¿Tierra improductiva? Estos activistas pueden ocuparla
Nicas, Jack [2023], "¿Tierra improductiva? Estos activistas pueden ocuparla", The New York Times, New York, 2 de mayo, https://www.nytimes.com/es/2023/05/02/espanol/brasil-ocupacion-tierras.html
Flávia Milhorance y Lis Moriconi colaboraron con este reportaje desde Río de Janeiro. Jack Nicas es el jefe de la corresponsalía en Brasil, que abarca Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Anteriormente reportó sobre temas vinculados con la tecnología desde San Francisco y, antes de integrarse al Times en 2018, trabajó siete años en The Wall Street Journal.
En, Itabela, un pueblo al noreste de Brasil, un par de hermanos, al morir su padre, heredaron un rancho de casi 150 hectáreas; sin embargo, el terreno fue invadido por un campamento de 530 familias, parte del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
El MST, inspirado por el marxismo, es el movimiento social más grande en Latinoamérica. Liderado por activistas, se encarga de organizar a cientos de miles de pobres en Brasil y guiarlos a invadir las tierras deshabitadas de los más ricos, usándolas para asentarse y cultivar. Sus miembros estiman haber colocado más de 460 mil familias.
Para ellos esta es una forma efectiva de reducir la desigualdad alimentaria y una lucha contra el capitalismo. Aunque, para el resto de la población no es igual; por el contrario, es un acto criminal y comunista.
Aunque la mayoría de los brasileños están en contra de este movimiento, su actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, es un fuerte aliado. Incluso cuando estuvo encarcelado por cargos de corrupción que después fueron desestimados, los activistas del movimiento acamparon afuera de la cárcel los 580 días de su encierro. Entonces, con el presidente de su lado, en menos de 4 meses ha habido 33 ocupaciones.
Por el contrario, durante el mandato del expresidente, Jair Bilsonaro, el movimiento perdió fuerza y hubo únicamente 15 ocupaciones al año.
Con el repentino aumento de ocupaciones en lo que va del año, surgió un contra movimiento llamado "Invasión Cero", motivado principalmente por los afectados pues, aunque se desee no usar la violencia, tampoco puede permitirse el despojo de sus tierras.
Las leyes son claras respecto a las tierras de cultivo que no están siendo productivas, es por eso que han reconocido la legalidad de miles de asentamientos.
Gracias a la proliferación de acuerdos legales, MTS es un elemento importante en la producción de alimentos como leche, frijoles, café, etc., en mayoría, orgánicos. Es el principal proveedor de arroz orgánico de Latinoamérica.
La desigualdad en la repartición de tierras se remonta a la política de distribución en la era colonial, las propiedades eran otorgadas a los hombres blancos. Es por eso que, en la actualidad el conflicto está entre campesinos, trabajadores agrícolas y activistas de izquierda contra familias ricas, granjas familiares y grandes corporaciones.
Bernardo Mançano Fernandes, profesor de la Universidad Estatal de São Paulo ha estudiado por décadas el movimiento, y en sus estimaciones, 60% de las ocupaciones fueron cedidas y legalizadas. De modo que existe la oposición e indignación al respecto pues, mientras aquellos que siguen la ley deben pasar por los procesos burocráticos para obtener una propiedad, los miembros del movimiento son recompensados, aunque rompan las reglas y alteren el orden social.
El artículo presenta el caso de unos hermanos, propietarios de un rancho recientemente invadido, quienes argumentaron que la tierra es productiva, y por lo tanto, no podía cederse a los activistas; en consecuencia, el juez les concedió una orden para desmantela el campamento de los invasores, la policía se hizo presente, se esperaba un enfrentamiento; pero no fue así, los miembros del movimiento comenzaron a cantar himnos del Movimiento de los Sin Tierra.
El caso sigue pendiente, los activistas solicitaron un acuerdo, poseer solamente 809 hectáreas de la propiedad.
No lejos de ahí nos encontramos una propiedad de alrededor 2030 hectáreas, en su momento fue invadida, 6 años después se declaró ocupación legal. Ahí habitan 227 familias, cada una posee entre 8 y 10 hectáreas, son parte de una comunidad, comparten tractores y arados, cultivan y producen aproximadamente 2 toneladas de comida al mes. Tienen su propia escuela, una de las 2 mil que pertenecen al MTS a lo largo de Brasil, en donde enseñan agricultura, derechos sobre la tierra y desigualdad, además de inculcarles el valor de la "su lucha".
El Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra es uno de los más importantes en cuanto a la producción de alimento en Latinoamérica, no se toma una postura sobre si lo que hacen los activistas, parte de este movimiento, está bien o mal, únicamente se plantea la situación social, la acción del gobierno ante tal situación.