Energías renovables realmente renovables (R3E)
Gónzalez, Luis [2024], "Energías renovables realmente renovables (R3E)", Nuestra Bandera. Reflexiones críticas en torno a la transición energética, (262): 47-54, Madrid, https://pce.es/media/uploads/2024/05/14/e5cfa71940f04c77872ecdea8a2ef557...
Luis González Reyes es doctor en ciencias químicas y miembro de Ecologistas en Acción. Actualmente es parte de Garúa S. Coop. Mad., donde se dedica a la formación y la investigación en temas relacionados con el ecologismo y la pedagogía.
La causa de la crisis energética no es los límites ambientales
Para González es evidente que el sistema capitalista se encuentra en una crisis energética. Esta se evidencia por el rebasamiento del pico de extracción del petróleo (desde 2018) y el uranio, al igual que los pronósticos que indican que sucederá lo mismo tanto con el carbón como con el gas en los próximos años. Un pico de extracción refiere al límite del flujo de extracción (alcanza su cenit, de ahí la extracción se vuelve más costosa en términos técnicos y económicos). Pero la crisis energética no se explica de primera mano por el rebasamiento de estos picos sino por el traspaso de los límites planetarios. Esta crisis demuestra que el capitalismo no está adaptado a las características de la biosfera; tampoco es que pueda prescindir de ellas.
La razón de esta inadaptación yace de que el capitalismo ha roto con las restricciones que compartía con sistemas antecesores. En tal perspectiva, la base material (tierras, ganado, oro) fue combinada con la creación de dinero ilusorio (el crédito); al mismo tiempo, se sustituyó la base energética renovable por una fósil. Sobre el particular, los combustibles fósiles le han permitido al presente sistema contar con una base energética barata (específicamente los combustibles fósiles poseen una Tasa de Retorno Energético (TRE) alta; es decir, con poca masa y volumen proveen de mucha energía), altamente disponible, fácilmente almacenable y transportable; no menos importante, una gran versatilidad en cuanto a usos.
Lo anterior le permitió al sistema capitalista contar con la capacidad para satisfacer su necesidad de expansión continua. Una necesidad que indica Gonzáles se explica por la competitividad imperante en el capitalismo, requisito necesario para que los entes económicos no quiebren (o sean absorbidos), así pues continúen dotando de los bienes necesarios para la población, en tanto no haya una destrucción del empleo. De esta manera Gonzáles señala que la crisis energética “no es algo externo a nuestro sistema socioeconómico, sino que es consecuencia de él.”
Las energías renovables hipertecnológicas no son la solución a la crisis energética
Gonzáles introduce el término de “renovables hipertecnológicas” para designar a la base energética que pretende sustituir a las energías fósiles en el capitalismo. De esta suerte, estas vendrían a solucionar la presente crisis que más que energética es del sistema, de acuerdo con el autor; al mismo tiempo, también permitirían la perpetuidad del sistema. El significado de “renovables hipertecnológicas” hace referencia al uso de técnicas para aprovechar las energías renovables; en otras palabras, el uso de tecnología de punta para sacarles el mayor provecho.
Sin embargo, para Gonzáles esto representa una falacia porque las renovables hipertecnológicas tienen limites ambientales, técnicos y socioeconómicos. Límites que les impedirían fungir como la nueva base energética en el capitalismo.
• Límites ambientales: las energías renovables no poseen la misma TRE (también puede ser entendida como el cociente que resulta de la energía obtenida entre la energía invertida para conseguirla) que las energías fósiles (dato crucial 1). Aprovechar este tipo de energías requiere destinar un gran espacio para la instalación de infraestructura, pues es la única manera de concentrarla en cantidades considerables. En tal sentido, su infraestructura implica altos costos tanto de mantenimiento como de operación (por ejemplo, baterías de almacenamiento o bombas). Además, su almacenamiento no siempre es tan adaptable ni regular como las energías fósiles, puesto que su disponibilidad es estacional, en tanto estocástica; de ahí que se necesiten instalaciones que funcionen cuando otras no estén en disponibilidad de hacerlo. Considerando todo lo anterior, la TRE que se obtiene es baja en comparación con la TRE de las energías fósiles. Cuesta más obtener energía a partir de las renovables y esto no es compatible para el capitalismo.
• Limites técnicos: el autor señala que la energía solar obtenida de las energías renovables hipertecnológicas se presenta como energía eléctrica (dato crucial 2). Los problemas técnicos que de aquí yacen son la incapacidad de electrificación, representan una extensión más de las energías fósiles, en tanto su tiempo de vida útil es corto (25-40 años para la energía solar y eólica).
Gonzáles expone que las renovables hipertecnológicas son una alternativa muy pobre puesto que cuando las fósiles reduzcan considerablemente su oferta, las primeras se encontrarán en los límites de su vida útil. Para reinstalarlas, se tiene que considerar lo que implica la electrificación de todo lo que actualmente es movilizado con las energías fósiles (en ese aspecto, Gonzáles sugiere que sin el transporte ni la movilidad no habría globalización, mucho menos grandes ciudades).
