Energy. When the wind blows. Renewable power is good. More renewable power is not always better
The Economist [2015], “Energy. When the wind blows. Renewable power is good. More renewable power is not always better”, The Economist, London, 28 de noviembre, http://www.economist.com/news/special-report/21678955-renewable-power-go...
Uno de los discursos más frecuentes utilizados para combatir el cambio climático es el de la producción de energías renovables, sin embargo, el presente artículo hace referencia al lado oscuro de la producción de energías renovables tomando como ejemplo a la industria eléctrica de Alemania.
La batalla contra el dióxido de carbono en la producción mundial de energía, que cuenta con dos terceras partes de las emisiones de gases de efecto invernadero, ha tenido algunos avances visibles y esperanzadores, pero se "está contaminando" a las energías limpias de distintas formas. Tanto las turbinas de aire como los paneles solares están haciendo regresar al viejo combustible negro, al carbón (ver datos cruciales).
Muchos países han transformado sus paisajes rurales en parques eólicos y han presionado al alza los precios de la electricidad al consumidor aun cuando se utiliza poco carbón en su sistema de energía. Y es que el aumento de energías verdes tiene distintas contradicciones y desventajas, dos son las principales:
1) La luz del sol es débil en invierno cuando dicha luz cubre todo y los vientos pueden caer, ejemplo de ello es que en Alemania las granjas de viento y paneles solares en invierno producen apenas 2.5 gigawatts de 77 gigawatts que se producen al día, mientras que durante los días soleados de Junio puede llegar a 42 gigawatts.
2) Aún cuando la energía del aire y del sol son gratis y el costo de los paneles fotovoltaicos solares han caído en años pasados, aun así producir electricidad de esa forma sigue siendo más caro que producirla con carbón incluso en la infraestructura necesaria para generar la electricidad, eso sí, el costo marginal de producir energía de manera limpia es cero.
El problema se agudiza con el efecto de las energías renovables en el mercado de energía, ya que la fuente es gratis pero los paneles y las turbinas no lo son y el costo de estos paneles es muy elevado (aun cuando ha ido cayendo en los últimos años y por tanto no ofrece ningún atractivo a los productores para ser vendida (quienes lo hacen obtienen dinero de los subsidios, conocidas como “tarifas introducidas”). Las empresas de energía electrica comienzan por adoptar costos bajos, es decir, del mayor al menor costo están, las energías renovables, la energía nuclear, las estaciones de combustión de carbón lignito y las de carbón duro.
El uso del carbón es debido a algunos errores que Alemania ha tenido, algunos han sido los enormes subsidios que se otorgaron durante mucho tiempo a los parques solares de forma imprudentemente, así como abolir la energía nuclear, por otra parte una gran importación de gas desde Estados Unidos, pero su más grande error consistió en no tomar en cuenta que el cambio de combustibles fósiles a energías renovables implica elevados costos en todo el sistema energético.
Muchas plantas productoras de energía fueron construidas antes de la crisis de 2008 en los países más ricos, el exceso de oferta combinado con el boom de las energías renovables hicieron caer los precios de venta de la electricidad, por lo que propietarios de plantas que usan el carbón y gas como principal insumo han señalado que si siguen vendiendo a precios más bajos que las granjas solares y eólicas sus costos terminarán por elevarse, por tanto el estado ha ido compensándolos para poder hacer frente a los precios bajos, por lo que los incentivos para desinvertir en energías contaminantes no desaparecen.
En muchos países incluyendo a Estados Unidos, los productores de energías renovables dependen del carbón y del gas en sus plantas para fijar los precios del mercado de electricidad en altos niveles. Si el gobierno impusiera altos impuestos sobre el carbón en vez de otorgar los subsidios quizá podría manejarse de mejor forma la contaminación, esto permitiría (junto con una reforma al mercado de energía) impulsar las energías limpias al precio justo.
Está por demás decir que se debe fortalecer a la industria eléctrica mediante energías renovables para que los costos se abaraten haciendo más eficiente el proceso mediante una mayor trasmisión de energía por kilómetro, sin embargo, no existen las condiciones para favorecer a esta industria, otro ejemplo está en la rama hidroeléctrica la cual, a pesar de sus buenos resultados no existe una presa lo suficientemente capaz de generar toda la energía que se demanda y en el caso de otras ramas, sus procesos son muy costosos.
Gráfica No 1. Donde el carbón es el rey. Consumo, toneladas de su equivalente en petróleo, miles de millones de dólares.
La gráfica con un periodo de 1965 a 2014 analiza el comportamiento de la energía producida entre las regiones de Asia del lado del Pacifico, Europa y euroasia, Norte de América, África y otros, agrupados en distintos colores, la gráfica deja ver su evolución siendo Europa y euroasia quienes mantienen la mayor parte del consumo de energía por carbón hasta finales de los años 80’s cuando el mayor consumo comienza a provenir de Asia del lado del Pacífico que lo ha mantenido hasta el año 2014, mientras que Europa y euroasia lo han disminuido, mientras que en el Norte de América el consumo se ha mantenido en los mismos niveles. África y otros países mantienen una proporción muy baja respecto al total.
La gráfica termina en el año 2014 donde toman los datos de ese año para hacer un comparativo de toda la energía consumida, de esta forma puede observarse que el carbón y el petróleo son las principales fuentes con casi 8 mil millones de dólares entre las dos, mientras que el gas natural y las energías renovables conforman cerca de 5 mil millones de dólares, es decir que el uso de energías más contaminantes sigue siendo muy alto.
En el año 2000 la energía producida por carbón era de 1,132 gigawatts de electricidad, mientras que en 2014 fue de 1,980 gigawatts, por tanto el carbón que es el doble de contaminante que el gas natural ahora ofrece 41% de la electricidad mundial y 30% de toda la energía que se necesita.
Gráfica No 2. Una combinación muy sucia. Generación total de electricidad en Alemania. Fuentes de energía, Terawatts por hora (TWh).
La gráfica estudia un periodo de 2000 a 2014 presentando las principales fuentes de energía, la curva de energías renovables ha crecido de casi 40 TWh hasta 160 TWh aproximadamente ganando terreno a las que eran las fuentes principales y que han ido cayendo como la energía nuclear, el lignito (tipo de carbón muy contaminante) y el carbón duro, todos por encima de los 100 TWh. El gas natural comenzó a elevar su uso en la generación de energía de 2000 a 2008 pasando de 50 TWh a 90 TWH, aproximadamente, llegando al final del periodo a 60 TWh, las otras fuentes se mantienen en 30 TWh en la mayoría del periodo.
El cambio climático es la preocupación del siglo 21, para corregir este fenómeno se ha recurrido a la creación de energías renovables, dicha solución da lugar a elementos que parecieran ser compatibles con la naturaleza, sin embargo, lo que no lo es, es la lógica de producción capitalista, es decir, se busca la producción masificada de energías para sostener el crecimiento irrefrenable del modo de vida en el capitalismo, la generación de estas cantidades de energía aun con sistemas “limpios” y renovables siguen siendo un peligro para el planeta. La “energía verde” a gran escala no es sostenible, también genera contaminación, desigualdad y exclusión ambiental, así como social.