The race to prevent satellite Armageddon
The race to prevent satellite Armageddon", The Economist, London, 29 de junio,https://www.economist.com/science-and-technology/2024/06/27/the-race-to-...
Los funcionarios estadounidenses se muestran preocupados ante la posibilidad de que Rusia este probando de forma secreta tecnología nuclear -mediante su satélite "Cosmos-2553"- en el espacio. El uso de armas nucleares sobre la órbita terrestre -prohibido internacionalmente- podría según la revista traer graves consecuencias: un pulso electromagnético, cuyo impacto puede destruir las redes eléctricas de todo el mundo ( financieras, de trasporté, comunicaciones, etcétera).
The Economist señala que el gobierno de Estados Unidos está buscando activamente proteger su infraestructura espacial ante este posible escenario, para lo que ha encargado a la empresa Micross Components (especializada en microelectrónica) el desarrollar nuevas tecnologías que puedan proteger los sistemas militares estadounidenses de la radiación de una hipotética detonación nuclear. La compañía ha desarrollado así una serie de MICROCHIPS llamada "Detector de Eventos Nucleares" (NED, por su sigla en inglés) capaz de detectar rápidamente los rayos gamma de una explosión y reducir practicante el tiempo de respuesta de los sistemas (para cortar o restablecer la energía).
Las preocupaciones sobre la situación han disparado la demanda y precio de los circuitos de MICROCHIPS NED, por lo que el artículo advierte el aumento general de los costos de la tecnología espacial (dato crucial 1). El temor a que Rusia utilice armas nucleares tácticas en Ucrania -a ojos de la revista- podría hacer que su uso se extienda también a satélites militares, vehículos y naves. A la par, otras empresas fabricantes de CHIPS y circuitos son llamadas a desarrollar más tecnologías de protección.
Otras agencias del Estado también se encuentran desarrollando importantes tecnologías junto a empresas privadas. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA, por su sigla en inglés), por ejemplo, desarrolla algunos programas para contrarrestar los efectos de la radiación sobre las señales de radio y los satélites -usando tecnología laser, menos vulnerable a la radiación, para transferir datos (dato crucial 2)- o para identificar satélites -para neutralizar un ataque utilizando Inteligencia Artificial (dato crucial 3)-.
Reconocer la potencial amenaza de un "satélite armado" entre los miles que se encuentran activos (dato crucial 4) es una cuestión de suma importancia -concluye The Economist-, más cuando se tiene en cuenta que su número incrementará en los próximos años. Sin embargo, finaliza, es probable que existan cada vez mas formas de reconocerlo mas allá de su peso, materiales, órbita y otras características. En estos casos el software puede ser una herramienta decisiva.
1) Equipar los satélites de geolocalización de Estados Unidos con la tecnología Detector de Eventos Nucleares (NED, por su sigla en inglés) ha aumentado su costo total en 1-2%.
2) En 2021 la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA, por su sigla en inglés) creo el programa Space-Based Adaptive Communications Node, seleccionando a Mynaric y Mbryonics, empresas especializadas en el diseño y fabricación de lentes ópticos, como sus contratistas y proveedores.
3) Slingshot Aerospace, empresa aeroespacial, utiliza fondos de la DARPA para desarrollar su programa de Inteligencia Artificial capaz de identificar satélites potencialmente peligrosos.
4) La gráfica 1 muestra el número de satélites en orbita y su distancia con respecto a la tierra (kilómetros de altura). El satélite ruso Cosmos-2553 se encuentra a 2 000 km (muy por encima de la mayoría). Se estima que existen 10 mil satélites activos en en la actualidad.
El conflicto a gran escala entre naciones por la hegemonía tecnológica y mundial también es rastreable al espacio. Ahí, los vínculos entre los estados (representados por las agencias de seguridad), las empresas trasnacionales y las nuevas tecnologías de punta (como la Inteligencia Artificial) se expresan de formas sumamente precisas, lo que las hace materia de nuestro estudio. Además, a través del artículo de The Economist, podemos visualizar de mejor manera como la guerra espacial y el riesgo existencial del desastre nuclear empuja y trastoca los limites del capital hasta fronteras insospechadas.