Systematic attribution of heatwaves to the emissions of carbon majors
Quilcaille, Yann et al. [2025], "Systematic attribution of heatwaves to the emissions of carbon majors", Nature, (645): 392–398, https://doi.org/10.1038/s41586-025-09450-9
Dr. Yann Quilcaille es investigador especializado en modelación climática y análisis de atribución del cambio climático. Su trabajo se centra en el desarrollo de emuladores climáticos, herramientas basadas en principios físicos y estadísticos que reproducen el comportamiento de modelos climáticos complejos con un costo computacional reducido.
El resto de autores puede ser consultado en la liga al artículo.
Las empresas productoras de combustibles fósiles y cemento están directamente relacionadas al aumento de la intensidad y frecuencia de las olas de calor; la probabilidad media de ocurrencia de estos eventos aumentó debido a las emisiones de fuentes de carbono (dato crucial 1).
A nivel global se ha observado un incremento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos y climas extremos.
Los estudios acerca de la atribución de fenómenos extremos (Extreme Event Attribution, EAA), permiten evaluar la influencia del cambio climático en tales fenómenos.
Para identificar las fuentes de emisión se establecen 3 categorías principales: países, empresas e individuos.
Las emisiones nacionales se calculan según el origen territorial, aquellas que encuentran dentro de las fronteras de cada país.
Las emisiones asignadas a empresas surgen cuando las empresas llevan a cabo actividades con alta liberación de gases de efecto invernadero, mientras que las emisiones individuales se estiman en función del consumo personal.
Se denomina “mayores emisoras de carbono” (carbon majors) a aquellas corporaciones con perfiles de emisiones altos. En el estudio, se evaluó la contribución de las 180 mayores emisoras al aumento de la probabilidad y intensidad de las ondas de calor, a partir del incremento en la temperatura superficial media global (datos cruciales 2 y 3).
Atribución sistemática de las olas de calor.
Para que la ola de calor sea registrada oficialmente, debe cumplir ciertos criterios, como la existencia de pérdidas económicas, víctimas humanas, la declaración de un estado de emergencia y/o una solicitud de asistencia internacional.
Estos eventos se reportan a la base de monitoreo de desastres internacional (EM-DAT). Sin embargo, la cobertura de esta base de datos es limitada en regiones como África y América Latina.
El estudio demuestra una relación estadísticamente significativa entre la distribución de probabilidad de las olas de calor y el aumento en la temperatura superficial media global. Y ello permite estimar la probabilidad e intensidad de los eventos, en las condiciones climáticas actuales.
Los resultados evidencian que el cambio climático producido por las actividades antropogénicas incrementa de manera sustancial tanto la intensidad como la frecuencia de las olas de calor.
Un ejemplo destacado es la ola de calor del Pacífico Noroeste en 2021 en Estados Unidos de casi 3 grados centígrados superior a la esperada sin influencia del cambio climático (dato crucial 4-5).
Atribución de las emisiones a las mayores emisoras de carbono.
Para determinar la contribución de las mayores emisoras al cambio climático, el estudio analizó las emisiones asociadas con la cadena de valor de sus productos, desde la extracción hasta el consumo final.
Las emisiones de cada empresa se estiman mediante registros de producción y factores de emisión correspondientes a los gases de efecto invernadero como dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) (dato crucial 6-7).
De las mayores emisoras, 66 tienen su sede en Estados unidos y China, con 33 empresas en cada país (dato crucial 8).
En el año 2023, la temperatura media global se estimó en 1.3 °C por encima del promedio con respecto a 1850-1900 (dato crucial 9).
Para cada ola de calor analizada, el estudio descompone el efecto total del cambio climático en dos, atribuyendo una parte específica a las emisiones corporativas identificadas y otra correspondiente al conjunto de factores no identificados, tanto naturales como antropogénicos (dato crucial 10).
Durante la última década, la influencia del cambio climático en las olas de calor alcanzó 1.68 grados centígrados de aumento en la intensidad promedio, de los cuales aproximadamente la mitad se debe a las emisiones de las mayores emisoras (dato crucial 11).
Asimismo, el incremento en la frecuencia de estos eventos extremos se explica, en gran medida, por las emisiones procedentes de las mayores fuentes corporativas de carbono (dato crucial 12).
