Nuclear Fusion: Too late for the climate

Cita: 

Nicholas, Tom [2019], Nuclear Fusion: Too Late for the Climate, 30 de septiembre, https://tom-nicholas.com/blog/theconversation-fusion/

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Septiembre 30, 2019
Tema: 
Promesas futuristas frente a la destrucción ambiental: el dilema de la acción inmediata
Idea principal: 

    Tom Nicolás trabaja actualmente en [C]Worthy, una organización de investigación sin fines de lucro dedicada a desarrollar herramientas para verificar que los enfoques de eliminación de dióxido de carbono basados ​​en el océano serían efectivos y seguros.

    Trabajó como ingeniero de software de investigación y oceanógrafo en la Universidad de Columbia.

    Hizo un doctorado en física computacional del plasma para la fusión nuclear, en el Centro Culham para la Energía de Fusión, cerca de Oxford.


    La promesa de los conservadores de una "fusion nuclear" para 2040 es una ilusión

    El Partido Conservador de Reino Unido ha prometido desarrollar energía de fusión nuclear en las próximas décadas, destinando fondos a la investigación de reactores de fusión (dato crucial 1). Aunque la financiación es bienvenida, esta promesa es considerada poco realista como solución inmediata al cambio climático. La fusión nuclear, que imita el proceso energético del Sol, ofrece ventajas como la ausencia de residuos nucleares de alto nivel, cero emisiones de carbono y un menor riesgo de accidentes. Además, no depende de condiciones climáticas ni utiliza uranio enriquecido, lo que la hace atractiva. Sin embargo, el estado actual de la investigación indica que la fusión nuclear no estará lista a tiempo para contribuir significativamente a la mitigación del cambio climático, ya que aún enfrenta grandes desafíos técnicos y científicos. Por lo tanto, aunque prometedora, la fusión nuclear no es una solución viable a corto plazo.

    Fusión: por las estrellas, por ahora

    La investigación en fusión nuclear ha avanzado notablemente en las últimas décadas, mejorando la capacidad de confinar plasma de hidrógeno a temperaturas extremadamente altas, necesarias para que los núcleos de hidrógeno se fusionen y generen energía (dato crucial 2). Este progreso ha permitido un aumento significativo en la eficiencia del confinamiento del plasma, un paso crucial hacia la viabilidad de la fusión nuclear como fuente de energía.

    El próximo hito en este campo es el proyecto ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), una iniciativa internacional en la que participan varios países y que se está construyendo en el sur de Francia. ITER tiene como objetivo demostrar que es posible confinar plasma durante el tiempo suficiente y a una densidad y temperatura adecuadas para producir más energía de la que se introduce en el sistema. Sin embargo, ITER no es una central eléctrica, sino un experimento científico. Su éxito sentaría las bases para la construcción de una planta de energía de fusión de demostración, conocida como DEMO, que sería el siguiente paso hacia la comercialización de esta tecnología. Se espera que ITER alcance su objetivo de generar una ganancia neta de energía en un futuro aún lejano.

    La hoja de ruta de Unión Europea para la fusión nuclear proyecta que DEMO podría estar operando en un plazo aún más lejano (dato crucial 3). Esto hace que las promesas de lograr fusión nuclear en un plazo relativamente corto sean consideradas extremadamente optimistas (dato crucial 4). DEMO enfrenta desafíos técnicos significativos que ITER no abordará, como la conversión de la energía producida por los neutrones en electricidad. Además, un reactor de fusión debe generar parte de su propio combustible, lo que implica la producción de tritio, un isótopo raro en la Tierra debido a su corta vida media. DEMO tendrá que combinar neutrones del plasma con litio para producir tritio en un proceso llamado "reproducción de tritio", una tecnología que aún no ha sido probada a gran escala.

    Uno de los mayores obstáculos es que los prototipos de esta tecnología crucial no podrán probarse hasta que ITER comience a producir grandes cantidades de neutrones de alta energía, lo que no ocurrirá en el corto plazo (dato crucial 5). Aunque Reino Unido cuenta con un sólido plan de investigación para abordar estos desafíos, el cronograma de desarrollo no puede acelerarse significativamente.

