Emisión de gases de efecto invernadero en la economía mexicana y políticas de mitigación, 2020-2030
Ruiz, Pablo, Javier Castañeda y Eduardo Moreno [2023], "Emisión de gases de efecto invernadero en la economía mexicana y políticas de mitigación, 2020-2030", El Trimestre Económico, 90(358), abril-junio, https://doi.org/10.20430/ete.v90i358.1662
Pablo Ruiz Nápoles es licenciado, maestro y doctor en economía. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores y es profesor de tiempo completo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Javier Castañeda León es investigador y doctor en economía por la UNAM.
Eduardo Moreno Reyes es maestro en economía por la UNAM.
Introducción
En el presente artículo los autores desarrollan una matriz de insumo-producto (MIP) medioambiental para determinar y pronosticar la cuantía de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la economía mexicana en el periodo 2018-2030, si se aplica una política de mitigación que implique la inserción de nueva tecnología en sectores económicos seleccionados. De esta manera, la recolección de información para armar la MIP revela además los sectores críticos que aportan la mayor cantidad de GEI en México.
Así, el ejercicio consiste en realizar un análisis comparativo de los efectos en el largo plazo de la emisión de GEI con y sin cambio tecnológico en sectores clave. Para el pronóstico se simula la adopción de tecnologías en la producción canadiense para sectores de estructura similar a los de la economía mexicana y analizar su trayectoria para obtener información sobre los criterios necesarios para la aplicación de políticas de mitigación en México alineadas con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
I. Calentamiento global, cambio climático y política de mitigación
El calentamiento global es una de las consecuencias del cambio climático. En tal sentido, el cambio climático es un fenómeno que abarca modificaciones en las condiciones medioambientales del planeta, tales como incrementos en la temperatura y el nivel del mar, cambios en los patrones pluviales y degradación del clima que incrementa la frecuencia e intensidad de fenómenos naturales.
Dicho esto, el calentamiento global como tal fue registrado por primera vez en 1985. Este fenómeno es producido por la concentración de los llamados GEI –dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido de nitrógeno (N2O) e hidrofluorocarbonos (HFC)– gases que se producen y se concentran de manera natural e inducida en la atmósfera, esta última por la quema de combustibles fósiles derivado de la actividad económica (producción, consumo y comercio). Es necesario decir que en términos generales la actividad económica es la que produce gran parte del cambio climático por lo que es necesario determinar aquellos sectores económicos que generan la mayor cantidad de GEI para desarrollar políticas de mitigación.
Una política de mitigación es la pauta por seguir para reducir insumos y emisiones por unidades de producto, sustituyendo por bienes sustitutos o cambios en la tecnología. Junto con las políticas de adaptación, se trata de la vías para hacer frente al cambio climático sugeridas por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) (dato crucial 1).
Situación actual
Los datos proporcionados por los autores indican que para 2020 los mayores emisores de GEI fueron China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón; en el caso de México, el país ocupa el puesto número 14, representando 9% de las emisiones de Estados Unidos (dato crucial 2).
Los mayores emisores de GEI se comprometieron en 2015 a reducir sus emisiones anualmente hasta 2025 con el Acuerdo de París (firmado durante la COP 15 por todos los asistentes en la reunión) y lo ratificaron en 2016 en la Contribución Determinada a Nivel Nacional (UNFCCC, por su sigla en inglés). No obstante, en 2017 la salida de Estados Unidos del acuerdo debilitó el compromiso, por lo que las emisiones continuaron incrementando.
Un hecho a destacar es que la tendencia al incremento de las emisiones descendió durante 2020 producto de la pandemia por COVID-19.
Emisiones de GEI en México por sector, 2018
Para estimar los efectos de las emisiones de GEI se identifican los sectores económicos más contaminantes utilizando el análisis de insumo-producto[1] siguiendo la metodología de recopilación de emisiones anuales del IPCC. Es menester destacar que esta metodología tiene que ser adaptada de acuerdo con las particularidades del país en cuestión con el fin de homogeneizar la información estadística con las cuentas nacionales. Asimismo, esta metodología permite desagregar las emisiones de GEI en la producción y en la circulación de mercancías y servicios por sector económico (grupo de empresas que produce un mismo bien o se dedica a la misma actividad).
