El 91% de los nuevos proyectos renovables ya es más barato que los combustibles fósiles
Robaina, Eduardo [2025], "El 91% de los nuevos proyectos renovables ya es más barato que los combustibles fósiles", Climática, 22 de julio, https://climatica.coop/91-nuevos-proyectos-renovables-mas-barato-combust...
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Eduardo Robaina es un periodista y fotógrafo. Es coordinador de 'Climática', 'La Uni Climática' y el Magazine 2023. 360 partes por millón (ppm) de CO2 al nacer
En este artículo se analiza el más reciente informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por su sigla en inglés) en el cual muestra en 2022 al menos 91% de los nuevos proyectos de energía renovable fueron más baratos frente a las plantas de gas y carbón.
Esta ventaja es ya una tendencia consolidada en el que la energía solar llegó a ser en promedio 41 % más barata y la energía eólica terrestre 53 % más económica, dando una reducción acumulada de 80% desde el año 2010 (dato crucial 1).
Durante 2022 los proyectos renovables evitaron unos 85 000 millones de dólares en gastos de generación, con ahorros destacados en China, India, Brasil y Estados Unidos. Sumando todo el parque instalado, la cifra asciende a 467 000 millones de dólares, consolidando las renovables como la opción dominante en términos económicos y ambientales.
Desafíos persistentes
A pesar de mostrar una mayor eficiencia económica y ambiental en esta transición, hay barreras estructurales diferenciadas de manera regional en Europa y Norteamérica por la lentitud de permisos, los cuellos de botella en las redes y los altos costes de conexión, así como el balance del sistema.
En el Sur Global, aunque los costos tecnológicos de las renovables son competitivo, chocan con elevados costos de capital y condiciones macroeconómicas adversas, que elevan el costo nivelado de la electricidad a pesar de la caída de precios de los paneles y aerogeneradores.
El papel de la tecnología y el almacenamiento
La mejora continua en paneles solares y aerogeneradores ha permitido reducir costos y aumentar la eficiencia, pero es el avance en almacenamiento lo que marca un punto de inflexión.
Los sistemas de baterías (BESS, por sus siglas en inglés) han reducido su precio en 93 % desde 2010, alcanzando aproximadamente 192 USD por kilovatio-hora (kWh), una unidad que indica cuánto cuesta almacenar y liberar energía durante una hora. Esta caída permite que los proyectos a gran escala no solo generen energía limpia, sino que la almacenen de forma segura y económica.
Este desarrollo refuerza la estabilidad de las redes eléctricas, reduce la dependencia de combustibles fósiles volátiles y mejora la seguridad energética de los países. En conjunto, los avances tecnológicos no solo abaratan la transición, sino que la hacen más viable frente a los desafíos estructurales que persisten en distintas regiones.
1) La figura 1 muestra una comparación entre el costo por instalación para las distintas alternativas energéticas renovables del año 2010 y 2024.
Aunque la tecnología es accesible, el costo del capital y las condiciones macroeconómicas impuestas por el sistema financiero internacional elevan el precio final de la electricidad renovable. Esto evidencia cómo las empresas transnacionales y los mecanismos de gobernanza mundial condicionan el ritmo y el alcance de la transición. Si bien las renovables prometen menor impacto ambiental, su implementación a gran escala sigue dependiendo de actores que priorizan rentabilidad sobre justicia energética. La caída del precio de las baterías y el avance tecnológico no garantizan por sí solos una transición justa.
