Damian Carrington es editor de medio ambiente en The Guardian.

El cambio climático se está haciendo presente en todo el mundo, un claro ejemplo de lo anterior es el clima en México, pues cada día se presentan cambios bruscos de temperatura y lo más preocupante es que las autoridades no le han dado la visibilidad y relevancia necesaria para tratar la problemática.

Cerezo Mota, experta en modelos climáticos de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, escuchó a expertos en una reunión en Singapur en donde explican la relación que existe entre los incendios, las tormentas, el aumento de las temperaturas, entre otras consecuencias ambientales.

La activista expresó su lucha contra la depresión mientras sigue adelante con su trabajo de concienciación sobre el cambio climático. Vive en Mérida, donde experimenta temperaturas extremas que han llevado a muertes en México, asimismo, critica la falta de acción gubernamental para evitar la destrucción causada por el cambio climático y duda de que se logre mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1.5°C.

Una encuesta realizada a cientos de expertos en clima revela un sombrío panorama: 77% cree que las temperaturas globales superarán 2.5°C por encima de los niveles preindustriales, con casi la mitad de ellos previendo un aumento de más de 3°C. Solo un pequeño porcentaje, 6%, cree que se cumplirá el límite de 1.5°C.

Los científicos expresan sentimientos de desesperación, angustia y desesperación ante la falta de acción urgente para abordar la crisis climática. A pesar de los daños ya causados por el calentamiento global, el futuro aún puede ser moldeado por decisiones políticas, financieras, tecnológicas y sociales.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por su sigla en inglés), establecido por las Naciones Unidas en 1988, convoca a miles de expertos para producir informes autorizados sobre el cambio climático, estos informes son considerados cruciales y se aprueban por todos los gobiernos. Con seis informes en 35 años, el IPCC representa uno de los esfuerzos científicos más importantes en la historia de la humanidad.

El IPCC ha realizado un exhaustivo análisis climático y ha emitido recomendaciones seis veces en 35 años, representando uno de los esfuerzos científicos más significativos de la historia. The Guardian contactó a 843 autores y editores de informes del IPCC desde 2018, obteniendo respuestas de 380. Los expertos prevén un aumento de temperatura global de 3°C debido a la falta de medidas adecuadas. Predominan sentimientos de miedo y frustración entre los científicos, quienes anticipan un futuro doloroso y especialmente para los países del sur global, criticando la insuficiente respuesta mundial.

Camille Parmesa del centro de ecología del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS por su sigla en francés) estuvo a punto de darse por vencida en este tema hasta que notó el interés de muchos jóvenes activistas en la cumbre climática de la ONU en Copenhague en 2009, al igual que la frustración de expertos del IPCC los cuales se encontraban así debido a la nula conciencia de la gravedad de esta situación por parte de la población mundial.

Joeri Rogelj del Imperial College de Londres afirma que el cambio climático es una realidad ineludible y que los desafíos para enfrentar sus consecuencias y aplicar soluciones seguirán aumentando.

El IPCC, publicó un Informe Especial sobre el Calentamiento Global de 1.5 °C, con el objetivo de limitar el calentamiento a esa temperatura; fue establecido por una alianza de pequeños estados insulares vulnerables, ya que el objetivo anterior de 2 °C ponía en riesgo su supervivencia debido al aumento del nivel del mar y tormentas.

Fue adoptado en la cumbre climática de la ONU en París en 2015 y fue visto como un logro multilateral importante y usado como estándar para minimizar el daño climático, sin embargo, muchos expertos del IPCC consideran que este objetivo ya no es alcanzable. Jonathan Cullen de la Universidad de Cambridge afirmó que el objetivo de 1.5 °C siempre fue un juego político inalcanzable.

La emergencia climática ya está presente, y un aumento de sólo 1 °C ha intensificado el clima extremo, causando olas de calor mortales en diversas regiones. Se percibió un incremento de 2 °C y eventos como la ola de calor del noroeste del Pacífico en 2021 se volverán mucho más probables. En dado caso de que se diera un aumento de 2.5 °C a 3 °C o más llevaría al mundo a un territorio inexplorado con impactos globales, incluyendo picos en precios de alimentos, rupturas en las cadenas de suministro y migraciones masivas. Un estudio sugiere que un aumento de 2.7 °C sacaría a 2 mil millones de personas del “nicho climático” de la humanidad.