Así, la recopilación de información fue recabada con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) y del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para hallar la cuantía de las emisiones de GEI de cada sector en México. Dichos sectores se definieron de acuerdo con el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN, este es el clasificador de actividades económicas único para la región de América del Norte). De esta manera, la información más actualizada refiere al año 2018 donde de 79 subsectores, 10 son los que producen cerca de 66% de GEI en México, siendo la generación de electricidad la que ocupa el primer lugar con 17% del total de las emisiones (dato crucial 3).
Si se miden las emisiones por unidad de producto (como lo sugieren los organismos internacionales) entonces son nuevamente 10 subsectores de la economía mexicana con los coeficientes más altos de emisiones, siendo el Suministro de agua y gas por ductos al consumidor final el número 1 con un coeficiente de 0.189. Este coeficiente indica que por cada millón de pesos generados por la actividad económica se producen 0.189 gigagramos de bióxido de carbono equivalente (dato crucial 4).
II. El cambio tecnológico como política de mitigación
Una política de mitigación en el sector productivo implica el cambio de tecnología para la producción de un bien o servicio con el fin de reducir, abatir o capturar los GEI. En general, el uso de la tecnología (y sus invenciones) en la esfera de la producción es esencial y hasta cierto punto similar entre sectores del mismo giro.
Considerando que los coeficientes técnicos de la MIP[2] para este caso aluden a la cantidad de emisiones que genera cada sector clave de la economía dentro de la esfera productiva, donde la tecnología utilizada para la producción es la responsable de la cantidad de emisiones generadas, entonces un cambio de tecnología para un sector de la economía supone una afectación a los demás sectores que la componen dentro de un periodo dado. Así, en un segundo momento, se precisa modificar un vector (en este caso un sector crucial) para determinar la magnitud de dicho cambio en los demás vectores que componen a la MIP; en este sentido, se interpreta como la introducción de tecnología para reducir los GEI en la producción de un bien o servicio.
Actualmente en muchos países las políticas de mitigación se centran en el sector eléctrico con la introducción de energías limpias -solar, eólica y de biocarburantes- sustituyendo a los combustibles fósiles; ciertamente, el cambio de tecnologías deberá hacerse en todos los sectores que contribuyen a las emisiones de GEI, porque como se explicó, existe interdependencia entre sectores y subsectores de la economía. Un solo cambio no es suficiente, pero la adopción de nuevas tecnologías en la producción no siempre resulta exitoso por el tema de la rentabilidad (la efectividad en la práctica es diferente al costo de su implementación), aunado a que las políticas del estado no han resultado efectivas.
Así, las principales dificultades a las que se enfrenta la adopción de políticas de mitigación son:
• Las fallas de mercado en la economía mundial impiden que los mecanismos de mercado puedan resolver el problema de la rentabilidad de las nuevas tecnologías y en general del cambio climático.
• La inserción de nuevas tecnologías en la producción necesita de la participación activa del estado para su promoción.
• Generar desigualdades es intrínseco. Es evidente que no todos los países tienen la misma capacidad para aplicar políticas de mitigación, así como no todos los ciudadanos pueden beneficiarse de ellas, por lo que las desigualdades entre regiones y países es inevitable y es tarea del estado resolver este problema.
Cambios tecnológicos en la MIP de México
La propuesta es analizar la viabilidad de introducir políticas de mitigación en los sectores seleccionados de la economía mexicana utilizando tecnologías que en Canadá han servido para generar menos emisiones por unidad de producto. Como se mencionó, los encadenamientos entre sectores influirán en los cambios que se presenten cuando se aplican nuevas tecnologías a la producción industrial en México.
En un primer momento, se estiman las emisiones anuales en México hacia 2030 sin cambio tecnológico (o de trayectoria base) utilizando la MIP de México a precios corrientes para 2018 (datos de INEGI e INECC). En un segundo momento, se estiman las emisiones anuales con cambio tecnológico para el periodo seleccionado modificando la matriz de coeficientes técnicos original con información de los sectores con las tecnologías más eficientes en Canadá, representado en la tabla 4.
