Capitalismo y colapso climático / II

Cita: 

Saxe-Fernández, John [2016], “Capitalismo y colapso climático / II”, La Jornada, México, 17 de marzo, http://www.jornada.unam.mx/2016/03/17/opinion/028a1eco

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Jueves, Marzo 17, 2016
Tema: 
Negacionismo científico sobre el colapso climático antropogénico
Idea principal: 

John Saxe-Fernández es doctor en Estudios Latinoamericanos de la UNAM e investigador y Coordinador del programa "El Mundo en el Siglo XXI" del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.

La presente nota forma parte de una serie artículos que el autor publicó en el periódico La Jornada, mismos que se han fichado en el LET:

Capitalismo y colapso climático / I
Capitalismo y colapso climático / II
Capitalismo y colapso climático / III


En la nota, John Saxe, retoma el estudio de Robert Bruller titulado Institutionalizing delay que investiga el financiamiento “por parte de fundaciones conservadoras –con vínculos poco visibles con la industria fósil y sus magnates– de grupos, institutos y centros de acción que niegan el CCA [colapso climático antropogénico]”. El estudio muestra cómo más de 900 millones de dólares han sido utilizados para la oposición de la regulación de los GEI.

Un avance en la oposición al negacionismo científico sobre el CCA fue que el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) decidiera trasladar el caso de ExxonMobil (referente a los actos de supresión de la ciencia climática durante décadas) a la División Criminal de la FBI.

La acción del DOJ evidencia que desde hace décadas Exxon sabía sobre la vinculación entre el calentamiento global y los GEI, al tener la información […] “encubrió el papel de los combustibles fósiles en el CCA e interfirió en los esfuerzos oficiales para actuar de manera efectiva sobre el fenómeno, todo para proteger sus fabulosas ganancias”.

Exxon [y otras grandes petroleras] “logró acceso a la página editorial del The New York Times (NYT) para publicar artículos firmados con su logo sobre los límites del principio de cautela; los altos costos de la regulación medio ambiental, criticando todo subsidio a las energías renovables (solar, eólica), sin mencionar los más de 37 mil millones de dólares públicos en subsidio directo a petróleo y gas, dedicándose al fomento una vasta red de acción negacionista”

A partir de la propagación de la información, la opinión de la población ante el cambio climático se ha modificado, ahora se acepta que existe el CCA, que es “real y es una amenaza”

En Estados Unidos existe el problema de que 59% de los diputados y 70% de los senadores republicanos (la mayor parte del Congreso) están en desacuerdo sobre la resolución científica de las principales fuentes del cambio climático, “182 negacionistas representando a más de 200 millones de ciudadanos de Estados Unidos. ¿Cómo explicar esta anomalía? Bernie Sanders acierta: la clave está en el dinero fósil para el gasto corriente y electoral de los legisladores”.

Datos cruciales: 

En febrero de 2016 la temperatura global sobrepasó los niveles máximos registrados desde 1880.

“En el último cuarto de siglo se generó la mitad de todo el CO2 emitido desde el inicio de la era industrial”

De 1850 a 2011 Estados Unidos, el epicentro de la crisis del capitalismo, lanzó 27% del total de emisiones de CO2, más que cualquier otro país.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La ciencia ocupa un papel imprescindible en el juego de verdades del pensamiento occidental, el problema es que a (gran parte de) la ciencia, como a todo en el capitalismo, se le ha colocado un precio impuesto por los magnates y se utiliza como un instrumento para obtener beneficios personales. Este elemento ha implicado que en ocasiones, como el caso de la veracidad de los factores antropogénicos ante el cambio climático, se llegue a repercusiones irreversibles por conseguir el lucro de unos cuantos. Por otro lado, hay ciencia, investigaciones, que se desarrollan con un objetivo social y buscan refutar las mentiras de la ciencia que lucra. Este texto es un claro ejemplo de ello.