Cara Buckley es una reportera del equipo de clima de The New York Times que se enfoca en las personas que trabajan por soluciones climáticas.

En Iowa, Estados Unidos, la familia Faaborg, quienes iniciaron con la cría de cerdos desde 1991 y pese al esfuerzo e inversiones realizadas (dato crucial 1) para la construcción de establos y edificios dentro de la granja familiar, en 2020 surgió la necesidad de dejar este modo de vida. La familia recibió la ayuda de una organización sin fines de lucro para sustituir la cría de cerdos por cultivos de hongos. De acuerdo con la nota, esto a su vez también traería beneficios al medio ambiente así como a su modo de vida.

El cultivo de hongos sería utilizado para extraer tinturas medicinales y una mezcla de café. Entre los cambios que se realizarían en la granja se encuentran la modificación de un establo para producir hongos especiales, la plantación de árboles nativos y un campo para polinizadores, la restauración del cauce de un arroyo que se encontraba obstruido con sedimentos y la modificación a una laguna que se encontraba llena de excremento de cerdos. Tanner Faaborg, el segundo hijo mayor de Randy Faaborg, espera que esté cambio sea tomado como un ejemplo con el que otras granjas consideren posible cambiar la agricultura industrial por cultivos rentables y respetuosos con el medio ambiente, además de poder reconstruir comunidades abandonadas.

El inicio de la cría de animales en granjas industriales, que también se conoce como CAFO (concentrated animal feed operating ), lo realizó la familia tras su llegada a Iowa. Al llegar a esta localidad mantenían un estilo de vida en dónde ellos producían sus alimentos y vestidos, que sumado a los problemas económicos que tenían, decidieron pedir un préstamo con el que pudieran emprender el negocio; sumado al salario que Randy Faaborg tenía como soldador, sus ingresos incrementarían.

Aún con el negocio la situación de la familia era complicada pues la granja era muy absorbente por las grandes cantidades de cerdos que habitaban en ella (dato crucial 2). El proceso era repetitivo, se iniciaba con cría a los cerdos hasta que llegaran a cierta edad y peso, después enviarlos al matadero para así trasladarlos para su venta, posteriormente limpiar los establos para recibir nuevos cerdos, esto sin dejar de lado su rutina como ir a trabajar o ir a la escuela. Por otra parte, se produjo la problemática de que al ser muchos cerdos en un reducido espacio, los animales comenzaron a tener estrés, volviéndose agresivos.

El crecimiento de la industria afectó las granjas en medida que eran sustituidas por grandes empresas agrícolas (dato crucial 3), además la gran cantidad de granjas afectó el ambiente debido a los desechos de animales, los cuales producían gases de efecto invernadero y contaminación en el agua.

Debido a la trayectoria de Tanner Faaborg en Urban Ambassadors (una asociación civil sin fines de lucro dedicada a cuestiones ambientales) fue posible cambiar la situación de la granja. En primer lugar, se realizó la instalación de paneles solares para obtener electricidad. Después, a raíz de una reducción en las ganancias que la cría de cerdos dejaba (dato crucial 4), se asoció con el Proyecto Transfarmation, iniciativa de Mercy for Animals una organización para el bienestar animal, que ayuda a realizar el cambio de ganadería por cultivos especializados (dato crucial 5).

De acuerdo con Tyler Whitley quien es el director del Proyecto Transfarmation, se considera así mismo como un trabajador social agricultor. El equipo que él dirige se encarga de dialogar con los agricultores y ganaderos sobre sus granjas y los modos con los que pueden realizar transformaciones en ellas, asimismo hace un manejo de recursos con los que puedan iniciar sus proyectos (dato crucial 6).

Pese a los beneficios que los cultivos pueden traer, también existe un riesgo. En este sentido es necesario encontrar comprados para la gran cantidad de hongos que serán producidos. Por otra parte, para poder hacer esta transición se requiere de una gran inversión ( dato crucial 7). No obstante, la motivación que ofrecen los cultivos ayuda a dar continuidad a la transición.