Sectores clave
Dentro de los sectores seleccionados, se deben de localizar los sectores clave de la economía que aportan la mayor cantidad de emisiones. Un sector clave es aquel que presenta la mayor cantidad de encadenamientos hacia atrás (o de demanda) y hacia adelante (o de oferta), por lo que su efecto en los demás sectores de la economía es generalizado.
El resultado de este ejercicio se observa en el cuadro 5 donde se calcularon los índices de Ramussen[3] para determinar los encadenamientos de cada sector obteniendo cinco subsectores clave en la economía mexicana.
III. Modelo de insumo-producto medioambiental para México
1. Objetivos y supuestos del modelo
El objetivo central es determinar la viabilidad y adaptabilidad de aplicar políticas de mitigación –cambio tecnológico– en 5 subsectores clave de la economía mexicana –aprovechamiento forestal, energía eléctrica, suministro de agua y gas por ductos, fabricación de productos minerales no metálicos y transporte por ductos– para reducir los niveles de GEI y determinar su efectividad en el horizonte del año 2030; asimismo se establece un escenario alternativo que considera la ausencia de cambio tecnológico.
Los 5 subsectores seleccionados –presentados en la tabla 5– han sido elegidos debido a dos razones:
• Coeficientes por unidad de emisión altos: el grado de sus encadenamientos son altos hacia delante, hacia atrás, o bien, presentan encadenamientos considerables tanto hacia atrás como hacia adelante.
• De acuerdo con los criterios de SCIAN (mismos que usa el INEGI), estos subsectores fueron los más aptos para ser comparados con sus similares de la economía canadiense (además de que se contaban con los datos sobre las emisiones de GEI en Canadá y su MIP de 2018).
2. El modelo
Solución usual del modelo insumo-producto:
Xt= [(I-At)(^-1)]*yt ………...(1)
Donde:
I= matriz identidad
Xt= producción bruta media en el tiempo t
At= matriz de coeficientes técnicos de México en tiempo base t=2018
yt= vector de demanda final (PIB) en el tiempo t (intervalo 2018-2030)
Ecuación de emisión de GEI como subproducto:
Xpt= ê*Xt……………..(2)
Donde:
Xpt= vector de emisiones de GEI (en unidades de gigagramos de CO2 equivalente)
ê = matriz diagonal de emisiones de GEI por unidad de producto
Xt= producción bruta media en el tiempo t
Se sustituye (1) en (2):
Xpt= ê[(I-At)(^-1)]*yt ………...(3)
Alternativamente:
Xpt= ê +[(I-At)(^-1)]*yt ………...(4)
Donde:
A+t= matriz estimada modificada con nuevas tecnologías en los cinco subsectores seleccionados
Finalmente se calculan las diferencias absolutas y relativas para Xpt=2018 y Xpt=2030 (niveles de emisiones entre el año base y el año final) con tasas de crecimiento anual utilizando la fórmula PIB gy= Δyt/yt-1, previamente definidas.
Así las ecuaciones 3 y 4 estimarán el vector de emisiones de GEI para los años 2018 y 2030, sin cambio en tecnología y con cambio tecnológico, respectivamente en los cinco subsectores seleccionados.
IV. Análisis de resultados
Dos supuestos:
1) Trayectoria base (sin cambio tecnológico); periodo: 2018-2030
De acuerdo con el cuadro 6 se registra un incremento de las emisiones de GEI en México cercano a 20% en el periodo de estudio. Los autores sugieren que dicho aumento está relacionado con el incremento de la producción bruta; obedece a la relación en el modelo Leontief: aumentos en la demanda final son equivalentes al crecimiento del PIB en las cuentas nacionales (dato crucial 5).
