En alianza, bandas de criminales y autoridades arrasan con bosques y selvas a fuego y sangre
Corresponsales y Angélica Enciso [2023], "En alianza, bandas de criminales y autoridades arrasan con bosques y selvas a fuego y sangre", La Jornada, 8 de junio, https://jornada.com.mx/2023/06/08/politica/002n1pol
Angélica Encino L. es periodista y colabora con La Jornada, sus principales líneas de trabajo son las temáticas medioambientales y alimentarias.
La participación de grupos criminales en la tala ilegal está al alza. Estos grupos dominan ejidos y comunidades en las que arrasan con los bosques mientras las autoridades se vuelven cómplices. La madera obtenida de forma ilegal termina vendiéndose en los mercados legales, y se convierte en muebles y materiales de construcción que se compran, venden y usan todos los días.
Los bosques son ecosistemas centrales para la recarga de mantos acuíferos y la absorción de CO2. En las zonas de tala intensiva se ha perdido hasta la mitad de la vegetación, hay escasez de agua, aumenta la inseguridad, y defensores forestales son asesinados (dato crucial 1). En el país hay más de un centenar de zonas críticas afectadas por diversas actividades relacionadas con el aprovechamiento ilícito de madera, en las que muchas veces la gente se encuentra amenazada por los grupos criminales (dato crucial 2).
Hay muchas formas de talar ilegalmente y lavar la madera, como falsificar permisos, corrupción de autoridades, mezclar la madera legal con la ilegal, entre otras. Todo esto ocurre ante la complicidad de las autoridades, y la limitada presencia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) (dato crucial3).
La tala ilícita debilita el ecosistema pues se extraen los mejores árboles sin reforestación; en contraste, mediante los programas de manejo de bosques y selvas de ejidos y comunidades se realizan planeaciones de intervención, se permite que el bosque siga creciendo y que los árboles extraídos vuelvan a crecer.
El país importa la mayor parte de la madera en rollo que consume, y, cada año, cientos de miles de hectáreas son deforestadas (dato crucial 4).
Causas de la tala clandestina
Una de las causas de la tala clandestina es la debilidad institucional. La ley no se aplica, no hay personal suficiente, ni una estrategia clara para enfrentar el problema. Además, el personal de la Profepa se concentra en las principales ciudades, no en el territorio en el que debería operar; y no existe información precisa sobre las dimensiones del problema. También, la tala ilegal aumenta pues el esquema legal hace difícil que muchas personas y comunidades que habitan zonas forestales puedan aprovechar la riqueza forestal de forma legal, es necesario flexibilizar el marco legal para que estas comunidades aseguren su subsistencia. Mientras la debilidad institucional y la falta de gobernanza crean un vacío que el crimen aprovecha para expandirse.
El destino de la madera ilegal
La tala clandestina crea un sistema de competencia en el que la actividad ilícita obtiene mayores beneficios que la lícita, pues la madera ilegal se vende con precios más bajos y se consume en mayor cantidad. Los canales del comercio de la madera ilegal son múltiples y suelen ocurrir de forma pública, van desde centrales de abasto como la de Oaxaca, hasta la compra de la madera ilegal para su transformación en muebles y su venta en las calles de las ciudades y en mercados.
El lavado de madera también ocurre de diversas formas. Se extrae más madera de la permitida en los sitios autorizados, se cortan árboles sanos que se hacen pasar por madera con plagas, entre otros múltiples mecanismos.
Es necesario enfrentar al crimen organizado, movilizar las fuerzas del orden público, y, sobre todo, fortalecer a los ejidatarios y a las comunidades para que sean los principales guardianes de los bosques.
1.- En Chihuahua, los defensores de bosques Isidro Baldenegro y Julián Carrillo fueron asesinados.
2.- De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal, en las regiones forestales habitan 12 millones de personas, y hay 16 944 ejidos y comunidades. Además, en 20 estados existen 122 zonas críticas por ilícitos como tala ilegal, lavado de madera, extracción de troncos sanos, entre otros. Algunas de estas zonas son Huitzilac en Morelos, Ocuilan en el Estado de México, y la Sierra Taraumara en Chihuahua.
3.- La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente solamente dispone de 432 inspectores para vigilar bosques, industrias y tráfico de vida silvestre en todo el país.
4.- En 2021 el consumo nacional de madera en rollo fue de 34.37 millones de metros cúbicos, pero la producción nacional solo cubrió 9.3 millones y se importaron 28.9 millones de metros cúbicos.
5.- De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal, México dispone de 138.7 millones de hectáreas forestales, y cada año son deforestadas 208 000 hectáreas.
El cambio climático y la emisión de gases de efecto invernadero son los temas más mediatizados y abordados sobre los procesos de devastación de la naturaleza; mientras que, sobre la violencia en México, el narcotráfico ocupa casi toda la atención. Es importante no perder de vista que el proceso de colapso tiene múltiples aristas que suelen estar integradas, esta nota presenta una conexión importante entre criminalidad y destrucción de la naturaleza. Los bosques juegan un papel estratégico en las acciones de contención de la devastación ambiental y las posibles estrategias de adaptación y transición, sobre todo como sumideros de carbono, por lo que su cuidado debería ser una prioridad gubernamental y social. Sin embargo, los recursos dedicados a su cuidado son muy escasos y poco eficientes.