It's not easy being green. The global backlash against climate policies has begun
The Economist [2023], "It's not easy being green. The global backlash against climate policies has begun", The Economist, London, 14 de octubre, https://www.economist.com/international/2023/10/11/the-global-backlash-a...
En Estados Unidos, las políticas climáticas se ven obstaculizadas por los demócratas pues relacionan este tema con la estafa de la centralización del poder en manos del gobierno. En Inglaterra se anunció el debilitamiento de los objetivos “cero netos” y un retraso de media década en la prohibición de la venta en automóviles de gasolina. En Francia, se han dado manifestaciones contra los altos precios del combustible. La constante en todo esto, el tema de la transición energética está completamente politizado.
Michael Jacobs de la Universidad de Sheeld en Gran Bretaña indica que pese a las reacciones en contra de la transición verde, el contexto actual tiene cinco situaciones favorables. Primero, China el principal emisor de gases de efecto invernadero está analizando la descarbonización y se encuentra invirtiendo en energía solar y eólica. Segundo, Estados Unidos el emisor secundario, ha avanzado en temas ecológicos durante el mandato de Joe Biden (2021-2025). Tercero, Brasil ha hecho a optado por quitar del poder al ex presidente Jair Bolsonaro quien estaba a favor de la deforestación de la selva tropical. Cuarto, Australia ha abandonado al ex primer ministro Scott Morrison, quien favorecía las emisiones de carbono. Quinto, una parte considerable de las emisiones están sujetas al precio del carbono (dato crucial 1).
En la población hay quienes cuestionan sobre si el origen del cambio climático se encuentra en el humano y otros critican duramente las políticas verdes debido a los altos costos que conllevan y que afectan a la población. Sin embargo, existe un aumento en la conciencia sobre los daños en el cambio climático, pero siguen siendo renuentes al pago de mayores impuestos (dato crucial 2 y 3).
Desplazamiento
La apreciación que se tenga sobre el cambio climática está influenciada por las corrientes políticas de los países (dato crucial 4). Por ejemplo, en naciones democráticas desarrolladas, el análisis del cambio climático se ve perjudicado por políticos populistas que exageran los problemas reales mediante el discurso de que las políticas públicas impulsadas por las élites sociales, son ajenas a las necesidades de la población que usa medios de transporte comunes como el automóvil y bicicletas, esto hace que el populismo atente contra la política climática correcta mediante tres vías:
Primero los políticos populistas mantienen una posición de incredulidad hacia los científicos porque desestiman la capacidad de la población para su toma de decisiones.
Segundo, también son desconfiados a los exhortos de las instituciones globales y extranjeras en materia climática puesto que se ven influenciados por los nacionalismos como el rechazo a los productos chinos, y a su vez, porque los subsidios para la transición disminuyen la competitividad de las empresas.
Tercero, los populistas generan desinformación e inseguridad al considerar que las medidas para la transición energética conspiran en contra de la vida pública, por lo que lo consideran una imposición y un atentado en contra la calidad de vida, lejos de ser un beneficio.
En Estados Unidos si Donald Trump nuevamente queda a cargo de la presidencia generaría dificultades en el camino hacia reducir las emisiones, debido a que abandonaría el Acuerdo de París y las órdenes ejecutivas relacionadas con las emisiones de metano, lo que le quitaría el liderazgo en el campo del cambio climático. Sin embargo, no eliminaría la ley climática Inflation Reduction Act impulsada por Joe Biden –actual presidente de Estados Unidos– porque conlleva a subsidios importantes que benefician a la población. No obstante, también puede verse mermada por autoridades burócratas que obstruirían su implementación.
En el caso de Europa los partidos populistas pueden influir en la economía a través de las decisiones tomadas por los gobiernos en el presupuesto, porque requieren el apoyo de los populistas para su aprobación, tal como ocurre en Suecia (dato crucial 5). Donde los populistas y una pequeña parte de la población (4%) no consideran una amenaza importante el cambio climático, además de querer obtener combustible a precios bajos, porque los altos dificultan la vida de la población.
