Looking ahead. What can stop the American economy now?

Cita: 

The Economist [2024], "Looking ahead. What can stop the American economy now?", The Economist, London, 19 de octubre, https://www.economist.com/special-report/2024/10/14/what-can-stop-the-am...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 19, 2024
Tema: 
Factores estructurales y riesgos internos que pueden poner en entredicho el liderazgo económico de Estados Unidos en el contexto global
Idea principal: 

    El artículo examina los fundamentos de la economía estadounidense y analiza los principales factores internos que podrían frenar su dinamismo a futuro. A pesar del crecimiento sostenido de las últimas décadas, el texto plantea que las mayores amenazas al liderazgo económico de Estados Unidos son de origen doméstico, más que externo.

    Dejar de hacer centavos

    Se discute el papel del dólar como moneda de reserva global y la ventaja estructural que ello le otorga a Estados Unidos. Esta condición permite al país financiar sus déficits con menores costos, gracias a la fuerte demanda internacional de activos denominados en dólares (dato crucial 1). Sin embargo, algunos economistas advierten que este privilegio también genera efectos negativos, como un dólar fuerte que perjudica las exportaciones y encarece la manufactura nacional. Críticas recientes, tanto académicas como políticas, han propuesto limitar el papel internacional del dólar, pero aún no existe una alternativa viable que pueda sustituirlo sin riesgos sistémicos. Por ello, el estatus actual del dólar parece seguro en el corto plazo, aunque su sostenibilidad depende de mantener la confianza global en los activos estadounidenses (dato crucial 2).

    La economía estadounidense puede sobreponerse a su política tóxica. El mundo debería desear que así sea

    Se afirma que, pese al elevado nivel de polarización política, Estados Unidos ha logrado mantener una economía resiliente. Las divisiones partidistas han afectado procesos legislativos clave, como la negociación del techo de deuda, generando amenazas de impago con implicaciones globales (dato crucial 3). Sin embargo, el país ha demostrado capacidad de respuesta ante crisis como la pandemia de COVID-19 y la crisis financiera global, lo que evidencia una institucionalidad sólida. El texto advierte, no obstante, que las tensiones políticas pueden erosionar la gobernabilidad fiscal y comprometer la eficacia del sistema democrático frente a los desafíos económicos.

    Siempre deudor serás

    Otro riesgo latente es la sostenibilidad de la deuda pública. Desde 2007, la relación deuda/PIB estadounidense se ha triplicado, y las proyecciones apuntan a que superará el 160% en las próximas décadas (dato crucial 4). A diferencia de otras economías, Estados Unidos disfruta de mayor flexibilidad gracias a su estatus monetario y la profundidad de sus mercados financieros. Pero esta ventaja puede desincentivar decisiones fiscales difíciles, como recortes al gasto o aumentos de impuestos. De este modo, los déficits crónicos se convierten en una vulnerabilidad estructural. Además, el uso político de medidas económicas como aranceles o restricciones migratorias puede tener efectos contraproducentes sobre sectores clave como la tecnología o el mercado laboral (dato crucial 5).

    Otro siglo americano

    A pesar de estos riesgos, el artículo sostiene que las bases estructurales de la economía estadounidense siguen siendo sólidas. La productividad se apoya en un mercado interno competitivo, universidades de clase mundial y el imperio de la ley. La población estadounidense, aunque envejece, mantiene tasas de fertilidad y capacidad de absorción migratoria superiores a las de Europa o China, lo que asegura una base demográfica más favorable (dato crucial 6). Además, la posición de liderazgo en tecnologías emergentes, especialmente en inteligencia artificial, permite pensar en un ciclo prolongado de crecimiento.

    La conclusión es que, si Estados Unidos logra contener sus impulsos proteccionistas y preservar la apertura institucional, seguirá siendo un motor de estabilidad y crecimiento para el mundo. El optimismo estructural permanece, aunque condicionado al funcionamiento de su sistema político.

Datos cruciales: 

    1- Estados Unidos emite más de una cuarta parte del stock global de instrumentos financieros, y su deuda pública neta equivale al 99% del Producto Interno Bruto (PIB).

    2- China no ofrece activos líquidos ni seguros a gran escala debido a su sistema autoritario y controles de capital; Europa carece de instrumentos fiscales comunes equiparables al mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos.

    3- En 2011 y 2023, Estados Unidos enfrentó crisis políticas por el límite de deuda, situaciones que amenazaron con impagos y pusieron en riesgo la reputación del dólar como activo seguro.

    4- La Oficina de Presupuesto del Congreso proyecta que la deuda neta de Estados Unidos superará el 160% del PIB en las próximas tres décadas.

    5- Donald Trump propone un arancel del 10% a todas las importaciones; también ha impulsado discursos antiinmigrantes que amenazan la base demográfica laboral que sostiene el crecimiento.

    6- En 2100, Estados Unidos mantendría el 4% de la población mundial, mientras que China caería de 18% a 6% y Unión Europea de 6% a 3.5%; Estados Unidos conservaría una mediana de edad más baja que sus competidores.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    El texto permite explorar las bases institucionales, demográficas y financieras que han sostenido el liderazgo económico de Estados Unidos, al tiempo que advierte sobre las tensiones internas que podrían ponerlo en riesgo. Esta combinación de resiliencia estructural y vulnerabilidad política es particularmente útil para pensar el rol de las potencias en la economía global y sus límites.

    El texto también introduce debates cruciales sobre el papel del dólar como moneda de reserva y los efectos asimétricos de esa condición: acceso privilegiado al financiamiento para Estados Unidos frente a desventajas industriales internas y desequilibrios externos globales. La reflexión sobre la sostenibilidad de los déficits fiscales y los riesgos de polarización política aporta herramientas para analizar los dilemas contemporáneos de gobernabilidad en las economías desarrolladas, con implicaciones para los países periféricos que deben navegar un orden internacional presionado por la concentración de poder monetario, tecnológico y geopolítico.

    El contrapunto al argumento liberal consiste en la implosión de las instituciones estadounidenses, y la creciente crisis de gobernanza derivada de la ausencia de liderazgos con proyección de mediano y largo plazo, elementos que están dislocando el proceso económico en Estados Unidos.