Climate change and the threat to civilization
Steel, Daniel, Tyler DesRoches y Kian Mintz-Woo [2022], "Climate change and the threat to civilization", PNAS, 119(42): e2210525119, https://doi.org/10.1073/pnas.2210525119
Daniel Steel pertenece a la Escuela de Población y Salud Pública y el Centro W. Maurice Young de Ética Aplicada de la Universidad de Columbia Británica.
C. Tyler DesRoches pertenece a la Escuela de Sostenibilidad y Escuela de Estudios Históricos, Filosóficos y Religiosos, Universidad Estatal de Arizona.
Kian Mintz-woo pertenece al Instituto de Filosofía y Recursos Ambientales, University College Cork, el Grupo de Equidad y Justicia y al Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, Austria.
Expertos como António Guterres (secretario general de la ONU), Sir David Attenborough (científico británico) o William J. Ripple (profesor de ecología), coinciden en que las acciones para frenar el cambio climático no han sido suficientes y mucho menos han sido correctas, por lo cual existen riesgos en los aspectos social, económico y ambiental. Estas afectaciones podrían conducir al colapso civilizatorio.
A pesar de que expertos como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) han emitido informes en los que se mencionan las consecuencias del calentamiento global, aún no se tiene información sobre las condiciones en las que la crisis climática amenazaría a la civilización, sino que solo se cuenta con el antecedente de las civilizaciones antiguas que han colapsado. Por tal motivo, es imperioso determinar mecanismos e incertidumbres asociados con el colapso climático.
Escenarios de colapso
De acuerdo con los autores, el colapso civilizatorio es definido como “la pérdida de la capacidad de la sociedad para mantener las funciones esenciales de gobernanza, especialmente el mantenimiento de la seguridad, el estado de derecho y la provisión de necesidades básicas como alimentos y agua. En consecuencia, el colapso podría originar problemas sociales como violencia, escasez y conflictos civiles. Dentro del colapso, existen 3 vertientes:
a) Colapso local: es provocado por el cambio climático en lugares específicos y vulnerables que no pueden adaptarse. No obstante existen otros elementos que intensifican los estragos de la crisis climática, ejemplo de ello son las guerras. Además existe una correlación entre los conflictos políticos y el colapso local, ya que mientras exista uno de ellos, aumenta las posibilidades de que suceda el otro.
b) Mundo roto: esta definición se deriva del libro sobre la ética y la política de un posible mundo postapocalíptico del filósofo Tim Mulgan. El mundo roto se refiere a colapsos urbanos o bien colapsos a nivel nacional, en donde aún se conservan algunos grandes centros urbanos y gobiernos nacionales. Las problemáticas principales en el mundo roto son la escasez de agua y alimentos. A diferencia del colapso local, el mundo roto cuenta con un mayor alcance, llegando a provocar el deterioro mundial del funcionamiento de los lugares no colapsados.
c) Colapso global: caracterizado por grandes áreas urbanas abandonadas, la desaparición de los Estados nacionales y la disminución de la población. Este tipo de colapso es una extensión del mundo roto, en dónde los pocos lugares que aún no habían sido afectados por el colapso comienzan a ser vulnerables para después ser dañados por nuevos problemas relacionados al clima. Este tipo de colapso se muestra como un proceso paulatino que se acrecienta a medida que el tiempo transcurre.
Asimismo, surgen consideraciones tanto éticas como científicas. En primera instancia las implicaciones éticas se traducen en que no todos los lugares son afectados de la misma forma (dato crucial 1). En segundo lugar, dentro de las cuestiones científicas se debe considerar que los estudios sobre colapso climático solo se han analizado de manera local, mas no se han estimado dentro del contexto global.
Mecanismos del colapso
Establecer escenarios catastróficos no implica una predicción, sino que tienen la finalidad de fungir como un escenario especulativo para poder enfrentar los daños. Tales daños se han clasificado en 3 tipos: impactos directos, retroalimentaciones socioclimáticas y vulnerabilidad a choques exógenos. Los impactos directos consideran las afectaciones que la agricultura, la disponibilidad de agua y otras bases esenciales de la civilización podrían sufrir a raíz de los fenómenos climáticos extremos, que a su vez pueden producir puntos de inflexión (dato crucial 2). Las retroalimentaciones socioclimáticas son causadas por las dificultades causadas por fenómenos climáticos extremos, como escasez de alimentos, que puede progresar en conflictos sociales y políticos. Por último, la vulnerabilidad a choques exógenos se deriva de las situaciones anteriores, en donde la civilización no se adapta a las adversidades, volviéndose más vulnerable ante el colapso por problemas como pandemias o guerras.
