Ocho tesis para profundizar la lucha feminista
Federici, Silvia y Verónica Gago [2023], "Ocho tesis para profundizar la lucha feminista", Ojalá, 16 de junio, https://www.ojala.mx/es/ojala-es/ocho-tesis-para-profundizar-la-lucha-fe...
Silvia Federici es filósofa, escritora, profesora y activista feminista de origen italiano. Ha sido una de las principales impulsoras de los debates internacionales sobre la condición y la remuneración del trabajo doméstico. Es autora de Calibán y la bruja, entre otros libros.
Verónica Gago es investigadora, politóloga, profesora y activista argentina. Su investigación se centra en los movimientos sociales internacionales, especialmente el feminismo y la crítica a la razón neoliberal. Forma parte del movimiento feminista Ni una menos y del colectivo de investigación militante Situaciones. Es autora de La razón neoliberal y Una lectura feminista de la deuda: "vivas, libres y desendeudadas nos queremos".
Frente a la actual coyuntura en la que se observa una gran aceleración del capitalismo y se acrecientan las movilizaciones sociales –estas últimas impulsadas principalmente por mujeres–, las autoras resaltan la importancia de los análisis prospectivos, a partir de las luchas feministas, de estas realidades. El objetivo del artículo es vislumbrar, desde el feminismo, el “plan del capital”, las nuevas formas de explotación y de imperialismo, y las formas más contundentes de resistencia y de construcción de una nueva realidad social.
A partir de lo anterior, se desarrollan ocho tesis que contribuyen al debate.
I
Las luchas feministas buscan una profunda transformación social, al ser las mujeres las encargadas de la reproducción de la vida. Tal reproducción, mencionan las autoras, es el punto de partida de metodologías, análisis y la producción de estrategias para un cambio sustancial en las comunidades. Como mujeres, el terreno de lucha se asienta en la reproducción social, en todo lo que se vincula con la reproducción de la vida.
II
Resulta fundamental comprender a detalle el plan del capital, las formas en que el capitalismo avanza, de qué maneras organiza la explotación y el despojo, sus guerras y los enfrentamientos inter-capitalistas, con el objetivo de observar cómo ello atraviesa las luchas que las mujeres protagonizan, como la lucha contra el extractivismo.
III
En el texto se señala la necesidad de una visión comprensiva que pongan en contacto las luchas que se despliegan desde los feminismos para ampliar cada uno de sus campos de acción. Se trata de abarcar cada aspecto desde el que se lucha, como la defensa de los cuerpos, la defensa de los territorios, las luchas contra la deuda o la destrucción ecológica.
En ese sentido, es fundamental la comprensión de lo que el capital está haciendo, desde el Fondo Monetario Internacional y sus planes de ajuste estructural que han sido perjudiciales para las poblaciones a los que se aplican, por ejemplo, y de lo que se quiere conseguir con las luchas feministas desde esos escenarios, con una mayor perspectiva.
IV
Es clave la elaboración de una teoría feminista de la guerra, desde el movimiento feminista, pues para las autoras, hay tres temáticas que están íntimamente conectadas en el plan general del capital: la crisis, la deuda y la guerra, esta última reconocida por ir mas allá de la guerra tradicional de armas, y acercándose más y más al plano económico.
Durante 2022, en Estados Unidos, la tasa de interés aumentó diez veces, lo que incrementó todas las deudas dentro y fuera del país, especialmente en los países más endeudados. Esto es, de acuerdo con las autoras, una declaración de guerra: mientras incrementa parte de la riqueza que extrae el capital financiero con la subida de la tasa de interés, se observa una destrucción consecutiva de economías, de vidas, de países.
La guerra está fuertemente vinculada con la explotación y el empobrecimiento. Por ejemplo, en Sudán, Ruanda o Argentina, hay un importante empobrecimiento estructural causado por los programas de austeridad, lo que acrecienta los conflictos sociales donde intervienen aparatos estatales coercitivos y paramilitares; se generan guerras dentro del territorio y fuera de él por la amplificación de los conflictos, y son más comunes los desplazamientos forzados. Todo ello conduce a la desestructuración social. “Las finanzas son guerra”, concluyen.
V
Al ser las mujeres las principales afectadas de los atentados a la reproducción de la vida, el movimiento feminista tiene una posición privilegiada, de acuerdo con el texto, para entender y analizar la coyuntura. Lo anterior es observable, por ejemplo, desde el aumento de las tareas de cuidado no remuneradas por las guerras, o por el empobrecimiento estructural, o, en sí, por la destrucción de las condiciones para la vida.
¿Cómo hacerle frente a la guerra si es parte de la economía cotidiana del capital, sobre todo en tiempos de crisis como los actuales?
VI
En ese sentido, se sostiene que el capitalismo está en crisis y su mantenimiento depende del saqueo y de la destrucción. “El capital con la guerra se moderniza, se libera de lo que ya no le sirve, crea nuevas condiciones de acumulación y derrota muchas resistencias”. Actualmente las tasas de natalidad disminuyen, síntoma de que no hay condiciones, desde la visión de muchas mujeres, para reproducir la vida. Los diarios lo catalogaban como crisis de la natalidad, sin embargo, desde la lucha feminista esto se presenta gracias a la despenalización del aborto y a los debates sobre educación sexual, donde se afirma que “la maternidad será deseada o no será”. Analizar la procreación desde la crisis es relevante.
VII
Las guerras traen destrucción para las comunidades, para las vidas y para el futuro. Analizar la guerra de manera interconectada, en niveles y formas diversas, llevará a hacer frente al problema central, aquel en donde conecta el resto. La policía estadounidense militarizada, la normalización de la violencia que se trae por los varones desde la guerra, el uso civil de armas de guerra y las matanzas frecuentes en Estados Unidos, hacen a la guerra parte de la vida cotidiana.
VIII
Las autoras finalizan con la cuestión de la autodefensa, es decir, el reconocimiento y la invitación a crear distintas cooperativas de mujeres, redes de apoyo mutuo frente a la crisis, acompañamiento desde una perspectiva feminista.
Se han destacado las cooperativas de mujeres taxistas en distintos países que organizan traslados seguros, o los acompañamientos permanentes con lazos confianza frente a la violencia doméstica, pero la autoras resaltan que aún se necesita mayores esfuerzos. Se discuten formas de autodefensa desde una perspectiva feminista abolicionista, que elimine las estructuras materiales que la perpetúan, como la policía. Por eso son importantes las alternativas, generar nuevas estrategias.
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1. Desde 2022, la tasa de interés de Estados Unidos aumentó diez veces por lo que se prevé un incremento de todas las deudas, sea en el país o fuera de este, especialmente en todas las naciones endeudadas.
2. El presupuesto para la defensa nacional del año fiscal 2023 en Estados Unidos es de 816.7 mil millones de dólares.
3. El presidente Joe Biden informó que se añadieron otros dos mil millones de dólares a los ya destinados 6.4 billones de dólares para enviar armas a Ucrania.
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Las autoras resaltan la imperante necesidad de profundizar los análisis en torno a la realidad actual y cómo esta incide en las mujeres y en las luchas feministas actuales; se resalta el papel que tiene la lucha feminista contra el capitalismo, la guerra, el extractivismo, la pobreza y, especialmente, en las soluciones a la crisis civilizatoria en la que nos encontramos.