Lilia Albert es Maestra y Doctora en Ciencias Químicas por el CINVESTAV-IPN.

Marisa Jacott es sociologa y Maestra en Estudios Latinoamericanos.

En México han ocurrido emergencias químicas, las cuales han sido sostenidas por situaciones similares alrededor del mundo, como se comentarán en los siguientes párrafos. A raíz de estos eventos, se han implementado cambios en la legislación de muchos países para prevenirlos y responder adecuadamente a sus consecuencias. Desde 1975, se han registrado tres emergencias químicas significativas:

En 1976, en Seveso, Italia, se esparcieron sobre hectáreas pobladas productos químicos que contaminaron el medio ambiente de la zona. Desafortunadamente, aún no se conoce la cantidad exacta de personas afectadas debido a la falta de información sobre los efectos de estos productos en el cuerpo humano. El segundo desastre ocurrió en India, donde más de 3000 habitantes perdieron la vida. Además, el daño colateral en la zona persiste hasta hoy.

El tercer percance ocurrió en 1984 en San Juanico, Estado de México dónde hubo explosiones en una planta de Petróleos Mexicanos (Pemex), permitiendo que los vapores de estas detonaciones se expandieran. Este desastre fue causado por un incendio que inició por la mañana, desatando las exposiciones las cuales alcanzaron hasta 2 km de altura trayendo consigo la inmediata muerte de alrededor de 800 personas por las quemaduras e intoxicación y 2000 heridos. Según investigaciones este accidente fue causado por la mala ubicación de la planta, la cual era cercana a casas de habitación además del error humano.

Posterior a este evento, se creó la Unión Popular Ixhuatepec (UPI) la cual exigía la salida de las compañías gaseras y de las diferentes plantas de Pemex de la zona, no obstante, no tuvieron tanto éxito y sigue siendo uno de los sitios de alto riesgo debido a que después de estas grandes explosiones siguieron más, quedando claro que no existe la presencia de las autoridades en estos desastres que acaban con la vida de inocentes.

Situación en México

A pesar de que el pueblo mexicano ha enfrentado numerosas situaciones, no se han implementado cambios significativos para prevenir estos casos. Se tiene registrado que ocurren aproximadamente 600 emergencias relacionadas con sustancias peligrosas para la salud al año, y se afirma que "están resueltas o bajo control". Sin embargo, esto no se debe a investigaciones detalladas por parte de las autoridades, sino a que estas situaciones son olvidadas y no se les da un seguimiento continuo para evitar futuros imprevistos.

La ausencia de un programa de prevención ha traído consigo consecuencias para la salud de los habitantes de las áreas afectadas y daños al medio ambiente, lo que implica la violación de los derechos humanos de las comunidades perjudicadas.

En 1991 se presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Esta institución recomendó a las autoridades regular a la empresa responsable del incidente, reparar los daños, proporcionar atención médica a los afectados y que la ecología médica llevara un registro detallado. Sin embargo, ninguna de estas recomendaciones fue implementada y, con el cambio de administración, el asunto fue olvidado.