With great power. Markets are dangerously dependent on central banks
The Economist [2015], “With great power. Markets are dangerously dependent on central banks”, The Economist, London, 5 de septiembre. http://www.economist.com/news/finance-and-economics/21663238-markets-are...
Después de que agosto se convirtiera en el peor mes de las acciones estadounidenses en más de tres años, sufrieron una caída aún mayor el primero de septiembre, donde las acciones de Europa y Japón le siguieron con la misma tendencia. Esto se debió en gran medida a dos experimentos económicos realizados.
El primero fue el intento de China por cambiar su modelo económico a uno de consumo interno. Como consecuencia se encuentra a un país chino enfrentando a la deuda que lo llevó al auge, además de volatilidad en sus mercados de propiedades, acciones y divisas. El impacto también se reflejó en otros países, como Corea del sur y Australia.
El segundo se refiere a la flexibilización cuantitativa en países desarrollados. Las tasas de interés se mantienen bajas, pero a pesar de eso, los bancos de Estados Unidos y Gran Bretaña quieren endurecer su política monetaria. Los inversores reaccionaron nerviosos antes esta disposiciones, dada la agitación en China.
En la década de 1980 Margaret Thatcher ya había mencionado que era imposible ir en contra de los mercados, es decir, que los gobiernos tenían poco o nulo control sobre los flujos del mercado financiero. Después de la crisis de 2008, la desconfianza en los mercados fue algo dominante. Los bancos centrales se preocupaban por el contínuo aumento de los rendimientos de los bonos, pues, de seguir así, se reduciría el incentivo de préstamos para las empresas y los consumidores, lo que perjudica a la economía.
Sin embargo, cuando se da apoyo al mercado, resulta difícil controlarlo. Cualquier acción puede llevar a reacciones imprevistas o extremas. Por ejemplo, cuando la Fed hizo alusión a una desaceleración en sus compras de activos en 2013, los rendimientos de los bonos subieron bruscamente.
Con niveles altos de deuda en países desarrollados, un incremento en su costo sería desagradable. Por lo que cualquier endurecimiento de política monetaria seria lento y constante. Los niveles normales de las tasas podrían ser inferiores a los de 2007.
Una preocupación de los bancos centrales se encuentra en que, si los países alcanzan los niveles de crecimiento anteriores a la crisis, se limitarian las ganancias de las empresas privadas. Sin embargo, las ganancias se han mantenido estables y crecientes, en parte a las exportaciones y a la contención de los salarios.
Los inversores no son los únicos actores que han visto el poder de los bancos centrales. Políticos también lo han hecho, como el caso de Grecia, donde su política monetaria se encuentra anclada a las decisiones del Banco Central Europeo.
Las economías norteamericanas y británicas que crecen a un ritmo anual del 2-3% no tienen control sobre los mercados financieros.
Las ganancias por acción de 500 empresas del S & P fueron sólo 1,7% más alto en el segundo trimestre en comparación a hace un año
El poder que han adquirido las entidades financieras internacionales en ocasiones sobrepasa el que tienen los estados nacionales en la toma de decisiones en la política y la economía. Este mercado es muy controversial, por un lado, es la fuente de inversiones de las cuales dependen las empresas, pero a la vez, se trata del sistema que ha generado las mayores crisis a nivel internacional.