Lowering the veil. The Chinese authorities are concealing the state of the economy
The Economist [2024], "Lowering the veil. The Chinese authorities are concealing the state of the economy", The Economist, London, 7 de septiembre, https://www.economist.com/briefing/2024/09/05/the-chinese-authorities-ar...
La nota aborda cómo el gobierno chino ha intensificado el ocultamiento de información económica clave en medio de una desaceleración prolongada, mediante la supresión de datos públicos, el condicionamiento de la actividad académica y la sustitución de información abierta por reportes internos controlados. A través de cuatro subtemas, se analiza cómo esta estrategia limita el análisis económico externo e interno, distorsiona la retroalimentación institucional y aumenta los riesgos de errores de política.
Las autoridades chinas ocultan el estado de la economía
Mediante diversos ejemplos, se muestra que hay una dificultad significativa para conocer la realidad económica de China, problema que afecta no solo la capacidad de las personas para conocer dicha realidad, sino también las decisiones de inversión. Se proponen tres preguntas para enmarcar la importancia de contar con información económica confiable: ¿Sobre qué base se elabora la política económica? ¿Qué sabe el gobierno que la gente común desconoce? ¿Y qué tan confiable es la información en la que basa sus decisiones?
Desviaciones estándar
El artículo ilustra cómo las autoridades chinas han restringido severamente el acceso a datos que en otros países son dados a conocer en forma abierta. Uno de los casos más notorios es la discrepancia en datos del comercio exterior, que alcanza un monto de 230 mil millones de dólares (dato crucial 1). En agosto de 2023, el gobierno suspendió la publicación de las cifras de desempleo juvenil; meses después los datos fueron reanudados con una metodología modificada y cifras más bajas. Asimismo, desde 2024, las bolsas chinas suspendieron la publicación diaria de los flujos de capital extranjero. También se restringió el acceso para usuarios internacionales, a plataformas como Wind y Qichacha. Un consultor de Grupo Rhodium resume así la situación: "El problema más amplio es simplemente que los datos del PIB han dejado de corresponderse con la realidad económica".
¡Saluden la economía!
Este apartado analiza las consecuencias de la falta de información económica confiable. Un caso destacado es la crisis inmobiliaria que afectó entre 20 y 30 millones de hogares cuyos inmuebles fueron pagados pero no terminados; se afirma que hay pocos estudios acerca de los efectos de esas pérdidas. Lo mismo sucede en el caso de los efectos de los cierres producto de la pandemia de COVID-19. Y no se trata sólo de la falta de estudios sino también de la censura de opiniones y estudios críticos acerca de la realidad económica de China. En universidades chinas, los investigadores deben obtener autorización oficial en ocasiones por parte de gobiernos provinciales para hablar con medios internacionales, lo que condiciona el contenido de sus análisis. Además, periodistas extranjeros deben entregar listas de entrevistados e itinerarios de viaje, y muchas veces son acompañados por funcionarios en sus visitas de campo. Incluso las corporaciones están limitadas en cuanto a las informaciones que pueden compartir (dato crucial 2). En las universidades también existen fuertes controles para las visitas por parte de extranjeros y han debido manifestar su "lealtad" al Partido Comunista; asimismo, se han descuidado las ciencias sociales y humanidades, dado que el gobierno chino ha privilegiado las ciencias naturales, la medicina y las ingenierías. Esta vigilancia constante genera un entorno de autocensura, donde tanto la recopilación como la interpretación de datos se ven afectadas. La información no desaparece, pero se vuelve inaccesible o insustancial.
Aunque el gobierno restringe el acceso a información pública, mantiene canales internos de retroalimentación conocidos como reportes de referencia interna, conocidos como neican, informes confidenciales producidos por periodistas y académicos ligados al Partido Comunista. Existe un contraste marcado entre la información que circula en los canales públicos, incluyendo la Agencia de información estatal, caracterizada por destacar logros y crear una visión idealizada de la economía china, y los reportes neican que pueden incluso contener críticas severas o revelar problemas sustantivos que no llegan a la esfera pública. El problema, señala el artículo, es que estos reportes están sujetos a un sesgo estructural: los autores que presentan lecturas optimistas reciben mejores evaluaciones, lo que desincentiva diagnósticos críticos (dato crucial 3). La mayoría de estos análisis provienen de tanques de pensamiento estatales y que hoy operan en su mayoría bajo acceso restringido y con alineamiento político (dato crucial 4). El texto apunta una pregunta crucial, si acaso el liderazgo chino está haciendo uso de su poderoso aparato de control social para obtener informaciones cruciales que le permitan formular intervenciones sobre la economía.
Los errores prosperan en la oscuridad
Por último, se señala que el cierre informativo no solo daña la imagen internacional de China, sino que compromete su capacidad de gobernanza. El cierre del tanque de pensamiento Unirule en 2019 (dato crucial 5) marcó un cambio importante, dado que en su lugar, ha emergido un sistema autorreferencial, en el que las decisiones se toman sobre diagnósticos optimistas o incompletos. Aunque Xi Jinping mantiene control sobre los canales de información, no está claro si tiene acceso a reportes realistas. La centralización del poder político sin una base informativa confiable se presenta como un riesgo estructural para la economía china.
1- La gráfica 1 muestra que desde 2018 se ha ampliado la discrepancia entre los datos de comercio reportados por las aduanas chinas y los de la balanza de pagos, lo que refuerza las dudas sobre la consistencia interna de las estadísticas oficiales.
2- En 2023, la empresa Wind dejó de dar informaciones sobre las compras en línea; lo mismo ocurrió con la base de datos sobre la propiedad de las corporaciones manejada por Qichacha, en particular, los datos sobre quiebras fueron considerados como "demasiado sensibles". En ambos casos, las restricciones fueron para los extranjeros.
3- Informes neican se elaboran con una lógica de recompensa institucional: los análisis que presentan lecturas optimistas son mejor evaluados, lo que desincentiva los diagnósticos críticos.
4- Entre 2018 y 2020, el número de tanques de pensamiento estatales pasó de 507 a 1 413, y 1096 en 2024; la mayoría produce informes para uso exclusivo del Partido Comunista.
5- El tanque de pensamiento independiente Unirule fue cerrado en 2019 luego de que sus oficinas fueran físicamente selladas. Desde entonces, todos los nuevos centros de análisis responden a lineamientos oficiales.
El artículo permite discutir la relación entre opacidad institucional y debilidad técnica en sistemas autoritarios. Desde la economía política, la sustitución de información pública verificable por reportes internos controlados debilita no solo el análisis externo, sino también la capacidad de autodiagnóstico estatal. A diferencia de modelos abiertos donde el conflicto de ideas permite corregir errores, el modelo chino muestra cómo el poder absoluto sin datos confiables puede derivar en decisiones desalineadas con la realidad. Este mecanismo de retroalimentación limitada, en un contexto de creciente centralización política, amplía los márgenes de error estructural y debilita la resiliencia institucional.
Aunque el argumento liberal es intuitivo y tiene respaldo histórico en experiencias como la de Unión Soviética, deja de lado un tema fundamental: cómo, a pesar de la opacidad en la información y la toma de decisiones, la economía china tiene desempeños notables y ha reducido las asimetrías que la separan del hegemón estadounidense. Como prueban las experiencias del nacionalsocialismo y las economías de guerra, la centralización y el autoritarismo pueden generar procesos de despegue económico y redistribución limitada de la riqueza social.