La última evaluación del IPCC advierte sobre impactos como pérdidas irreversibles en la selva amazónica, daños por inundaciones cuadruplicados y miles de millones de personas más expuestas al dengue. En el escenario de que la temperatura supere los 3 °C de calentamiento, ciudades como Shanghái y Miami quedarían bajo el nivel del mar.

Expertos en el tema, destacan la amenaza existencial del cambio climático, con potencial para destruir la sociedad y causar millones de muertes por hambre, guerras y desplazamientos y advierten sobre los costos enormes de protección y recuperación de desastres climáticos, sin dejar de lado que la producción de alimentos ya muestra impactos iniciales. Además, los puntos de inflexión climáticos, como el colapso de la capa de hielo de Groenlandia y la selva amazónica, representan riesgos significativos que la mayoría no percibe.

La respuesta mundial a la crisis climática es lenta e inadecuada principalmente por la falta de voluntad política, señalada por casi tres cuartas partes de los expertos del IPCC, y los intereses corporativos, mencionados por el 60%. Lorraine Whitmarsh de la Universidad de Bath resalta que estos factores impiden abordar adecuadamente esta amenaza existencial para la humanidad.

Sólo 27% de los científicos considera la falta de dinero como una preocupación, lo que sugiere que la financiación para la transición ecológica está disponible y apenas un 6% y un 4% de los encuestados mencionaron la falta de tecnología ecológica o de comprensión científica como problemas significativos.

Louis Verchot del Centro Internacional de Agricultura Tropical en Colombia enfatiza la necesidad de cooperación global para enfrentar el cambio climático, lamentando que se haya convertido en un tema político polémico. Dipak Dasgupta, economista, destaca el pensamiento a corto plazo de gobiernos y empresas como un gran obstáculo, abogando por una planificación climática a largo plazo que trascienda los ciclos electorales.

Muchos científicos afirman que enfrentar el caos climático requerirá un mayor enfoque en la protección de las personas contra los impactos inevitables, pero la política sigue siendo un obstáculo. Shobha Maharaj de Trinidad y Tobago destaca la falta de voluntad política para destinar fondos a la adaptación, a pesar de la disponibilidad de trillones de dólares durante la pandemia.

La influencia de las empresas de combustibles fósiles y petroestados ricos es una barrera significativa, ya que sus intereses económicos prevalecen sobre la acción climática. Lincoln Alves del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil y Stephen Humphreys de la Escuela de Economía en Londres, señalan que las naciones priorizan estos intereses, lo que lleva a un futuro donde los vulnerables sufrirán mientras los adinerados intentan protegerse del aumento del nivel del mar.

La desinformación es una preocupación importante, polarizando a la sociedad y dificultando la comprensión pública del riesgo climático. Ralph Sims de la Universidad Massey de Nueva Zelanda advierte que la magnitud del problema no se comprende bien, lo que resultará en millones de refugiados ambientales, fenómenos meteorológicos extremos y escasez de alimentos y agua antes de que se acepte la urgencia de reducir las emisiones, lo cual podría ser demasiado tarde.

Esteban Jobbágy de la Universidad de San Luis, Argentina señala que la solidaridad global puede superar cualquier crisis ambiental, pero las crecientes desigualdades sociales son el principal obstáculo. Aditi Mukherji del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional, en Francia critica a los países ricos por acaparar el presupuesto de carbono y destaca su responsabilidad de reducir emisiones y financiar acciones climáticas, con un costo estimado de un billón de dólares anuales por el gobierno indio. El consumo excesivo en los países ricos también es una barrera, según un científico estadounidense, quien lamenta que el capitalismo fomente este comportamiento.

Maisa Rojas, científica del IPCC y ministra de Medio Ambiente de Chile, enfatiza que actuar contra el cambio climático puede ser beneficioso con el apoyo estatal adecuado. Muchos de sus colegas y ellas consideran que el aumento de la temperatura global se puede limitar a 2°C debido a la adopción de tecnologías ecológicas, como energías renovables y coches eléctricos., asimismo se vieron oportunidades en la adaptación a los cambios climáticos para una vida más inclusiva y equitativa además de la reducción de la pobreza y vulnerabilidad, la provisión de mejores viviendas, agua y electricidad limpia y confiable.