Debido a las referencias que se tienen de civilizaciones antiguas colapsadas, se concluye que su ruina no está ligada solo al cambio climático, sino al conjunto de problemas que se han desencadenado a partir de ello, en específico en cuestiones sociales. Lo anterior evidencia la falta de conocimiento que se tiene acerca de los mecanismos de colapso climático e investigación científica en los aspectos social, económico y político. Además, los discursos sólo han tomado los daños y colapsos, sin considerar que en la historia también existen casos de adaptación a los problemas ambientales, como en el caso de infraestructura especial para evitar los daños por el aumento del nivel del mar, o bien, el uso de energías limpias para el abandono de los combustibles fósiles.
Considerando lo anterior, la investigación debe sentarse en el estudio de la retroalimentación
socioclimática y los mecanismos exógenos de colapso climático con los factores sociales, económicos y políticos. Por otro lado, debe existir un análisis de los mecanismos de colapso en conjunto con los procesos de adaptación exitosa ante los problemas ambientales, así como el proceder económico-político dentro de una transición energética.
¿Riesgos graves?
Existen opiniones que consideran la imposibilidad de llegar al punto del colapso debido a la implementación de energía renovable que sustituye a los combustibles fósiles, o bien, a los compromisos climáticos con los que la temperatura del planeta no seguirá en aumento (dato crucial 3). Pese a que el uso de energías limpias o el compromiso de tener cero emisiones de carbono son medidas que se pueden tomar para hacer frente al cambio climático, el colapso aún es una amenaza latente (dato crucial 4). Esto se debe a que el riesgo por el aumento de temperatura persiste, aunado a que las políticas que adoptan los países son insuficientes (dato crucial 5).
Además, la lucha contra el cambio climático no solo implica reducir las emisiones de carbono, sino también que las emisiones negativas puedan suponer un problema en cuestión de tecnología o de economía.
En conclusión, aunque se asegura el colapso global, se debe considerar con la debida importancia por parte de la ciencia para conocer los mecanismos que inducen al desastre total en conjunto con estudios de civilizaciones pasadas que han colapsado y la adaptación. Por otra parte, aunque para algunos parezca dañino para la sociedad dar a conocer estos escenarios, no se deben omitir, porque finalmente es un tema que concierne a todos, en adición a que esto serviría para aquellos que niegan la existencia de la crisis climática.
1) Mientras que en Maldivas un aumento de la temperatura global media de 1.5 °C se considera como un riesgo de colapso intolerable, Canadá no lo considera así.
2) El aumento de la temperatura global de 2 °C desencadena un rápido colapso irreversible de las capas de hielo antárticas, liberaciones de metano del permafrost o muertes regresivas de los bosques.
3) Algunos suponen que lo dicho por el IPCC en relación a las altas emisiones carbono del siglo XXI son inverosímiles dada la disminución de los costos de la energía renovable. Por otra parte, una publicación de la revista Nature concluye que las promesas climáticas actuales, si se implementan plenamente según lo programado, pueden mantener el calentamiento global justo por debajo de los 2 °C.
4) El informe más reciente del Grupo de Trabajo I del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), contienen aumentos de 4 °C en el rango “muy probable” para el período 2081 a 2100, lo que amenazaría a la población.
5) En 2021 hubo un resurgimiento del uso del carbón hasta un máximo histórico. Además, la trayectoria de concentración de gases de efecto invernadero más alta del IPCC, RCP 8.5, sigue cerca de las observaciones y podría permanecer así si los ciclos de retroalimentación negativos, como las emisiones derivadas del derretimiento del permafrost y la muerte de los bosques, se activan antes de lo esperado.
En la actualidad el colapso civilizatorio aún no se aborda de manera correcta. En primer lugar, porque el colapso solo se tiene documentado en cuanto a civilizaciones antiguas. Por otra parte, aún sigue existiendo la idea de que se puede solucionar de manera fácil, cuando la realidad es que es una cuestión por demás compleja.
Es por eso la urgencia de que los científicos analicen las implicaciones que el cambio climático generará hacia la sociedad para que tal problemática se evite en medida de lo posible. Para lograrlo necesariamente se requiere la concientización del cambio climático y sus afectaciones a la población, así como la integración tanto de los factores climáticos así como de los factores sociales, políticos y económicos.