Jack Ewing colabora para The New York Times, sus principales temas son la industria automotriz y la transición hacia autos eléctricos.

En La Corne, un municipio de Quebec, Canadá, hay una mina de litio operada por la empresa australiana Sayona Mining en colaboración con la empresa de extracción y procesamiento de litio Piedmont Lithium. Esta mina proyecta iniciar sus operaciones a principios de 2023, y será la segunda fuente de litio en Norteamérica. Se planea que mediante esta mina el litio, materia prima esencial para las baterías de autos eléctricos, se pueda extraer y refinar cerca de las fábricas de automóviles de Estados Unidos, Canadá y México. Además, podría ayudar a contener la constante alza del precio del litio que también ha implicado el incremento en el precio de los automóviles eléctricos (Dato Crucial 1).

La mina es de interés geopolítico para Estados Unidos que busca romper el dominio de China sobre la cadena de suministros de baterías para autos eléctricos y de interés económico para Canadá que busca volverse una fuente importante de las materias primas necesarias para los autos eléctricos. Pero no es fácil echar a andar una mina de litio. En Estados Unidos y Canadá hay varios proyectos de minas de litio en desarrollo, pero la mayoría están a años de poder empezar a operar.

El negocio del litio es muy arriesgado y enfrenta múltiples complicaciones. Si la concentración del litio es muy baja el negocio no será rentable; la oposición de grupos ambientalistas o personas que viven cerca de las minas pueden retrasar e incluso detener los proyectos; las minas tienden a encontrarse en lugares lejanos de muy difícil acceso; además, el precio del litio es muy volátil (Dato Crucial 2).

La principal preocupación de diversos funcionarios del gobierno y de personajes de la industria automotriz, es si habrá suficiente litio para satisfacer la creciente demanda de autos eléctricos. La Ley de Reducción de la Inflación pretende impulsar la producción de autos eléctricos, pero para acceder a los incentivos los fabricantes de baterías deben usar materias primas de Estados Unidos o alguno de sus aliados comerciales.

Además de las minas para la extracción de litio, también serán necesarias más refinerías que procesen este mineral. Actualmente la mayor parte del litio se procesa en China, y aunque Piedmont y otras empresas planean construir refinerías de litio en Estados Unidos se enfrentan al problema de que el procesamiento del litio requiere conocimiento especializado que es sumamente escaso.

Actualmente solo hay una mina de litio en Estados Unidos, y su producción de litio es minúscula en comparación con la demanda de autos eléctricos(Dato Crucial 3). Hay proyectos pata construir más minas y refinerías en Estados Unidos, pero es probable que no logren satisfacer la demanda cuando California y otros estados prohíban los motores de combustión interna.

Finalmente, las minas de litio deben enfrentar el escrutinio de activistas ambientales. La Corne es una región minera donde muchas de las personas que habitan el lugar dependen de la extracción de diversos metales y, según el alcalde de una pequeña ciudad al norte de La Corne la mayoría de las personas apoyan la mina. Solo hay pequeños grupos que se oponen o exigen minuciosas revisiones y estudios de impacto ambiental, pero las minas de litio son apoyadas por la representación de La Corne en el parlamento canadiense (Dato Crucial 4 y 5).