2) Trayectoria de emisiones GEI con cambio tecnológico; periodo: 2018-2030
Suponiendo cambios en tecnología en 2020 y tres años para que surtan efecto, se presenta una reducción progresiva de emisiones a partir de 2023 en comparación con la trayectoria base. Las emisiones totales estimadas para 2030 serían 0.7% menores a las de 2018 (dato crucial 5).
Considere que los datos pronosticados corresponden a supuestos y tendencias en base a los datos duros, más no representan la realidad, es decir, solo intentan proyectar la realidad económica en el largo plazo.
Los autores concluyen que un cambio tecnológico moderado en el proceso productivo de los subsectores clave provoca un cambio significativo en las emisiones de GEI de la esfera productiva general.
Cambios en las emisiones de GEI por subsector
Con el análisis de insumo-producto también se pueden evaluar los pronósticos para cada sector.
Para el presente trabajo, los autores anexan otros siete subsectores de la economía mexicana (aparte de los cinco subsectores clave con cambio tecnológico) que también son altamente emisores de GEI –agricultura, ganadería, productos derivados del petróleo, transporte aéreo, autotransporte de carga, transporte terrestre de pasajeros y servicios personales–, con la finalidad de observar la influencia que tiene el cambio tecnológico en los subsectores clave sobre aquellos que no sufren modificaciones tecnológicas pero que también generan GEI (dato crucial 6).
Así, los resultados se resumen en la tabla 7. De acuerdo con los autores, la muestra total de 12 subsectores reduce sus emisiones dentro del periodo de estudio en 18.9%; con la trayectoria base este grupo incrementa sus emisiones en 19.4% dentro del mismo periodo.
Es importante destacar que de los siete subsectores adicionales, solo productos derivados del petróleo reduce sus emisiones respecto a la trayectoria base de 19.4%. El resto no cambian significativamente su tendencia de la trayectoria base.
La razón por la que los subsectores sin cambio tecnológico y altamente emisores de GEI no se ven influenciados por el cambio tecnológico en los sectores clave (exceptuando al del petróleo) es porque sus encadenamientos no son lo suficiente grandes como para presentar un efecto de arrastre en las ramas restantes.
V. Conclusiones y recomendaciones
Una vez hecho el análisis de resultados, los autores concluyen:
1) El problema del calentamiento global es mundial y debe de ser atendido colectivamente, lo que implica coordinación -acuerdos y negociaciones- de políticas de mitigación entre países (especialmente los mayores contaminadores). Asimismo, el problema de GEI no solo reside en la producción sino también en el consumo, acerca de lo cual hay pocos estudios aún.
2) El incremento del PIB influye y es directamente proporcional al incremento de emisiones en todos los sectores de la economía, por lo que las políticas de mitigación deben aplicarse de manera generalizada en cada sector pero con estrategias particulares. Por ejemplo, la deforestación (destrucción de los sumideros de CO2) se puede combatir con la reforestación como ya sucede en Canadá. Los obstáculos para aplicar políticas de mitigación tienen que ver principalmente con la necesidad de abogar por el crecimiento económico de las naciones, sumado al hecho de que la oposición considera que no es rentable un cambio de tecnología. Nuevamente la cooperación es indispensable para la transferencia de tecnología, especialmente en las economías más pobres.
3) El fracaso de las políticas de mercado para la disminución de GEI es evidencia de que el estado necesita involucrarse más, especialmente en los temas de fuentes de energía y sumideros de contaminantes. Por ejemplo, el transporte público en Chicago y los bosques en Canadá son muestras de casos exitosos en reducción de emisiones con intervención estatal.
4) Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México representan un fuerte vínculo, siendo México dependiente de la tecnología estadounidense; dicho vínculo es representado por el Nuevo tratado de libre comercio de América del Norte (TMEC), que incluye apartados laborales y ambientales que obligan a las empresas en territorio mexicano a seguir los pasos de sus socios; inclusive si las reglas se vuelven más estrictas (dato crucial 7), México debe hacer lo propio.
5) Considerando lo anterior, a nivel global las acciones de México para contribuir al problema son nulas. No obstante, no puede permanecer ajeno al problema, por lo que el estado mexicano debe diseñar políticas de mitigación tanto del lado de la producción como del consumo utilizando los instrumentos de política económica adecuados.
