The size of the state. Are free markets history?
The Economist [2023], "The size of the state. Are free markets history?", The Economist, London, 7 de octubre, https://www.economist.com/leaders/2023/10/05/are-free-markets-history
La economía nacional, una ideología proteccionista que consiste en niveles altos de subsidio y en una fuerte presencia del Estado, además de ser fomentada por frágiles cadenas de suministro, potenciales amenazas contra la seguridad nacional, la transición energética y la crisis del costo de vida, ha hecho que se exija medidas gubernamentales, desplazando la idea de mercados libres y presencia gubernamental fuertemente limitada.
Los valores liberales clásicos están cada vez más ausentes en los debates políticos. Ya que, en la actualidad se considera ingenuo a aquel que defienda el libre comercio pese que hasta hace ocho años el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama buscaba un pacto comercial en el Pacífico.
The Economist considera que la economía nacional es una decepción porque llena de responsabilidades al estado y arruinaría el contexto de cambios sociales y tecnológicos. Aunque, consideran que desde un punto positivo esto provocaría la desaparición de la propia economía nacional.
El punto central de la economía nacional, se basa en que el proteccionismo es la forma de hacer frente a la idea de los mercados abiertos. China ha divulgado las desventajas del libre mercado hacia la clase trabajadora, hecho aprovechado por diversas economías para justificar la intervención estatal. Además, la reciente crisis sanitaria por Covid-19 hizo que los empresarios reflexionaran sobre la mitigación de riesgos en las cadenas de suministro internacional, por lo que se encaminaron a trasladar las cadenas productivas más cerca del país de origen.
Las responsabilidades estatales tienen una relación directa con el gasto gubernamental, por lo que, si se captan más de las primeras se reflejará un gasto gubernamental adicional. Tal es el caso de los subsidios, los cuales son cada vez más demandados por la industria a cargo de la transición energética y los requieren para impulsar el proceso y asegurar el suministro de bienes considerados estratégicos. Otro caso fueron los subsidios otorgados por el Estado a la población para enfrentar la crisis sanitaria. Esto genera expectativas de que el gobierno funja como protector ante las desgracias.
Loa subsidios estatales van de la mano con la regulación del gobierno. El gobierno controla mercados innovadores como la Inteligencia Artificial (IA), también los precios del carbono en la gestión de la transición energética de forma indiscutida. Por otro lado, el proteccionismo, gasto y regulación conllevan altos costos, cuando la prevención de riesgos es una obligación principal de los gobiernos.
El argumento de que la economía nacional es una decepción se puede analizar con la crisis sanitaria y la guerra de Ucrania, donde los mercados han gestionado mejor las inestabilidades internacionales a comparación de las economías con un respaldo estatal mayor. Por ejemplo, durante la pandemia en 2021 el comercio internacional pudo hacer frente a las fuertes fluctuaciones en la demanda de consumidores, generando rendimientos positivos en los puertos estadounidenses (datos cruciales 1 y 2).
Otro argumento en contra de la economía nacional es la saturación del gasto social ante el envejecimiento de la sociedad. Debido a que se sobrecarga el gasto del Estado enfocándose en pensiones y apoyos sanitarios, cuando se debería recortar lo que se destina al gasto social. Junto con esto, el aumento de la tasa de interés empeora la situación (dato crucial 3).
La economía nacional representa un defecto costoso, en un contexto de grandes cambios como la transición energética y la IA, las cuales son grandes y complejas para el manejo del gobierno. Nadie tiene el conocimiento pleno sobre descarbonización y tecnología, pero la presencia estatal por medio de una fuerte regulación hará débil a la innovación y aumentará los costos provocando que estos cambios se hagan lentos. Por ende, estos deben ser probados por el mercado sin presencia de regulaciones exhaustivas.
Planifique el cambio a seguir
En algún momento la desilusión se hará presente y el exceso del gasto fiscal alcanzará a los gobiernos endeudados. O también cabe la posibilidad de que China ya no cumpla con la promesa de la prosperidad comandada por el Estado.
Ante estos hechos, los clásicos liberales deben prepararse y adaptar sus ideas a un mundo peligroso, interconectado y fragmentado, tarea que no será fácil por la rivalidad entre Estados Unidos y China (dato crucial 5).
1) El rendimiento en los puertos estadounidenses en 2021 fue 11% mayor que en 2019, año previo a la crisis sanitaria.
2) En 2022, la economía de Alemania se apoyó en los mercados y no sufrió ninguna calamidad al cambiar rápidamente del gas ruso a otras fuentes de energía.
3) Después de la crisis en el mercado de bonos en 2022, el gobierno de derecha de Gran Bretaña aumentó los impuestos, como porcentaje del PIB, a niveles nunca antes vistos. A medida que aumentan los rendimientos de los bonos a largo plazo, la situación de deuda que presenta Italia se torna más inestable. La creciente factura del servicio de la deuda de Estados Unidos probablemente alcanzará su máximo histórico antes del final de la década, lo que refleja la fragilidad fiscal.
5) En la década de 1970, el mundo se dirigió fuerte a favor del libre mercado al igual que en sentido contrario en la actualidad. Así como llevó con a la elección a Margaret Thatcher y Ronald Reagan
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Actualmente la gobernación mundial se ha enfrentado a diversas dificultades como crisis sanitarias y problemas sociales, en un contexto de cambios relevantes en materia energética y tecnológica. Esto ha hecho que ideas de la economía clásica se comiencen a visualizar como obsoletas, aunque claramente una transición hacia la economía nacional tendrá sus interrogantes y dificultades, sobre todo en un horizonte donde compiten las empresas y naciones como Estados Unidos y China.