prescinde de instituciones como el Estado- y, entonces, su cimiento está formado por las asambleas y la autogestión de cierta comunidad. Basado en el gobierno común a una escala local, se plantean la destrucción del capitalismo y una conexión espiritual con la naturaleza, la Madre Tierra o todas las especies de seres vivientes, (Dato crucial 6).

Este texto expone, a modo de conclusión, que el debate es amplio y diverso, razón por la que tiene que realizarse constantemente para configurar diferentes estrategias, dirigidas a a distintas escalas y temáticas.

Datos cruciales: 

1. La estrategia de la desviación (deflection, en inglés) se ha implementado para desarticular movimientos o desalentar acciones ambientalistas, promoviendo la parálisis utópica -por sus formulaciones maximalistas- y la consecuente inacción a corto o mediano plazo sobre la problemática, en favor de grupos con intereses particulares. Por ejemplo: cuando se plantea el fin del capitalismo para evitar la devastación la Amazonía, sin hacer propuestas para el manejo y la conservación de la selva antes de que ésta desaparezca, le facilita la labor a los taladores de árboles y las grandes industrias que así lo requieren.

2. Debido a que el lenguaje capitalista sólo concibe la respuesta ante la crisis climática como un asunto de ajuste de costos y precios, la tecnología y el mercado son sus marcos de referencia. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en la creación de los bonos de carbono (la “compra-venta” de emisiones de carbono) y el desarrollo de la geoingeniería (como los planes de enfriamiento artificial del planeta Tierra o de la terraformación de Marte).

3. El liberalismo argumenta que los cambios -universales u homogenizadores- de conciencia y de conducta personal son un punto de partida para combatir los patrones de producción y consumo destructivos del medio ambiente. De tal forma que, se proponen opciones como modificar la movilidad (dejar los transportes privados y sustituirlos por los públicos o bicicletas) o las dietas (como adoptar el vegetarianismo).

4. Para el proyecto centralizador del socialismo y comunismo, la prioridad es la redistribución de la riqueza socialmente producida, mientras que la lucha contra el cambio climático es vista como una preocupación burguesa o “primermundista”. Se considera, no obstante, que la producción de carácter estatal y centralizada resolvería las contradicciones tanto económicas como ambientales.

5. Debe notarse que la postura socialdemócrata, sin embargo, requiere que primero exista un pluralismo democrático -junto a la presión y voluntad política de una sociedad siempre atenta, sin considerar otras fuerzas económicas y políticas como los cabildos empresariales- y la transparente rendición de cuentas de la administración pública, para que funcione. De ahí que el resto de su programa consista en la regulación, prohibición y fomento del sector público hacia ciertas actividades, tales como: el veto del uso de fertilizantes nocivos, el aumento de los subsidios al transporte público, minimizar los estímulos económicos a los combustibles fósiles, la creación de reservas ecológicas protegidas, la construcción de infraestructura “verde”, entre otras acciones gubernamentales.

6. La autogestión comunitaria implica el involucramiento directo, personal y colectivo, de la administración de la producción, del consumo y de los servicios, aparte de manejar los propios recursos naturales. Debe mencionarse, pese a ello, que son alternativas que no podrían aplicarse a escalas mayores, como la nacional o mundial, ni con densidades demográficas altas (a modo de ilustración: los sistemas de irrigación comunitaria, insostenibles para abastecer a millones de personas). Además, el reto se torna más difícil cuando se consideran vínculos cosmogónicos que no necesariamente son compartidos por todas las sociedades (por ejemplo, el veganismo en comunidades donde el consumo de carne o los productos de origen animal son significativos o en un planeta que no tiene suficiente tierra fértil para cultivar tantos vegetales).

Nexo con el tema que estudiamos: 

Toda idea conlleva una postura política ante y con el mundo. Los modos de supervivencia en el colapso ecológico-civilizatorio, en consecuencia, están cargados de teorías y tácticas sociohistóricamente creadas en conjunto. Por ello, tanto desde una arista conservadora, como desde una sedienta de transformación, las soluciones no pueden escapar de su espacio y de su tiempo.

Las discusiones, movilizaciones, esperanzas y desilusiones, por consiguiente, tienen el deber, el derecho y la necesidad de avistar su horizonte desde diferentes perspectivas. De lo contrario, el carácter escurridizo del modo de vida hegemónico nos condenará a sus tendencias socioecológicamente autodestructivas, pero incombatibles por su invisibilización sistemática.