La decisión correcta
En Alemania, el partido de derecha llamado Alternativa para Alemania (AFD por su sigla en alemán) ha tenido un auge en encuestas porque critica las políticas energéticas implementadas por el Partido Verde. Debido a que este último, promulgó como obligación la calefacción doméstica ecológica en un contexto donde eran insuficientes los trabajadores capacitados para instalar las bombas de calor. Otro partido de derecha ubicado en Baviera llamado Unión Social Cristiana (CSU por su sigla en alemán), también está en contra del Partido Verde, diciendo para The Economist, que lo único que hacen el Partido Verde son leyes que prohíben
No es su taza de té
En Gran Bretaña, el actual primer ministro Rishi Sunak, está a favor de frenar emisiones de gases de efecto invernadero pero olvida que su partido nunca ha definido qué ruta se seguirá para frenar las emisiones. Aún así, Sunak insiste que las medidas implementadas para enfrentar la situación climática no contienen rasgos democráticos sobre cómo conseguirlo, aunado a los altos costos que conllevan. Por eso mismo, hizo la propuesta de derogar planes que no se habían tomado en cuenta como los impuestos al consumo de carne, uso compartido de automóviles obligatorio y la clasificación de basura (dato crucial 6).
La nota menciona que sumado a los obstáculos políticos, también se desalentaría la inversión por la baja confianza generada.
El rechazo a lo verde surge cuando los ambientalistas se exceden en sus políticas generando un descontento en la población, tal como ha sucedido en Países Bajos cuando el gobierno optó por medidas climáticas que penalizaran a las granjas que emitían grandes cantidades de nitrógeno –elemento que no es un gas de efecto invernadero por si mismo– pues amenazan reservas naturales si se presenta en grandes cantidades.
Las elites sociales consideran que los gobiernos en vías de desarrollo, si bien quieren atraer inversiones que promuevan la transición energética, no son en realidad un tema prioritario. Esto sucede así porque la población de estos países es delicada ante los cambios en el costo de vida a comparación de los países desarrollados, lo que genera hostilidad ante políticas ambientales que puedan afectar sus finanzas personales. Así, esto genera dificultades para frenar el uso de combustibles fósiles junto con subsidios para seguirlos generando (dato crucial 7).
En este sentido, debe considerarse que los subsidios son cuantiosos y dañan al medio ambiente, y rara vez hace que los gobiernos termine deshaciéndose de los combustibles fósiles. Tal como lo hace Nigeria, donde el presidente Bola Tinubu optó por eliminar el subsidio del combustible para vender la gasolina a precios inferiores a los del mercado, no con el fin de ayudar a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (dato crucial 8); y sin embargo, conforme los precios del petróleo aumenten, cabe la posibilidad de volver a plantear el subsidio en la nación africana.
Por otro lado, la situación de India e Indonesia en la transición energética ha optando por quemar más combustibles fósiles a pesar del objetivo de convertirse en potencias verdes en el futuro en combustibles verdes como el hidrógeno. Sin embargo, la reducción de impactos ambientales es una meta a segundo plano porque el fin principal es la seguridad energética (dato crucial 9).
Brasil es el país en vías de desarrollo que más ha mejorado en perspectiva verde, porque a partir del inicio de mandato del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva a principios del 2023, ha logrado disminuir la deforestación de la selva Amazonas. Sin embargo, se complica la perspectiva verde porque el mandatario apoya la iniciativa de la empresa petrolera brasileña Petrobras, la cual busca aumentar la producción de petróleo y además, el Congreso Brasileño ha limitado los poderes del Ministerio de Medio Ambiente (datos cruciales 10 y 11).
Sembrando descontento
La mayoría de países en vías de desarrollo visualizan como algo lejano los objetivos de cero emisiones, aunque para muchos la preocupación radica en los daños que ha generado el cambio climático, por ejemplo, el calor extremo y las lluvias en India. (dato crucial 12).
La tecnología y sus innovaciones tiene una relación estrecha con las acciones climáticas. Sin embargo, lo que dificultará es la rapidez con la que se den porque muchas de las tecnologías verdes necesitan una fuerte inversión inicial, lo que se complica en un contexto de altas tasas de interés a nivel mundial, lo que afectará principalmente a las regiones pobres como África (dato crucial 13).
1) En 2021, un organismo internacional de la Agencia Internacional de Energía estimó que 50% de las reducciones necesarias para alcanzar el cero neto para 2050, tendrían su origen en tecnologías aún no vigentes. Sin embargo, en septiembre de 2023, dicha cifra se redujo a 35%.
