El cambio climático está secando el Amazonas, el mayor río del mundo
Ionova, Ana [2024], "El cambio climático está secando el Amazonas, el mayor río del mundo", The New York Times, New York, 7 de octubre, https://www.nytimes.com/es/2024/10/07/espanol/mundo/amazonas-rio-sequia-...
Ana Lonova es una periodista que radica en Brasil y tiene amplia experiencia reportando en la selva amazónica; además, cubre noticias, política, cultura y justicia social.
El río Amazonas ha comenzado a secarse debido a las extremas sequías provocadas por el cambio climático (dato crucial 1). Debido a esta problemática, el gobierno de Brasil ha optado por hacer más profundo el Río para así, poder garantizar la afluencia de mercancías y personas aún en tiempos de sequía.
Debido a esta disminución de agua, se han presentado algunas dificultades sociales como el que los niños no puedan asistir a la escuela, no se pueda llevar a los enfermos a los hospitales, no haya suministro de medicamentos y no se pueda llevar agua potable a las aldeas lejanas. Incluso, se ha considerado para estas elecciones que en vista de que no se puede desplazar la población aledaña, se les envíen las máquinas para votar.
Las empresas han construido muelles flotantes en donde descargan los suministros de los contenedores, atendiendo la cadena de suministros (dato crucial 2).
El río Amazonas, el más caudaloso y largo del mundo, atraviesa cinco países y alberga una rica biodiversidad. Sin embargo, su caudal se ha visto afectado por condiciones extremas de sequía, exacerbadas por el cambio climático y la deforestación. Esto ha complicado el transporte fluvial en lugares clave como Manaos, una ciudad ubicada en el corazón de la selva tropical, donde las aguas poco profundas dificultan el atraque de los barcos de carga. Como solución, las autoridades brasileñas han decidido implementar un plan de dragado continuo durante los próximos cinco años para evitar que el río se vuelva intransitable, excavando los lechos de los ríos en varios tramos para permitir el paso de los barcos y mantener la cadena de suministro.
El dragado ha sido una medida de emergencia en el pasado, pero ahora se contempla como una solución a largo plazo debido a la previsión de sequías recurrentes. Esta intervención busca paliar los efectos de la disminución del nivel de las aguas, una consecuencia directa del aumento de las temperaturas, que en algunas zonas de Amazonía ya han subido 2% desde la década de 1980.
El dragado implica extraer sedimentos de zonas superficiales y depositarlos en áreas más profundas. Se espera que reduzca los efectos de la sequía sobre la navegación y la economía local. Sin embargo, algunos expertos advierten que este proceso podría tener efectos negativos en el medio ambiente, como la liberación de mercurio presente en los sedimentos debido a la minería ilegal y las alteraciones de ecosistemas acuáticos vitales para especies como los peces y las plantas acuáticas. Además, el dragado podría aumentar la turbidez del agua, afectando la fotosíntesis de las plantas acuáticas esenciales para el equilibrio ecológico del río.
El impacto del cambio climático y la sequía también está afectando a las comunidades amazónicas. La estación seca, que anteriormente duraba de junio a octubre, ahora se extiende durante un mes más; en tal sentido, la reducción de las lluvias ha dificultado la vida de las poblaciones rurales e indígenas. En regiones como Tauary, una aldea ribereña en el estado de Amazonas, la sequía ha aislado a las familias, que ya no pueden acceder a servicios básicos como el abastecimiento de agua, medicamentos o alimentos. Los ríos, las principales vías de transporte para estas comunidades, se han secado, lo que ha convertido los viajes en barco en difíciles travesías de varias horas por el lecho fangoso del río.
A pesar de los posibles daños ambientales, el dragado ha sido recibido como una medida de alivio para estas comunidades, que ven en la mejora de la navegación una oportunidad para superar el aislamiento. No obstante, algunos investigadores señalan que este plan no resuelve el problema estructural de la sequía, por lo que sugieren que la construcción de pozos de agua y sistemas de recolección de lluvia serían más eficaces para enfrentar la escasez de agua a largo plazo. A pesar de los riesgos, el dragado se ha convertido en una solución urgente ante la grave crisis que enfrenta el Amazonas, destacando cómo las condiciones climáticas extremas están cambiando la región, obligando a los gobiernos a tomar medidas drásticas para mitigar sus efectos.
1.-El nivel del agua en varios tramos del río Amazonas, que serpentea a lo largo de 6 400 kilómetros por América del Sur, descendió en septiembre de 2024 a su nivel más bajo jamás registrado, según datos del Servicio Geológico de Brasil.
2.- Amazonas es a la vez el río más caudaloso del mundo y el sistema fluvial más largo. Nace en los Andes peruanos y atraviesa cinco países antes de desembocar en el océano Atlántico. Alberga una rica variedad de vida acuática, como pirañas y delfines rosados de río. En algunas zonas, el río sigue siendo muy profundo —hasta 121 metros— y puede albergar transatlánticos.
La destrucción del ambiente afecta la región amazónica y muy particularmente, al río Amazonas. Aunque el artículo destaca los problemas de navegabilidad, también aparecen las consecuencias ecológicas y sociales de la devastación que sufre esa región del mundo. Junto con las regiones polares, Amazonía es el laboratorio en que los bucles de retroalimentación, el rebase de los puntos de inflexión y los efectos de cascada asoman sin que haya medidas gubernamentales o empresariales que puedan siquiera paliarlos.