The old and the zestless. It's not just a fiscal fiasco: greying economies also innovate less

Cita: 

The Economist [2023], "The old and the zestless. It's not just a fiscal fiasco: greying economies also innovate less", The Economist, London, 3 de junio, https://www.economist.com/briefing/2023/05/30/its-not-just-a-fiscal-fias...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 3, 2023
Tema: 
El descenso en la tasa de fertilidad a nivel mundial no se puede solucionar únicamente con subsidios y políticas pro-familia
Idea principal: 

El cortometraje de la empresa del giro alimenticio Plasmon (propiedad de la transnacional estadounidense Kraft-Heinz) aborda un escenario distópico en Italia sobre el ultimo niño nacido en aquel país a causa del descenso del número de nacimientos; un cortometraje ambientado en 2050 que pretende generar conciencia sobre este problema exponiendo consecuencias sociales pero que de fondo denota la preocupación de la empresa por perder cuota de mercado ya que su giro es la producción de alimentos para bebés (dato crucial 1).

De esta manera The Economist inicia el planteamiento del problema de la fertilidad a nivel mundial. Un fenómeno que ya no es exclusivo de Italia, sino que se ha extendido alrededor del mundo desde los países ricos hasta los países pobres. Destacando la preocupación por la disparidad entre la población joven y la de edad avanzada en términos económicos.

Se trata de un efecto dominó que inicialmente reduce la población económicamente activa y en edad de trabajar, lo que afecta no solo a las industrias y la recaudación de impuestos, sino que también disminuye la innovación y, en suma, afecta al crecimiento económico y al bienestar de la población de edad avanzada (por el tema de las pensiones y asistencia sanitaria).

La tasa de fertilidad indica el número de hijos que tendrá una mujer “promedio” a lo largo de su vida, siendo 2.1 la tasa de fertilidad de reemplazo (ideal) que mantiene a una población estable a lo largo del tiempo; si la tasa es inferior a 2.1 entonces la población tenderá a disminuir y en el momento que alcance 1, la próxima generación tendrá menos de la mitad de descendencia que la de sus padres. En este sentido, Italia, Japón y Corea del Sur son la referencia al declive demográfico (datos cruciales 2-4).

Para el economista Matthias Doepke, especialista en el tema de la fertilidad, el descenso de la fertilidad a nivel mundial es una tendencia (datos cruciales 5 y 6) —independientemente del nivel socioeconómico– que tiene un nexo directo con las aspiraciones de las mujeres respecto a su desarrollo profesional y familiar, independientemente de las diferencias sociales entre grupos de mujeres. Así, la tasa de fertilidad de las mujeres con menos años de educación formal tiende a converger con los niveles de las que cuentan con más estudios (dato crucial 7).

Es importante considerar que los pronósticos sobre el descenso de la población están además sustentados del hecho de que los miembros de la presente generación ya han nacido y normalmente las tasas de fertilidad no tienden a cambiar rápidamente. Entonces es lógico pensar que la estructura demográfica que normalmente tenía forma piramidal adoptará la posición contraria, es decir, una pirámide invertida que implica el predominio de las personas mayores en la población total (datos cruciales 8-11).

Una de las estrategias para solucionar el problema del declive demográfico es la inmigración. Aunque en años recientes aumentó el flujo de inmigrantes hacia países ricos (y pese a las tensiones políticas que imperan), en el largo plazo no podrá compensar totalmente la caída de la tasa de fertilidad (y de natalidad también) en las economías ricas. Tome el ejemplo del caso de China y su población de 1 400 millones de habitantes: la inmigración no podrá rellenar aquellos espacios que serán producto de la ausencia de nacimientos. O bien, si se toma en cuenta que la población de India (que a pesar de todo sigue creciendo) o África Subsahariana puedan “mandar” gente a las economías ricas, se predice que la primera alcanzará su pico de población en la década de 2060, mientras que la segunda tiene tasas de natalidad que descienden rápidamente.

Las consecuencias económicas de los cambios demográficos implican en un primer momento un desgaste en el tema fiscal con una proporción mayor en el presupuesto público para cubrir pensiones y salubridad en un contexto donde el descenso de la población económicamente activa hará que se incrementen los impuestos y que se retrase la edad de jubilación. En un segundo momento, las consecuencias económicas involucran la reducción de la mano de obra con el subsecuente descenso en la productividad y finalmente la reducción del crecimiento de la economía.

