Sunrun, una empresa de energía solar residencial, desarrolla un modelo en Estados Unidos con operaciones en 22 Estados en 2024. Los sistemas instalados de paneles y baterías, interconectados como plantas virtuales, apoyaron a redes locales en California, Nueva York y Puerto Rico desde 2022 y permitieron evitar apagones. En 2024 la energía solar representó más de tres quintas partes de la nueva capacidad eléctrica instalada gracias a la caída de costos y a los créditos fiscales de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) promulgada en 2022. La ley Un Billete Grande y Hermoso (OBBB) establece que esos beneficios se eliminarán entre 2027 y 2028, lo que busca frenar este crecimiento y dar mayor ventaja a los combustibles fósiles.

Saca tus gigavatios

Las proyecciones muestran que la ley Un Billete Grande y Hermoso (OBBB, por su sigla en inglés) incrementará de forma considerable las emisiones de gases de efecto invernadero hacia 2035. Investigadores advierten que este aumento supera las emisiones anuales de países europeos y que puede agravarse con medidas adicionales aplicadas sin necesidad de legislación, como la eliminación de regulaciones ambientales o de eficiencia. Frente al escenario previsto por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por su sigla en inglés), el impacto resulta muy significativo.

Esperando el tiro mortal

OBBB no cancela por completo la transición energética porque mantiene beneficios de IRA para la energía nuclear, la geotermia y la captura de dióxido de carbono. El aumento de la demanda eléctrica, impulsado también por la inteligencia artificial, genera un auge temporal en las renovables, con más de 50 gigavatios (GW, medida de capacidad eléctrica instalada) de nueva capacidad solar proyectados para 2026 y 2027. Después se anticipa una caída en proyectos e inversiones. A pesar de la oposición de Donald Trump, que emitió el 7 de julio de 2025 una orden ejecutiva para limitar de forma estricta los beneficios fiscales, se prevé que hacia 2035 la capacidad renovable recupere dinamismo, con un aumento de 94 GW de capacidad y almacenamiento, la mayor cifra registrada hasta ese año.

Cero de locura

OBBB provoca un aumento anticipado en los precios de la energía en Estados Unidos. La acumulación de trámites retrasa proyectos renovables y acelera el encarecimiento de la electricidad, como lo muestran las solicitudes de mayores tarifas en la primera mitad de 2025 y la subasta de PJM Interconnection del 22 de julio de 2025 que reflejó un incremento adicional. A esto se suman los retrasos de más de cuatro años en la entrega de turbinas de gas, lo que impide que nuevas plantas sustituyan la capacidad renovable cancelada. La política hostil de la Casa Blanca, lejos de asegurar “abundancia energética”, está empujando inversiones hacia otros mercados como Europa y Medio Oriente.

Algunas rocas aún están calientes

OBBB mantiene los beneficios de IRA para tecnologías como la nuclear, la geotermia y la captura de dióxido de carbono, lo que impulsa expectativas positivas entre actores del sector energético. Estas fuentes, capaces de generar electricidad de manera continua, son vistas como indispensables para alcanzar un sistema sin emisiones. Inversionistas como Brookfield y DCVC consideran que la norma abre espacio a un renacimiento nuclear y a proyectos geotérmicos avanzados. Jeremy Harrell de ClearPath resalta que la OBBB brinda seguridad a los inversionistas hasta mediados de la década de 2030, y algunos analistas anticipan que será recordada como la segunda ley climática más relevante de Estados Unidos. Sin embargo, su aplicación también refuerza el dominio de China en vehículos eléctricos y aumentará la carga de dióxido de carbono en la atmósfera.