Cada sector requiere de una política industrial específica; en el caso del sector energético, la transición energética no debe implicar un aumento de las tarifas porque generaría inflación. En el caso del aprovechamiento forestal, la acción del estado debe estar encaminada tanto a la sanción como a la atención de casos especiales relacionados con la tala ilegal. En el resto de los sectores de la esfera productiva, el estado debe implementar regulaciones más estrictas, así como estímulos en pro de la reducción de GEI con el fin de estimular el cambio tecnológico (tal es el caso del sector automotriz que no genera grandes emisiones del lado de la producción pero si con sus consumidores).
Para finalizar, los autores sugieren que el estado mexicano debe utilizar tres instrumentos de política coordinadamente para desarrollar una política industrial sustentable: política monetaria (crédito), política comercial (exportaciones e importaciones) y política fiscal (subsidios e impuestos).
Notas
[1]El análisis de insumo-producto consiste en un conjunto de tablas que muestran las interrelaciones entre los diversos sectores y agentes económicos que intervienen en todas las fases del ciclo económico, dicho de otro modo, muestra la interdependencia de todas las industrias (cada una adquiere productos fabricados por las otras para poder realizar su propio proceso productivo).
[2]La matriz de coeficientes técnicos es la base para el análisis de insumo-producto debido a que refleja las relaciones intersectoriales de una economía particular. Debido a que en el corto plazo no se presentan cambios tecnológicos, los coeficientes se darán en función de los precios y servirán de referencia para identificar los sectores donde se presentan dichos cambios. Así, cada columna de un cuadro de coeficientes técnicos representa una técnica de producción única para un sector.
Matemáticamente, un coeficiente técnico se calcula como la razón de proporción que existe entre el consumo intermedio y el insumo total, correspondiente a cada sector. En términos prácticos, un coeficiente técnico es el costo unitario por sector que encuentra una industria en equilibrio por el lado de los ingresos (renglones) y el de los gastos (columna).
[3]Ramussen (1957) definió dos índices o coeficientes, uno de demanda mediante la matriz inversa de Leontief y otro de oferta con la matriz de distribución de Gosh. El primero mide los encadenamientos hacia atrás y el segundo los encadenamientos hacia adelante de cada uno de los sectores que componen la matriz. De esta manera, se pueden localizar los sectores clave cuyos vínculos intersectoriales tienen considerables efectos multiplicadores en la economía sobre diferentes rubros como el ingreso, el empleo, el grado de dependencia con el exterior, o en este caso, las industrias más contaminantes.
Fuente: Instituto Nacional de Geografía y Estadística [2012], "Sistema de Cuentas Nacionales de México: Desarrollo de la matriz de insumo producto 2012 Fuentes y Metologías", México, https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/mip12/2008/doc/SCNM_Metodo...
1) El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) fue creado en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por su sigla en inglés). Dicho organismo ha establecido reglas para la medición de los gases de efecto invernadero (GEI) en todos los países que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Asimismo, el IPCC recopila información, busca acuerdos y recomienda políticas contra el cambio climático en las Conferencias de las partes (COP).
2) El cuadro 1 presenta las emisiones de GEI en países seleccionados para dos momentos, 2017 y 2020. Destaca el hecho de que China, además de ser el principal emisor -superando a Estados Unidos por cerca de 50%-, no redujo sus emisiones como consecuencia de las restricciones por la pandemia de COVID-19 sino que las incrementó durante 2020.
3) El cuadro 2 presenta los principales subsectores económicos de México que produjeron la mayor cantidad de GEI en 2018. Así, el top 3 (el más representativo por conformarse de dos dígitos) es: Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, Agricultura, y cría y explotación de animales; 17.1%, 13.2% y 12%, del total respectivamente.
4) El cuadro 3 describe los subsectores más contaminantes en México considerando los mayores coeficientes de GEI por unidad de producto (resultado del cociente del GEI entre el Valor Bruto de la Producción (VBP) de cada subsector) para 2018. En tal sentido, los subsectores con los mayores coeficientes son: Suministro de agua y suministro de gas por ductos al consumidor final y Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica; 0.189 y 0.162, respectivamente.