En tal sentido, el hecho de que la población económicamente activa disminuya afectará directamente al ahorro y la inversión (y por esa vía, al crecimiento económico). Sin embargo, los efectos sobre la tasa de interés están a debate. Por un lado, algunos economistas piensan que el incremento de las personas jubiladas y la merma en el número de trabajadores hará que la tasa de interés real disminuya porque habrá menos incentivos para ahorrar e invertir; por otro lado, para expertos como el antiguo funcionario del Banco de Inglaterra Charles Goodhart, la tasa de interés real aumentará porque en la medida que las personas se jubilen no tendrán incentivos para ahorrar por lo que seguirán gastando. De acuerdo con The Economist, las estadísticas apuntalan a tasas de interés más bajas ya que los jubilados tienden a aferrarse a sus ahorros y no gastarlos; en este sentido, el pronóstico debería de ser positivo; el problema es que el beneficio de ahorrar en el largo plazo únicamente recaerá en los que ya han acumulado activos antes del descenso de la tasa de interés, no así para la población que quiere empezar a ahorrar, por ejemplo la población económicamente activa que se acerca a su jubilación.

Por otro lado, está el tema de la productividad y la innovación. Se considera que, ante el descenso de la productividad del trabajo por la carencia de trabajadores, el futuro de la economía penderá de un hilo. Ante esto, la innovación es pieza fundamental para frenar este efecto. Pero los resultados de las invenciones no tienen el mismo impacto: se considera que la innovación puede ser disruptiva o incremental, basado en estudios que toman en consideración el número de patentes de inventos (productos) registrados en diferentes rangos de edades (datos cruciales 12-15).

La innovación disruptiva modifica un campo científico o una industria y ayudan a incrementar la productividad ya que permite producir más con la misma cantidad de trabajo y capital (dato crucial 16). Bajo esta lógica, la población joven caracterizada por poseer una inteligencia fluida (capacidad de resolver y comprometerse con nuevas ideas) tienen más posibilidades de presentar una innovación disruptiva porque cuentan con una mente más temeraria y creativa ante los problemas.

Por otro lado, la población madura tiende a carecer de inteligencia fluida apenas cumple 30 años, para comenzar a desarrollar inteligencia cristalizada (bagaje de conocimientos sobre el funcionamiento de las cosas acumulado con el tiempo). Aunque este tipo de inteligencia es útil para resolver problemas que requieren de la experiencia y el conocimiento aprendido, las innovaciones que puedan ser presentadas por este sector de la población tienden a ser catalogadas como incrementales, es decir suman al campo de conocimiento pero no suponen una revolución.

En suma, en la medida que la población de un país vaya envejeciendo, el declive demográfico hará que las innovaciones disruptivas disminuyan. Las consecuencias serán cuantiosas puesto que el problema de la fertilidad no es regional sino mundial. Tómese en cuenta que con el simple hecho de que la productividad se reduzca una fracción en una nación, los efectos en el largo plazo harán que disminuya el tamaño de la economía de dicho país; inclusive eso podría ser solucionado con el efecto de arrastre de las innovaciones disruptivas, pero al tratarse de un problema mundial, las secuelas se dejarán sentir por todas partes.

Otro efecto más del descenso en la tasa de fertilidad es la disminución del espíritu empresarial ya que en la medida que la proporción de adultos mayores sea superior a la de los jóvenes en un país, la creación de nuevas empresas disminuirá. En Japón ya se resienten los efectos del envejecimiento de la población debido a la disminución del espíritu empresarial representado efectivamente en el número cada vez menor de empresas nuevas (datos cruciales 17-19).

Aguijonear el natalismo

Para prevenir el declive demográfico, los gobiernos de las economías avanzadas han tratado de subvencionar a las mujeres que tienen hijos y así incentivar el incremento de la natalidad y aumentar la tasa de fertilidad, tal es el caso de Hungría, Polonia y Singapur, con ayudas que van desde reducciones de impuestos, créditos hasta apoyos para la manutención (dato crucial 20). Pero ni con toda la ayuda del gobierno, los resultados han sido favorables, por ejemplo, en Singapur la tasa de fertilidad es de 1.

Si el estado realmente quiere combatir este problema, entonces tiene que actuar por varios frentes. Así, la educación es primordial, junto con eso la fiabilidad en los sistemas jurídicos y financieros, así como la existencia de redes de innovadores que interactúen entre sí.