En la actualidad no se cuenta si quiera con la tecnología para mover vehículos pesados de carga con electricidad; asimismo, de las baterías eléctricas que mueven vehículos más pequeños, éstos sólo representan 1% del parque móvil. De esta suerte que hacer una transición hacia la electrificación en el transporte, implica altos costos económicos, así como el uso necesario de combustibles fósiles (a eso sume, las TRE bajas consideradas en el punto anterior). De ahí que Gonzáles las considere una extensión de las energías fósiles porque dependen de éstas para su construcción, puesta en operación y mantenimiento. En términos estrictos no son renovables. Además, su construcción también utiliza materiales que se consideran escasos en la corteza terrestre (teluro, indio, estaño, plata, galio, litio, por mencionar algunos), por lo que su disponibilidad no se ajusta a la demanda del capitalismo.
• Límites socioeconómicos: en este punto Gonzáles extiende la explicación de por qué considera que la crisis energética –la crisis de las renovables hipertecnológicas– representa la crisis del capitalismo. En tal sentido, estas energías están completamente subsumidas a la reproducción del capitalismo. No se trata como tal de una transición energética porque su despliegue no está planeado para ser generalizado sino más bien estratificado.
De ahí que las renovables hipertecnológicas también representen a un oligopolio en el que la tecnología no es de acceso social (expresan su carácter colonial al situar su producción en las llamadas zonas de sacrificio). Así, su mercantilización y expansión busca el beneficio económico más que contribuir con la erradicación de la pobreza energética. A pesar de que esto represente la estrategia para continuar con el negocio de las energías fósiles, las renovables hipertecnológicas están lejos de tener las mismas propiedades que las fósiles.
Con todo lo anterior presente, las renovables hipertecnológicas resultarán exitosas en la medida en que el sistema continue con su expansión. La base energética es vital para esta tarea, por lo que los limites tanto ambientales como técnicos de estas energías no revelan un escenario prometedor. González señala que ni un despliegue masivo evitaría una caída del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, a lo que también se sumaría un incremento en el corto plazo de emisiones contaminantes.
La salida de la crisis energética requiere un cambio de sistema
Lo que propone Gonzáles para hacer frente a esta crisis es llevar a cabo la transición energética con energías renovables realmente renovables. Es decir, que no sean un extensión más de las fósiles; que no persigan la lógica capitalista de la expansión. De esta manera él indica que las energías renovables también deben de ser emancipatorias, R33 de aquí en adelante.
De esta suerte, las R3E deben distinguirse por:
• Construir de energías renovables hechas por energías renovables; energías que generen y sostengan el "entramado" de la vida (como lo hace la fotosíntesis). Energías que permitan cerrar los ciclos de la materia apropiadamente. Tal es el caso de la biomasa, el hierro o el granito.
• Que la infraestructura que cimiente a las R3E sea multipropósito. Es decir, que no sólo generen electricidad sino que también realicen tareas alternas. Tal es el caso de los molinos de agua de la Revolución Industrial. Incluso las R3E deben de considerar volver a convertir al humano y los animales en vectores energéticos.
• No son ajenas a la naturaleza, de hecho deben hacer sinergia con ella. Deben formar parte de la vida y no parte de su fenecimiento (como la navegación en vela que hace el uso de la energía del viento para moverse o la energía potencial generada por los ríos para mover a los molinos hidráulicos).
• Las R3E pueden además seguir el "principio de cosecha honorable" de las comunidades indígenas norteamericanas. Esta establece una racionalidad de la energía solar en favor de la expansión de la vida (sin un carácter especista). En cosecha honorable, se sabe que la disponibilidad no es infinita y se tiene que priorizar quienes necesitan más de la energía (por ejemplo, los hospitales) y quienes deberán acoplarse a los flujos naturales de la energía.
• Generar energías R3E emancipadoras a través del control comunitario que aseguren su expansión equitativa con el desarrollo de tecnologías sencillas, pero con cadenas de suministro menos complejas.
Gonzáles finaliza indicando que la transición energética no solo implica el cambio de la matriz energética sino que necesariamente está ligada con el cambio social, político y cultural. En mejores términos, se debe hacer un cambio completo en el sistema. El decrecimiento, según Gonzáles debería ser el enfoque a seguir.
1) Gonzáles expone que las energías renovables no son otra cosa que energía solar en distintos formatos. Por ejemplo, las energías eólica, hidráulica y de biomasa, son radiación solar concentrada. Así también las formas de vida compleja pueden actuar como vectores energéticos pues dependen y utilizan la energía solar para su cotidianidad; por ejemplo, considere que la fuente de la alimentación parte de la energía solar (en este caso se hace referencia a la fotosíntesis). En suma, el autor alude que la energía solar se encuentra presente no sólo en su forma clásica a través de la luz solar o las celdas fotovoltaicas que la concentran.
2) La electricidad representa cerca de 20% del consumo energético del ser humano. El resto (80%) no es encuentra electrificado.
Este texto presenta argumentos para sostener el argumento del por qué existe una crisis energética en el capitalismo. Contrario a lo que Occidente opina luego del incremento de la demanda del petróleo que aconteció por el fin de las restricciones establecidas durante la pandemia de COVID-19.
De esta manera, la trayectoria actual del sistema indica que el tecno-optimismo puesto en las energías renovables no tiene cómo satisfacer la demanda energética que impulso con las energías fósiles. No se trata de una crisis que tenga como restricción las fuerzas de mercado, sino que va más allá. Los límites ambientales y biológicos del planeta no se ajustan ni se ajustarán con el expansionismo capitalista.