Green protectionism comes with big risks
The Economist [2023], "It's not easy being green. The global backlash against climate policies has begun", The Economist, London, 14 de octubre, https://www.economist.com/international/2023/10/11/the-global-backlash-a...
Las temperaturas promedio del mundo tienen una tendencia al alza, haciendo urgente la transición verde basada en una política industrial que fortalezca las cadenas de suministro y redistribución, dejando a un lado las acciones y propuestas que han sido ineficientes como los impuestos al carbono (dato crucial 1).
La solución para lo anterior serían los subsidios, tal como lo ha hecho Alemania desde el 2000 con la energía solar. Lo que ha ocasionado una disminución importante en los precios de dicha energía por los propios efectos del aprendizaje que ha conllevado, sectores externos como las economías de escala y la política industrial china (datos cruciales 2 y 3).
Los nuevos subsidios en los que han trabajado otros países como Estados Unidos con la ley America’s Inflation Reduction Act (IRA por su sigla en inglés) y Japón, son diferentes a los usados por Alemania debido a que este último se centró en la instalación dejando a un lado la manufactura, lo que generó una obtención de paneles solares sin creación de trabajos. Mientras que los nuevos, están encaminados a la instalación y fabricación, lo que afectaría el ritmo de la transición energética.
Además, se debe tomar en cuenta que para acceder a los subsidios se deben de reunir requisitos, como Estados Unidos que prioriza sobre la fabricación en América del Norte y Canadá hace algo similar (dato crucial 3).
Otras regiones también están encaminándose a crear una industria de energías verdes tal como América Latina que está esforzándose por la creación de hidrógeno verde, o el líder de la oposición británica Sir Keir Sarmer que busca unir las políticas climáticas con la política social, con la promesa de generar empleos si queda electo (dato crucial 4).
Lamentablemente es indiscutible que algunos sectores de la población se verán afectados por el abandono de las energías fósiles, así que para que esto funcione, se deben crear más ganadores que perdedores, quienes deberán además, poner a trabajar a millones de personas en energías verdes para amortiguar el impacto del abandono de los combustibles fósiles.
Además, según estudios sobre la IRA hechas por el Banco Central Europeo (ECB por su sigla en inglés) afirman que los subsidios contienen cuatro riesgos preocupantes. El primero, tiene relación cuando a las empresas extranjeras se les impide abastecer un mercado interno, lo que generaría pérdida de clientes y por ende de las economías de escala. El segundo, pérdidas en importaciones que han sido redirigidas al mercado interno. El tercero, la pérdida de acceso al mercado estadounidense. El cuarto, cuando se deja un pequeño margen para la desviación comercial hacia otras empresas extranjeras.
Por otro lado, ECB al estudiar a ganadores y perdedores de la IRA se obtiene que Estados Unidos es el beneficiario, a costa de otros países, concluyendo que dicha ley pueda ser más bien un obstáculo para la transición verde a nivel mundial.
Quemando lento
Aunque el ECB toma en cuenta diversos factores, le hace falta analizar el tiempo. Porque el mundo requiere la transición energética urgente, la cual se dificulta por la capacidad de generar energía y transcisionar hacia transportes verdes. Por lo que se necesita un proceso que no se ve apoyado por Estados Unidos a través de subsidios pues si las empresas se encuentran un contexto de nula competencia, esto no generará incentivos relacionados a la innovación. Al final, los subsidios, desde el punto de vista de política social podrían ser ineficaces, sin embargo, en rasgos de política climática pareciera ser una opción prioritaria.
1) Las temperaturas globales promedio están aumentando más de 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.
2) Alemania ha duplicado la cantidad de energía solar cada año, durante la última década. Los subsidios han sido una respuesta exitosa para las energías verdes, por eso se generarán más. Tales como la ley America’s Inflation Reduction Act (IRA por su sigla en inglés) de Estados Unidos, la cual proporcionará entre 400 mil millones de dólares y 1 billón de dólares durante la próxima década para apoyar la energía solar, las baterías, los equipos de producción de hidrógeno y otros tipos de energía renovable. Por otro lado, Japón buscará destinar 150 mil millones de dólares en subsidios a su política de Transformación Verde.
Ante esto, la Agencia Internacional de Energía informa que ambas naciones han anunciado subsidios a la energía limpia por valor de más de 1.3 billones de dólares desde 2020.
3) En Estados Unidos, para que un consumidor reciba el crédito completo de 7.5 miles de millones de dólares por un vehículo eléctrico (EV por su sigla en inglés) bajo IRA, gran parte del coche debe haberse fabricado en Estados Unidos.
4) El líder de la oposición británica, Sir Keir Starmer, promete que en el poder las políticas verdes del Partido Laborista crearían 200.000 puestos de trabajo
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Los subsidios podrían plantear una alternativa viable desde el punto de la política climática. Sin embargo, las preferencias y medidas proteccionistas de países como Estados Unidos dificultarían la transición verde, además de una competencia apenas visible que no genera innovaciones.