La educación es fundamental porque como ya se mencionó, los jóvenes son los que generan las innovaciones disruptivas. En tal sentido, es esencial que la población aun joven se prepare y acceda a educación de calidad y no mediocre (sobre todo en los países de renta media como Brasil y China donde todavía hay muchas personas no reciben buena educación) porque de nada sirve incentivar la tasa de fertilidad si no mejora también la calificación que ofrece el sistema educativo.

Por último, junto con la innovación, puede que la tecnología —especialmente la telemedicina, la robótica y la inteligencia artificial—ayude a combatir los niveles cada vez más altos de población senil a nivel mundial a través del cuidado de los ancianos, la automatización de tareas donde se requiere aún de la fuerza de trabajo y asimismo (aunque aún cuestionable) con la generación de innovaciones que resuelvan problemas de la actualidad. Todo eso ayudaría a incrementar la productividad del trabajo.

Datos cruciales: 

1) El anuncio de Kraft-Heinz también dirige a los espectadores hacia un sitio web donde se plantean políticas pro-familia junto con una petición a firmar para pasar a la acción; una petición que solo ha recabado 8 mil firmas.

2) El número de nacimientos en Italia alcanzó un máximo de un millón en 1964. De acuerdo con la ONU, para 2050 dicha cifra se reducirá cerca de 66% (346 mil).

3) En Italia y Japón, la tasa de fertilidad cayó por debajo de 2.1 en la década de 1970. El italiano promedio tiene una edad de 47 años mientras que el japonés de 49.

4) En 2022, Corea del Sur tenía una tasa de fertilidad de 0.8. En 2012, la ONU estimaba que la población surcoreana se reduciría 20% hacia finales del siglo XXI, pasando de 52 millones actuales a 41 millones en 2100. No obstante, los pronósticos más recientes apuntalan a una reducción en más de 50% en el mismo periodo (a solo 24 millones). La gráfica 1 muestra la estimación de la población hacia 2100 donde es claro que Corea del Sur, Italia y China, verán reducir su crecimiento demográfico. Tomando como punto de partida el año 2000 (= 100), solo la población de Estados Unidos seguirá creciendo (índica de 140 aproximadamente en el año 2100).

5) En 2010, 98 países y territorios registraron tasas de fertilidad inferiores a 2.1. En 2021 la cifra aumentó 24 países (26 países más). Para 2030 se espera que la cifra llegue a 136 países.

6) De acuerdo con la infografía 1, para 2023 la tasa de fertilidad a nivel mundial ronda las dos unidades y se extiende a economías ricas, intermedias y pobres. Destaca el continente africano por tener tasas de fertilidad con niveles superiores a las 3 unidades.

7) En Estados Unidos las mujeres con exactamente 16 años de estudios (en su mayoría licenciadas) tienen menos hijos que las mujeres que tienen más años de estudios.

8) Las bajas tasas de fertilidad se han extendido de países ricos como Italia y Japón hacia países de la renta media como Tailandia, Brasil e India con tasas de 1.3,1.6 y 2.1, respectivamente. Dado que India representa 20% de la población mundial, su tasa de fertilidad tendrá repercusiones a nivel mundial. En suma, las 15 mayores economías del mundo (incluyendo Brasil, China, India y México) tienen tasas de fertilidad inferiores a 2.1.

9) En 2021 había 782 millones de personas de entre 21-30 años, en países donde la fertilidad está por debajo de la tasa de reemplazo. Para 2050 se pronostica que el número potencial de trabajadores nacionales se habrá reducido 20% (619 millones). Mientras tanto, en los países donde la tasa de fertilidad es inferior a 1.5 (incluyendo casi toda Asia Oriental y gran parte de Europa) el descenso será más extremo y lo mismo con el número potencial de trabajadores nacionales (se estima una reducción de 37%).

10) El número de chinos de 21-30 años ya ha descendido de 232 millones en 2012 a 181 millones en 2021. Esta disminución se acelerará en la década de 2040, dejando a China con menos de 100 millones de habitantes en el mismo rango de edades a mediados de la década de 2050. En el caso de Europa, dentro del mismo rango de edades, caerá de 85 millones a menos de 60 millones en el mismo periodo.

11) En el mundo rico hay actualmente tres personas de 20-64 años por cada una mayor de 65 años. En 2050 esta proporción se reducirá a un rango de 2-1.

