La Bóveda del Fin del Mundo recibe miles de semillas nuevas

Cita: 

Nierenberg, Amelia [2024], "La Bóveda del Fin del Mundo recibe miles de semillas nuevas", The New York Times, 1 de noviembre, https://www.nytimes.com/es/2024/11/01/espanol/la-boveda-del-fin-del-mund...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Noviembre 1, 2024
Tema: 
La conservación de semillas como estrategia de resiliencia ante el cambio climático y el control corporativo de la agricultura
Idea principal: 

    Amelia Nierenberg, es reportera de noticias de última hora para The New York Times en Londres, y cubre noticias internacionales.


    La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, en Noruega, es un depósito de seguridad para proteger semillas de todo el mundo en caso de desastres que pongan en riesgo los cultivos. Actualmente, almacena 1.3 millones de muestras de 7 000 especies, y recientemente recibió 30 000 nuevas semillas, una de las mayores incorporaciones desde su inauguración en 2008. Se realizan alrededor de tres depósitos al año para asegurar la diversidad genética de los alimentos.

    La Bóveda Global de Semillas de Svalbard no solo protege la biodiversidad agrícola, sino que también está aumentando su colaboración con bancos de genes de todo el mundo, especialmente en países en desarrollo. Según Asmund Asdal, coordinador de la bóveda, lo más significativo de la última donación no fue solo la cantidad de semillas recibidas, sino la participación de nuevos bancos de genes, algunos de los cuales contribuyeron por primera vez.

    A diferencia de Svalbard, los bancos de genes funcionan como archivos de trabajo, donde las semillas se almacenan, estudian y comparten. En cambio, Svalbard actúa como un "disco duro externo", un lugar de almacenamiento seguro para casos de emergencia. Su importancia radica en ser un respaldo de última instancia si los bancos de genes locales llegan a perder sus colecciones debido a desastres climáticos, conflictos o fallas técnicas.

    En los últimos años, los organizadores de la bóveda han ampliado su enfoque, esforzándose por llegar a regiones vulnerables para proteger sus semillas de potenciales calamidades. Este creciente interés en preservar semillas, junto con la magnitud del último depósito, refleja una sensación de urgencia ante los desafíos del cambio climático (dato crucial 1).

    La desaparición de cultivos esenciales no siempre ocurre por un desastre repentino, sino que también puede ser un proceso gradual. Para evitarlo, los bancos de genes y la Bóveda Global de Semillas de Svalbard almacenan semillas de diferentes partes del mundo, asegurando su conservación (dato crucial 2).

    Un caso es el de las guerras que desplazan a agricultores y destruyen cultivos. En 2015, Svalbard realizó su primer retiro de semillas cuando la guerra civil en Siria devastó un banco de semillas en Alepo. Las muestras recuperadas se enviaron a Líbano y Marruecos. Este año, la bóveda ha recibido semillas de los territorios palestinos ocupados y, próximamente, llegarán más de Sudán, un país gravemente afectado por el hambre y la guerra civil.

    Hay otras preocupaciones. Las semillas no se conservan indefinidamente y los cultivos modificados genéticamente han desplazado a variedades tradicionales. Esto hace que los agricultores locales, cocineros y jardineros jueguen un papel clave en la preservación de la diversidad agrícola, al continuar cultivando y utilizando semillas ancestrales en su día a día.

    El futuro de una agricultura resistente al clima podría depender de semillas que han sido ignoradas por años. Schmitz destaca el caso de Chad, donde existen 1 145 variedades de cultivos adaptados a condiciones extremas. Estas semillas podrían ser claves para desarrollar plantas capaces de soportar altas temperaturas y lluvias irregulares en un mundo afectado por el cambio climático.

    La Bóveda Global de Semillas de Svalbard también presenta riesgos técnicos. El cambio climático está afectando a la región donde se localiza. En 2016, el deshielo del permafrost provocó una inundación en la entrada de la bóveda, aunque sin afectar las semillas almacenadas. La nota señala que estos problemas se han resuelto y que la bóveda sigue siendo un lugar seguro, ya que mantiene temperaturas muy por debajo del punto de congelación, incluso sin electricidad.

Datos cruciales: 

    1.- Según el recuento de la fundación Crop Trust, en el mundo existen más de 1 750 bancos de genes.

    2.-En 2023, el año más caluroso registrado, 2 300 millones de personas enfrentaron inseguridad alimentaria, según la Organización Mundial de la Salud.

    3. 33% de las especies arbóreas del planeta están en peligro de extinción. Muchas de las semillas recientemente almacenadas en Svalbard provienen de regiones afectadas por inundaciones extremas y olas de calor, donde la producción agrícola se ha vuelto cada vez más difícil.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    La Bóveda Global de Semillas de Svalbard es un símbolo de resistencia y adaptación frente a la crisis climática y la destrucción ambiental. Sin embargo, su existencia también refleja las tensiones entre la conservación de la biodiversidad agrícola y las estructuras económicas globales, donde el poder de las corporaciones transnacionales y las fronteras del capital siguen influyendo en la producción de alimentos.