    Liderazgo fallido en materia de cambio climático

    El informe del Grupo intergubernamental de expertos sobre cambio climático (IPCC por su sigla en inglés) de 2018 destacó la necesidad de alcanzar emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a un nivel seguro (dato crucial 6). Sin embargo, es poco probable que la fusión nuclear esté lista a tiempo para contribuir significativamente a este objetivo. Incluso si se lograra operar una planta de demostración, se necesitarían cientos de ellas para reducir las emisiones globales, lo que hace que las promesas de fusión nuclear para 2040 sean poco realistas. Además, el objetivo climático requiere una reducción constante de emisiones desde ahora (dato crucial 7), no un cambio abrupto en el último momento, ya que las emisiones acumuladas son las que determinan el calentamiento global.

    La fusión nuclear, aunque prometedora, no es una solución inmediata ni garantizada. Incluso si se materializara en 2050, llegaría demasiado tarde para cumplir con los plazos críticos del clima. Además, la investigación en fusión enfrenta incertidumbres y posibles obstáculos técnicos imprevistos. Mientras tanto, el clima no espera, y cualquier retraso en la acción climática dificulta aún más la tarea de limitar el calentamiento.

    Una política climática efectiva debe centrarse en la implementación inmediata de tecnologías probadas y en la reducción de emisiones en todos los sectores, como la calefacción, el transporte y la agricultura. La descarbonización completa de la red eléctrica es solo una parte de la solución. El Comité de cambio climático de Reino Unido ha establecido 15 objetivos clave para alcanzar emisiones netas cero para 2050, pero el gobierno actual solo está en camino de cumplir uno de ellos. Esto refleja un liderazgo fallido en materia de cambio climático.

    Aunque la fusión nuclear podría desempeñar un papel en una sociedad futura sin emisiones de carbono, no debe distraer de la necesidad urgente de actuar ahora. La financiación de la fusión y otras tecnologías innovadoras, como la captura y almacenamiento de carbono, es valiosa, pero no puede sustituir la aplicación inmediata de soluciones existentes. Además, la incertidumbre generada por el Brexit y su impacto en la ciencia británica, incluida la participación en proyectos europeos, añade otra capa de complejidad.

Datos cruciales: 

    1.- Incluye 220 millones de libras esterlinas para la investigación de reactores de fusión nuclear con el fin de proporcionar energía limpia “para 2040”.

    2.- Temperaturas extremas, superiores a los 100 millones de °C.

    3.- Alrededor de 2050 o incluso más tarde.

    4.- Lograr fusión nuclear para 2040 se considera "extremadamente optimista", es decir, básicamente inviable.

    5.- Lo que no ocurrirá antes de 2035.

    6.- Limitar el calentamiento global a 1.5 °C.

Nexo con el tema que estudiamos: 
    En el marco del debate sobre la transición energética, es fundamental establecer la viabilidad de la fusión nuclear que es la única promesa energética en curso que podría reducir emisiones y mantener altos consumos energéticos. La perspectiva del autor es negativa respecto al tiempo útil para evitar los peores escenarios de la destrucción del ambiente.

    El texto resalta cómo los estados y las empresas interactúan para moldear las respuestas al cambio climático. Las empresas de alta tecnología y los gobiernos promueven la fusión nuclear como una panacea, ignorando la necesidad de transformaciones más amplias en sectores como transporte, agricultura y energía. La sociedad, que sufre las consecuencias del cambio climático, queda relegada en estas decisiones, evidenciando una desconexión entre las necesidades inmediatas de las personas y las políticas climáticas orientadas al capital y los intereses empresariales.

    En conjunto, el texto ilustra cómo las promesas tecnológicas, cuando no se acompañan de acciones concretas, perpetúan la inacción ante la destrucción ambiental, mientras que las dinámicas de poder entre empresas, estados y la sociedad condicionan las respuestas al cambio climático.