5) La gráfica 1 representa los resultados del ejercicio de la matriz de insumo-producto (MIP). La proyección de emisiones de GEI para México en el periodo 2018-2030 bajo los supuestos, sin cambio tecnológico y con cambio tecnológico, arrojan una particularidad: existe un punto de quiebre en 2020 como resultado de la crisis económica producto de la pandemia por COVID-19, que influye en la reducción de las emisiones en los dos supuestos; no obstante, con un cambio tecnológico en los subsectores clave dicha reducción de GEI continúa hasta 2023, siendo este año donde aumentan nuevamente (se interpreta como una recuperación de la economía), pero la cuantía es mucho menor respecto a la trayectoria base.
6) Estos 12 subsectores representan 69% del total de las emisiones de GEI producidas por la economía mexicana en 2018.
7) Estados Unidos ocupa el segundo lugar a nivel mundial en emisiones absolutas de GEI y el primero en emisiones per cápita.
Ruiz Nápoles, P. (2012). Low Carbon Development Strategy for Mexico: An Input-Output Analysis. México: unep.
Rasmussen, P. N. (1957). Studies in Intersectoral Relations. Ámsterdam: North-Holland.
Ruiz Nápoles, P. (2011). Estimación de los costos relativos de las emisiones de gases de efecto invernadero en las ramas de la economía mexicana. El Trimestre Económico, 78(309), 173-191. Recuperado de: https://doi.org/10.20430/ete.v78i309.34
Duval, R. (2008). A Taxonomy of Instruments to Reduce Greenhouse Gas Emissions and their Interactions (oecd Economics Department Working Papers, 636). París: oecd Publishing. Recuperado de: https://doi.org/10.1787/236846121450
Haščič, I., Johnstone, N., Watson, F., y Kaminkeret, C. (2010). Climate Policy and Technological Innovation and Transfer: An Overview of Trends and Recent Empirical Result (oecd Economics Department Working Papers, 30). París: oecd Publishing. Recuperado de: https://doi.org/10.1787/5km33bnggcd0-en
INECC (2020). Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero. Recuperado de: https://www.gob.mx/inecc/acciones-y-programas/inventario-nacional-de-emi...
INEGI (2021). Estadísticas económicas. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/app/biblioteca/ficha.html?upc=702825051693
Leontief, W. (1970). Environmental repercussions and the economic structure: An input-output approach. The Review of Economics and Statistics, 52(3), 262-271. Recuperado de: https://doi.org/10.2307/1926294
Stern, N. (2007). The Economics of Climate Change, the Stern Review. Cambridge: Cambridge University Press.
Stiglitz, J. E. (1991). The Invisible Hand and Modern Welfare Economics (nber Working Paper, 3641). Cambridge, Mass.: nber. Recuperado de: https://www.doi.org/10.3386/w3641
-
El presente trabajo sirve como apoyo para corroborar los estudios internacionales sobre los efectos del cambio climático y las alternativas para hacerle frente. En este sentido, comprobar cuantitativamente el efecto de la tecnología como política de mitigación en México es un buen referente para que el estado desarrolle políticas económicas y fiscales en la esfera de la producción, porque si bien es cierto, como lo indican los autores, se trata de un trabajo colectivo y global, México no debe ser ajeno al tema. Ya sea por cuestiones éticas, morales o económicas, actuar frente al cambio climático es una tendencia necesaria para continuar con el proceso de acumulación de capital del cual todavía somos dependientes.
Se trata de un ejercicio de economía aplicada relevante para calcular qué actividades son las que más contribuyen a la emisión de GEI. Consideramos que hay que avanzar en este tipo de indagaciones para establecer la pertinencia de los encadenamientos como relación pertinente para medir las emisiones y sus repercusiones. En cuanto a las recomendaciones, es vital mover el punto de anclaje del texto: el crecimiento económico. A estas alturas de la crisis ambiental, es evidente que el crecimiento es insostenible ambiental y socialmente.