12) En una investigación publicada en 2021, los economistas Kaltenberg y Jaffe junto con la psicóloga Lachman, utilizaron una base de datos de 3 millones de patentes registradas durante más de 40 años para estudiar la relación entre la innovación y la edad. Los resultados arrojaron que, dependiendo de la disciplina científica, las tasas de patentes alcanzan su punto álgido en los rangos de edad 30-40. Así, las tasas de patentes disminuyen gradualmente en el rango de edad 40-50.

13) Kaltenberg, Jaffe y Lachman utilizaron una medida de carácter disruptivo basada en el número de citas de una determinada invención en futuras patentes. Así, si una patente concreta es citada por investigadores posteriores, pero no por sus predecesores, se considera una innovación disruptiva. Si sucede lo contrario, se trata de una innovación incremental.

14) Kaltenberg, Jaffe y Lachman descubrieron que las patentes presentadas por los inventores más jóvenes tienen muchas más posibilidades de ser completamente novedosas, y capaces de cambiar disciplinas. De esta manera, en la medida que los inventores envejecen, las patentes que presentan son cada vez más incrementales.

15) Las investigaciones de Kaltenberg, Jaffe y Lachman pueden ser ejemplificadas en el trabajo del bioquímico acreedor del Nobel, Kary Mullis, acerca de las reacciones en cadena de la polimerasa sustentan gran parte de las pruebas genéticas y medicas modernas. Luego de que Mullis publicará su trabajo, las citas de tecnologías anteriores en el mismo campo cayeron en picada.

16) Durante el rápido auge del crecimiento económico de la posguerra en el mundo rico (1947-1973), el crecimiento de la productividad representó cerca de 60% del aumento de la producción por trabajador en Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y Alemania Occidental. Es importante destacar que Estados Unidos ha crecido mucho más rápido que el resto del mundo rico desde la crisis financiera de 2007-2008 debido en parte al mayor incremento de la productividad.

17) De acuerdo con el economista y demógrafo chino James Liang, el espíritu empresarial es menor en los países de mayor edad: un aumento en la desviación estándar en la edad media de un país (equivalente a aproximadamente 3.5 años) provoca una disminución de 2.5 puntos porcentuales de la tasa de espíritu empresarial (la proporción de adultos que crea su propia empresa). Para 2010, rondaba a nivel mundial en 6.1%.

18) De acuerdo con Liang y tomando en cuenta datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (una agencia de la ONU), en 2010 los inventores japoneses eran los mayores productores de patentes en 35 industrias mundiales. En 2021 solo eran líderes en 3. Japón ha quedado detrás de China y Estados Unidos.

19) En un análisis publicado por el Centro de Rendimiento Económico de la London School of Economics, la contribución de Japón a la edición del genoma y la tecnología del blockchain se ha recudido prácticamente a nada. De acuerdo con la gráfica 2, el papel de liderazgo japonés en el almacenamiento de hidrógeno, los vehículos autónomos y la visión por ordenador, se ha reducido a un papel secundario por detrás de Estados Unidos y China.

20) En 2023 el subsidio asciende a 11 mil dólares singapurenses por los dos primeros hijos, y a 13 mil dólares singapurenses por los siguientes. Además, también se ofrecen descuentos fiscales, subvenciones para guarderías y preferencia en los programas de ventas de departamentos subvencionados.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El problema del descenso de la tasa de fertilidad a nivel mundial es otro de los ejemplos que muestran la interdependencia de todas las crisis que atraviesan a la sociedad actual, lo que nuevamente reafirma la hipótesis del colapso en curso del sistema capitalista. En este sentido es claro que el estado es insuficiente para resolver este problema, dejando nuevamente todo en manos de la tecnología (junto con las corporaciones) con el lema “la tecnología nos salvará”.

Es importante rescatar de esta nota el papel de la tecnología disruptiva —especialmente la inteligencia artificial— en la economía, ya que históricamente ha sido la catalizadora para el aumento de la productividad. No obstante, si se considera que la probable solución al descenso de la productividad radica en la tan famosa inteligencia artificial generativa y sus grandes modelos de lenguaje, entonces cómo vendría a modificar los mercados de trabajo tomando en cuenta que el riesgo existencial relacionado con el desplazamiento de la humanidad es bastante palpable.

Tomado en términos muy generales, la reducción de la población puede significar una disminución de la presión del "factor humano" sobre la acumulación de capital, sobre todo en términos de uso de recursos y presiones sociales y políticas, lo que apuntaría hacia la hipótesis de M Mann sobre un capitalismo de cero o muy lento crecimiento.