William J Ripple es profesor de ecología en la Universidad Estatal de Oregón, donde dirige el programa Trophic Cascades. Es director de la Alianza de Científicos Mundiales.

La humanidad se está enfrentando a una emergencia climática, en la que los desastres relacionados con el clima aumentan cada vez más rápido (dato crucial 1). Debido a la urgencia de esta crisis, se hace un recuento de los desastres recientes relacionados con el clima, además se hace una evaluación de los signos planetarios y recomendaciones políticas.

Clima extremo relacionado con el clima

Los fenómenos meteorológicos se han vuelto cada vez más severos debido al cambio climático. Es posible que se debe a la interconexión de diferentes procesos como la tendencia al calentamiento, cambios en los patrones de precipitación, aumento del nivel del mar y cambios en las corrientes en chorro (son corrientes de aire que se concentran en la troposfera). Muchos fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más intensos y se presentan más juntos en espacio y tiempo, provocando más daños y dejando poco tiempo para la recuperación.

Ahora es más común ver desastres climáticos que antes ocurrían solo en raras ocasiones. Estos eventos dañan desproporcionadamente a regiones de bajos recursos (dato crucial 1), mismas regiones que son las que menos contribuyen con emisiones. Todos estos eventos ponen a prueba la resiliencia de la sociedad y la capacidad que tiene de hacer frente a las crisis.

Tendencias recientes en los signos vitales planetarios

La actualización de los signos vitales planetarios de Ripple, et al, autores de World scientist’s warning of a climate emergency, proporcionan una manera de rastrear los cambios en los posibles impulsores climáticos y los impactos. De 35 variables que se analizaron, 16 de ellas se encuentran en extremos récord.

La imagen 1 muestra las series temporales de actividades humanas relacionadas con el clima. En rojo se muestran los datos obtenidos desde la publicación de Ripple, et al. Las gráficas están presentadas en años, desde 1980 a 2020.

La imagen 2 muestra las series temporales de respuestas relacionadas con el clima. En rojo se muestran los datos obtenidos después de la publicación de Ripple, et al. Las líneas horizontales negras muestran estimaciones del modelo de punto de cambio que permiten cambios abruptos. Las variables que tienen variabilidad relativamente alta se presentan con líneas de tendencia en negro. Las variables se midieron con diferentes frecuencias: anual, mensual y semanal. Las gráficas están presentadas en años, desde 19080 a 2020.

Ciencias económicas

Durante 2022 hubo una menor inversión en combustibles fósiles a nivel mundial. A pesar de la tendencia a la baja, los subsidios para los combustibles fósiles en 2021 fueron de 440 mil millones de dólares, lo que representa un aumento significante a cuando los subsidios eran menores a 200 mil millones de dólares. El porcentaje de las emisiones cubiertas por el precio del carbono fue estable durante 2021 y 2022. Sin embargo, la proporción de emisiones cubiertas como el precio del carbono deben aumentar para que sean eficientes al detener el uso de combustibles fósiles.

Energía

La pandemia por COVID-19 provocó una disminución en la demanda de combustibles fósiles y en las emisiones de dióxido de carbono durante 2020. En 2021, tanto la demanda como las emisiones aumentaron de manera significativa. Entre 2020 y 2021, el consumo de energía solar y eólica aumentó 18% (dato crucial 3). El desarrollo de proyectos basados en combustibles fósiles continúa a pesar de la inminente necesidad de poner fin a este tipo de proyectos (dato crucial 4).

Temperatura y gases de efecto invernadero medios globales

En 2022, el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, 3 de los principales gases de efecto invernadero, alcanzaron nuevos récords de concentración atmosférica (dato crucial 5). Además, el calor en el océano aumento de manera considerable en 2021 y en 2022 también llegó a un nivel récord.

Impactos climáticos

Los desastres asociados al cambio climático se han incrementado. El cambio climático se ha relacionado con aumentos en la frecuencia y en la intensidad de fenómenos de calor extremo. Desde 1980, el número de días calurosos de ha duplicado. Tan solo entre 2000 y 2019 se registraron aproximadamente 500 mil muertes relacionadas al calor a nivel mundial. Es posible que conforme aumente la temperatura global, la frecuencia o magnitud de algunos fenómenos climáticos también aumenten.

Los incendios forestales tienen un incremento desde 2009. También, desde 1980 se ha dado un aumento en especies de mosquitos que transmiten el virus del dengue. El aumento de la temperatura incrementa el riesgo de puntos de inflexión, los cuales podrían causar el descongelamiento del permafrost y la muerte de la selva amazónica. Temperaturas más altas aumentarían el riesgo de efectos cascada como enfermedades y conflictos, además, se incrementaría la vulnerabilidad ante otros fenómenos.

Política climática

El cambio climático no es un problema aislado, sino que es parte de un solo problema sistémico, en el que la demanda humana excede la capacidad regenerativa de la biosfera. Es imposible tener un crecimiento ilimitado en un mundo finito. Los autores hacen un llamado a un cambio holístico y transformador. Entre las medidas necesarias se encuentra la reducción del consumo excesivo y el desperdicio por parte de la clase media global y los ricos. También, es necesario estabilizar y reducir la población humana, brindando una educación de calidad, acceso a los derechos a niñas y mujeres, al tiempo que se implemente una economía ecológica sostenible con impartición de la justicia social.

Ante la frecuencia de los eventos climáticos, es necesario tomar medidas de mitigación y adaptación. Se deben unir esfuerzos para apoyar estrategias que permitan eliminar el dióxido de carbono, tales como un incremento en el precio del carbono ya que podría actuar como una medida para disminuir las emisiones en algunos sectores y con ello llegar a la eliminación del dióxido de carbono. Del mismo modo, esta estrategia se puede apoyar con financiación que promueva adaptaciones climáticas socialmente justas en lugares en desarrollo, por ejemplo brindar una parte de los ingresos del carbon a la población vulnerable.

Una llamada a la acción

Durante los últimos años, los científicos han hablado sobre la crisis climática. Es importante que los científicos, compartan argumentos científicos sólidos y transparentes al público en general para educar a las personas sobre el ambiente, invitar a la sociedad actuar ante la crisis climática e impulsar cambios políticos. Comunicar esta información ayuda a tomar decisiones en beneficio del ambiente, como fue el caso de los científicos que tuvieron un papel clave en la aniquilación nuclear y el agotamiento del ozono.

Continuar con las tendencias y políticas actuales conllevaría a una catástrofe global. Actuar ahora marcaría una gran diferencia para la vida en la Tierra. Perder la esperanza no es una opción, se debe reducir el exceso ecológico y buscar la mitigación y adaptación al cambio climático. Solo de esta manera será posible limitar los daños a corto plazo, al mismo tiempo que se preserva la naturaleza y se asegura la vida de generaciones futuras.