La crisis ambiental provocada por las actividades del hombre ya se ha aceptado. Múltiples naciones ya se han dado cuenta del impacto que el hombre tiene en el ambiente pero sin llegar a soluciones concretas. Entre las soluciones planteadas se encuentra la transición ecológica (especialmente la transición energética) la cual genera un gran debate incluso dentro de los movimientos ecologistas porque una transición implica el cambio radical de la producción capitalista.

¿Qué es una transición ecológica?

Una transición ecológica es una transformación socioeconómica que permite que las personas –que son explotadas, marginadas y humilladas– tengan una vida digna, al tiempo que se convive en armonía con otras formas de vida en la biosfera. Un indicador de la transición ecológica es la disminución del ecocidio y genocidio actual.

La humanidad no solo se enfrenta a una crisis climática, sino que vive una crisis sistémica global en el que el sistema capitalista se basa en un modelo de crecimiento con recursos finitos; dicho de otro modo, el actual sistema no toma en cuenta que los recursos se están agotando. Además, los medios de producción no se responsabilizan de sus costos, sino que los externalizan, de manera que los lugareños son quienes pagan los costos ambientales. De ahí que si este modelo no cambia, no habrá ningún avance tecnológico o ambiental que frene la crisis actual. En tal sentido, las pronósticos estiman que las consecuencias más drásticas del calentamiento global se van a presentar durante la segunda mitad del siglo XXI, bajo un panorama optimista.

¿Pesimismo energético injustificado?

Las nuevas tecnologías también generan un estancamiento en las soluciones al cambio climático, puesto que siguen utilizando recursos fósiles para su fabricación. Conflictos como la guerra en Rusia y Ucrania están utilizando los combustibles fósiles para continuar con los enfrentamientos armados. Junto con eso, el desarrollo de la energía nuclear tiene diversos puntos a favor y en contra, ya que no solo se ve el desarrollo de esta tecnología para la obtención de energía, sino también por la relación que tiene con las bombas atómicas.

Adición en vez de reemplazo

Las energías renovables suelen verse como una fuente para sustituir a la energía proveniente de combustibles fósiles. Sin embargo, los expertos señalan que las energías renovables en lugar de estar reemplazando a las energías fósiles solo se están añadiendo al catálogo de los diferentes tipos de fuentes de energía. Esto se debe a que las emisiones de gases de efecto invernadero continúan al alza, a pesar de los esfuerzos por la transición hacia las energías renovables. Además, también influye el aumento de la demanda de energía a nivel mundial, lo que hace que las energías renovables solo ayuden a cubrir dicha demanda sin reemplazar a la energía de combustibles fósiles (dato crucial 1). Esto significa que si no se reduce la demanda de energía y a su vez de materiales, no va a ser posible llegar a una transición energética.

Lo llaman transición y no lo es

El retardismo climático es un concepto que indica como ciertos individuos niegan y evitan la toma de acciones urgentes para la mitigación y efectos del cambio climático. Algunas de sus razones tienen fundamentos legítimos y otras no, como por ejemplo el no renunciar a sus beneficios si se lleva a cabo una transición energética. Entre las razones legítimas se encuentra el “renovables sí, pero no así”, una frase que critica de cierta forma la manera en la que se lleva a cabo la transición energética.

Una trampa civilizatoria

Una de las principales problemáticas de la transición energética consiste en los años de atraso de las investigaciones (dato crucial 2). Otra de las problemáticas es que para el desarrollo de las energías renovables es necesaria la utilización de los combustibles fósiles (dato crucial 3), de manera que para desarrollar los medios para el funcionamiento de las energías renovables se crea una dependencia y por lo tanto, una mayor demanda de carbón (dato crucial 4).

Otros autores mencionan que es prácticamente imposible el desarrollo de energías renovables sin la presencia de los combustibles fósiles. Nadie ha sido capaz de desarrollar energías verdes sin carbón, y en caso de que lo hicieran, podría ser contraproducente, ya que se utilizaría más energía para su desarrollo que la energía que se produciría. También se hace mención de como las energías renovables solo son una extensión de las energías por combustibles fósiles, ya que también liberan dióxido de carbono, aunque en menor proporción. La fabricación de los recursos utilizados para las energías renovables necesita indudablemente de los combustibles fósiles (dato crucial 5).

Recetas factibles frente a tecnologías viables

Las energías renovables no son una tecnología totalmente limpia, ya que para su funcionamiento necesitan materiales que su fabricación es a través de la utilización de los combustibles fósiles. Esto implica que, a pesar de la utilización de energías renovables se continúe liberando gases de efecto invernadero como consecuencia de la fabricación de materiales como las células fotovoltaicas. Otra problemática relacionada al uso de energías renovables se debe a la vida útil de materiales como los aerogeneradores y las células fotovoltaicas, los cuales tienen una vida útil entre 2 y 3 décadas. De manera que en poco tiempo se tendrían que sustituir dichos materiales.

En este punto, es importante hacer una diferenciación entre las llamadas recetas factibles y las tecnologías viables. El primer concepto hace referencia a las cosas que se saben hacer, mientras que la segunda habla de recetas factibles pero que están autosostenidas por un proceso de alimentación básico. Estas tecnologías viables tienen la capacidad de ser autorreproducibles y durables. Algunos autores mencionan que a lo largo de la historia solo han existido dos tecnologías viables, el control del fuego y la máquina de vapor, tecnologías con base en los combustibles fósiles. Esto plantea si existe la posibilidad de una nueva tecnología viable.

Alcanzar una economía totalmente renovable implicaría una disminución de la población, un nivel de vida más bajo y una economía más pequeña y menos productiva porque la cantidad de energía generada sería menor.

Dejar ir

Para alcanzar la transición ecológica es necesario que haya un decrecimiento económico en el que la demanda de energía también disminuya de manera significativa. Hablando específicamente del Norte global, es importante que ellos renuncien a sus prácticas de explotación y apropiación de la naturaleza.

También es necesario que se de un cambio en el modelo de civilización, en el que la población respete los límites ecológicos planetarios, para respetar y cubrir las necesidades de todas las personas.