2) La gráfica 1 demuestra que en encuestas realizadas en 12 países desarrollados tomados por el grupo de investigadores de Pew Research Center (conocido como PEW), se demuestra que la cantidad del total de entrevistados considera el cambio climático una amenaza importante. Además, se puede notar que los países con una mayor conciencia son Italia, Japón y Corea del Sur, aunque en este último no se incrementó potencialmente de 2013 a 2022, como sí fue el caso de Inglaterra, Francia y Polonia.
3) En la gráfica 2 se pueden apreciar los resultados de una encuesta en 29 países realizada por la multinacional de investigación de mercados y consultoría Ipsos, donde se demuestra que 30% de los entrevistados estarían dispuestos a pagar impuestos extras que influyan de manera positiva en el cambio climático. Donde los principales tres países son India, Indonesia y Turquía, mientras que los más renuentes son Italia, Canadá y Japón.
4) La gráfica 3, demuestra que en 14 de los países desarrollados encuestados por Pew, las personas partidarias de la corriente política derecha, tenían menos posibilidades de visualizar el cambio climático como una amenaza importante a comparación de los partidarios de la izquierda. En Australia, Canadá, Alemania, Países Bajos y Suecia la brecha fue muy grande: entre 22 y 44 puntos porcentuales, y en Estados Unidos fueron 63 puntos. Una nueva encuesta de YouGov firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos basada en Internet para The economist encontró que 87% de los votantes de Biden creían que el cambio climático era causado por la actividad humana, sólo 21% de los votantes de Trump estaban de acuerdo.
5) En Suecia, donde 4% representa a la población que considera al cambio climático como “no es una amenaza”, la coalición gobernante de centroderecha ha recortado los impuestos a los combustibles fósiles varias veces durante el año pasado. Una razón es que no puede aprobar un presupuesto sin el apoyo de los populistas Demócratas Suecos, que tienen el 20% de los lugares parlamentarios.
6) Reino Unido representa menos de 1% de la población, por lo que surge la interrogante sobre si los ciudadanos deben sacrificar más que otras poblaciones mayores.
7) Dicha hostilidad dificultad de recortar los subsidios a los combustibles fósiles, que ascendieron a la asombrosa cifra de 1.3 billones de dólares (1.3% del Producto Interno Bruto (PIB) total mundial en 2022, según el Fondo Monetario Internacional).
8) En 2022 costó 10 000 millones de dólares, lo que dejó a la empresa petrolera estatal sin nada para el gobierno federal, del que suele ser el mayor financiador. La abolición del subsidio libera miles de millones para servicios públicos, con el feliz efecto secundario de reducir las emisiones.
9) La estrategia de hidrógeno verde del año pasado menciona un plan para ser “energéticamente independiente” para 2047 antes del objetivo de alcanzar el “cero netos” para 2070. Y a pesar de la moratoria sobre las nuevas plantas de carbón, la producción de carbón de la India creció 14.8% en 2022.
10) La deforestación en la Selva Amazonas, en los primeros ocho meses del 2023 cayó 48% en comparación del mismo periodo de 2022, cuando se encontraba el ex presidente Jair Bolsonaro, quien promovía la tala de árboles.
11) El actual presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva apoya la iniciativa de Petrobras sobre aumentar la producción de petróleo de 2.9 millones de barriles por día a 5.2 millones para 2030.
12) Según una encuesta de la Universidad de Yale, 74% de los indios, dice haber experimentado los efectos del calentamiento global, frente a 50% entrevistado en 2011, debido al calor extremo y las lluvias, situación que ha empeorado en los últimos años, dice Shiv Kumari, un trabajador agrícola en Delhi cuyos campos se inundaron en el verano de 2023. Dichas afectaciones se traducen en un mayor apoyo a políticas verdes. 55% de los indios dice que India debería reducir sus emisiones inmediatamente sin esperar a que otros países actúen, frente a 36% en 2011.
13) Si África paga un interés de 15%, la energía eólica y solar no son más baratas que los combustibles fósiles para generar electricidad, aunque sí a 7% u 8%”, dice el profesor Nicholas Stern de London School of Economics . Por eso se sugiere potenciar a los prestamistas multilaterales para que atraigan otras fuentes de financiación.
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La transición hacia un mundo verde tiene impliaciones políticas, económicas y sociales. Por lo que las acciones y discursos de los dirigentes de las naciones influyen de manera importante en la población, además la tecnología y sus innovaciones estarán estrechamente relacionadas con el combate a la destrucción del medio ambiente.