Discusión
Los resultados del estudio confirman que las grandes empresas de carbono son causantes de aproximadamente la mitad del aumento en la intensidad de las olas de calor observadas en las últimas décadas.
Se reconoce que la estimación podría ser conservadora, ya que no todas las emisiones de CO2 y CH4 se encuentran reportadas o registradas.
El estudio podría adaptarse a otros cambios físicos del medio ambiente producidos por el cambio climático como la acidificación de los océanos, el aumento al nivel del mar, los incendios forestales o las sequías, permitiendo un análisis más amplio de la atribución de daños climáticos a actores específicos.
Se destaca una mayor comprensión de la responsabilidad corporativa frente al cambio climático, al establecer una relación cuantificable entre las emisiones empresariales y los fenómenos extremos.
De igual manera sientan las bases científicas y jurídicas para el desarrollo de acciones legales o cambios en las políticas públicas orientados a mitigar los efectos de las olas de calor o diversos fenómenos climáticos.
1) La mediana de las olas de calor se volvió 20 veces más probable entre 2000 y 2009, y aproximadamente 200 veces más probable durante la década de 2010- 2019.
2) Figura 1. Olas de calor reportadas y contribución del cambio climático.

En la figura principal, el panel a, menciona los números de olas de calor reportadas por país siendo el país más oscuro el que reporta mayor número. Los paneles b, c, d, e señalan casos de olas de calor analizadas, relacionado la intensidad de la temperatura y el aumento de la temperatura media global.
3) Se reportaron 213 olas de calor entre 2000 y 2023.
4) La estimación media indica que el cambio climático ha aumentado la probabilidad de ondas de calor en más de 10 mil veces.
5) Figura 2. Contribución del cambio climático en las olas de calor con el transcurso del tiempo.
La figura muestra las categorías de las olas de calor en función de los cambio de intensidad en grados centígrados y su probabilidad de ocurrencia con referencia al clima preindustrial. En el periodo 2000-2009, 78 olas de calor fueron atribuidas, del 2010-1019 fueron 54 y del 2020-2023, 81.
6) En conjunto las emisiones de las principales 180 empresas de carbono representan 57% de las emisiones antropogénicas acumuladas de CO2 totales, incluidas las causadas por los cambios en el uso de suelo.
7) Si solo se consideran las emisiones de combustibles fósiles y cemento, estas representan 75% de las emisiones acumuladas de CO2.
8) Estados Unidos concentra 10% de las emisiones totales de CO2 y China 12%.
9) 0.67 grados centígrados de aumento de la temperatura fueron por las emisiones de los principales emisores de carbono y 0.33 grados centígrados por las emisiones de las 14 mayores.
10) Las contribuciones de las 14 empresas principales fuentes de carbono es de 32% del efecto global del cambio climático y del resto de las empresas es de 16%.
11) Entre 2010 y 2019, la influencia sobre el cambio climático aumentó a 1,68 °C, con 0,47 °C (28 %) provenientes de los 14 principales emisores de carbono y 0,38 °C (22 %) provenientes de los otros 166.
12) Figura 3. Contribuciones de las principales fuentes de carbono a las emisiones de CO2 acumuladas.

La figura muestra en el panel A las emisiones acumuladas de CO2, mientras que en el panel b evidencia el aumento de la temperatura global y cómo las emisiones de las empresas analizadas han aumentado el calentamiento global. Para los sub-paneles de las empresas se muestran las emisiones de cada empresa que multiplican la frecuencia e intensidad de las olas de calor.
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Las actividades de las empresas transnacionales, particularmente las dedicadas a la extracción y producción de energía proveniente de combustibles fósiles, constituyen un factor estructural en el deterioro climático global. La intensificación de las olas de calor está directamente atribuida a las emisiones corporativas por lo que demuestra que las fronteras del capital se extienden más allá de lo económico, pues tienen repercusiones ecológicas y sociales.
Mediante este tipo de análisis se fundamenta la tendencia del sistema hacia el colapso en tanto la explotación de combustibles y su uso masivo no se detienen, y por ende, tampoco las emisiones de gases de efecto invernadero, que son uno de los principales factores del aumento de las temperaturas planetarias. En específico, tales actividades corporativas se asocian a las olas de calor y podrían atribuirse otro tipo de fenómenos extremos como las megainundaciones y los megaincendios.

