HSBC Y Standard Chartered, dos de los bancos ingleses más grandes y con fuertes operaciones en el mercado asiático, se ven confundidos ante la afectación de los mercados emergentes y la difícil situación tributaria del gobierno británico.

Los banqueros, que apostaron a prestar dinero a las empresas mineras y constructoras, respaldadas por el supuesto de que el crecimiento de la economía china nunca falla, ahora se ven consternados y preocupados por la desaceleración global que ha afectado a los productos chinos causando la caída de sus precios. El error más recurrente fue el endeudamiento en dólares, los ingresos y recaudación en moneda local. Cuando las economías emergentes se encontraban en auge, los prestamos solían ser baratos, con la desaceleración de las economías, la confianza en estos países decayeron.

Una prueba de que las pérdidas en préstamos están regresando es Stan Chart, cuya línea de negocio era la prestación al sector energético, es el anuncio de la duplicación de impedimentos para la insolvencia en sus últimos resultados trimestrales.

HSBC que se mostró un poco más reservado en los préstamos en el mercado asiático, también muestra problemas, ya que la financiación del comercio se encuentra casi destruida. El crecimiento que mostró HSBC en su cartera de crédito entre el 2010 y 2014 del 15% hoy es impensable debido a que sus ganancias están en monedas “potencialmente débiles” según los analistas de Citi.

La derrota de los mercados emergentes no sólo desvía la recuperación de las acciones tanto de StanChart como de Citi. También provocan la interrogante acerca de que los bancos necesitan replantear su posicionamiento acerca del empuje que pueden llegar a dar, como el caso de Hong Kong.