La condición de la posmodernidad. Investigación sobre los orígenes del cambio cultural

Cita: 

Harvey, David [1989], La condición de la posmodernidad. Investigación sobre los orígenes del cambio cultural, Buenos Aires, Amorrortu, 401 pp.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
1989
Tema: 
Explicación materialista-histórica del pensamiento posmoderno, mediada por la reconceptualización del espacio y el tiempo con la crisis de los setenta y la ruptura de la configuración fordista-keynesiana del capitalismo.
Idea principal: 

David Harvey fue profesor de Geografía en la Universidad Johns Hopkins. De 1987 a 1993 dictó la cátedra Halford Mackinder de Geografía en la Universidad de Oxford. En 2001 se trasladó a la Universidad de la Ciudad de Nueva Yory (CUNY) como Distinguished Professor.

El Tema del libro

La intención del libro es adentrarse en discutir las conexiones y relaciones “entre la aparición de las formas culturales posmodernistas, el surgimiento de modos más flexibles de acumulación de capital y un nuevo giro en la ´compresión espacio-temporal´ de la organización del capitalismo.” (p.9).

El argumento central de Harvey es que las múltiples y variadas manifestaciones culturales e ideológicas concebidas en el pensamiento dominante posmoderno, basadas en la afirmación de una sociedad poscapitalista o posindustrial, están lejos de ser expresiones que correspondan a transformaciones reales en la esencia de la sociedad capitalista, sino que en su lugar, responden a desplazamientos en la apariencia superficial de la sociedad capitalista de finales del siglo XX.

Prefacio

La importancia de discutir el posmodernismo se justifica por su amplia extensión como ideología dominante. Es un deber investigarla no solo como conjunto de ideas, “sino como una condición histórica que debía ser dilucidada.” (p. 11).

Primera parte. El pasaje de la modernidad a la posmodernidad en la cultura contemporánea

El autor deduce que no existe ningún tipo de consenso relacionado con el término “posmodernismo” a excepción de su distanciamiento respecto el “modernismo”. Entendido como un “nuevo tipo de discurso” que se desprende del modernismo visto como lo universal, lo racionalista, la uniformidad en el conocimiento y la producción, ha sido identificado con el progreso lineal. “El posmodernismo, por el contrario, privilegia ´la heterogeneidad y la diferencia como fuerzas liberadoras en la redefinición del discurso cultural´. Fragmentación, indefinición, y descreimiento profundo respecto de todos los discursos universales o ´totalizantes´ […]”. (p. 23). Sin más, esta primera parte busca hacer un estudio de esta transición, de lo moderno a lo posmoderno y de la relación que guarda el segundo con el primero.

Segunda parte. La transformación económico-política del capitalismo tardío del siglo XX

En este apartado Harvey retoma conceptos centrales de la escuela regulacionista francesa, tales como régimen de acumulación y modo de regulación para darle un mayor peso al “paquete total de relaciones y disposiciones que contribuyen a la estabilización del desarrollo productivo”, es decir, para cuestionarse el cómo de alguna forma la sociedad capitalista en los años setenta vence los retos o ciertas dificultades tales como “las cualidades anárquicas de los mercados que fijan precios, y […] de controlar el despliegue de la fuerza de trabajo a fin de garantizar la plusvalía en la producción” (p. 144-145).

El autor plantea la fragmentación de la configuración “fordista-keynesiana” de la economía mundial de posguerra desde 1973, a partir del cual los cambios en los procesos laborales, su relocalización espacial, la formación de una nueva división internacional del trabajo, el consumo, los poderes estatales, y otros, han ido perfilando una nueva configuración de lo que podría denominarse un nuevo “régimen de acumulación flexible” que al mismo tiempo implica un nuevo modo de regulación, donde habría que explicar la importancia del pensamiento posmoderno.

Tercera parte. La experiencia del espacio y del tiempo

Es en esta tercera parte que el autor pretende “iluminar los nexos materiales entre los procesos económico-políticos y los culturales” e ideológicos (p. 225). Poniendo en el centro, como mediación, la experiencia del espacio y tiempo de la vida social. Es importante enfatizar que Harvey parte de un enfoque materialista histórico, para sostener que las “objetividad[es] del tiempo y el espacio está[n] dada[s], en cada caso, por las prácticas materiales de la reproducción social” (p. 228), con variaciones geográficas e históricas. Es así que las distintas concepciones de espacio y tiempo en distintos momentos históricos, económicos y políticos, conllevan distintas representaciones y expresiones estéticas e ideológicas.

Cuarta parte. La condición de la posmodernidad

Finalmente para Harvey el posmodernismo “puede ser considerado como una condición histórica-geográfica determinada.” Esto se explica debido a que las “prácticas estéticas y culturales son especialmente susceptibles a la transformación de la experiencia del espacio y el tiempo, por el hecho de que suponen la construcción de representaciones y artefactos espaciales que surgen del flujo de la experiencia humana” (p. 359). De esta manera la “crisis de hiper-acumulación” de 1973 tiene impactos en la experiencia del tiempo y el espacio, reflejado en un uso muy pronunciado de la estética para expresar la confusión y la incertidumbre de la presente época.

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

2. Modernidad y modernismo
14. Tiempo y espacio como fuentes del poder social
22. El modernismo fordista versus el posmodernismo flexible, o la interpenetración de tendencias opuestas en el capitalismo en su conjunto

Trabajo de Fuentes: 

Lefebvre, Henri [1974], La production de l´espace, París.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Es relevante comprender las implicaciones que ha tenido la reestructuración material del modo de producción capitalista desde la crisis en los años setentas-ochenta, dando forma así a una nueva configuración histórica, con nuevas determinaciones y formas en lo político, lo institucional, lo cultural, lo ideológico, etc.

Partiendo de esto, es que debemos interrogarnos la importancia del posmodernismo que se proyecta como el imaginario colectivo común del horizonte cultural e ideológico actual en la sociedad capitalista presente, negando y desviando la atención del núcleo de la sociedad capitalista: la explotación.