Climate change. Hot and bothered. Not much has come of efforts to prevent climate change so far. Mankind will have to get better at tackling it—but must also learn to live with it, says Joel Budd
The Economist [2015], “Climate change. Hot and bothered. Not much has come of efforts to prevent climate change so far. Mankind will have to get better at tackling it—but must also learn to live with it, says Joel Budd”, The Economist, London, 28 de noviembre, http://www.economist.com/news/special-report/21678951-not-much-has-come-...
El cambio climático es la preocupación principal de este artículo, la reunión de líderes mundiales en París para la conferencia de cambio climático pretende resolver los problemas de sus consecuencias que poco a poco deja de ser un tema sólo de naciones, el Fondo Monetario Internacional advierte sobre el peligro de que la riqueza humana se pierda si estos problemas no se corrigen.
Algunas regiones del Oeste de Europa y cada vez más en China y Estados Unidos tienen formas de producir energía de manera limpia como las turbinas de aire, paneles solares, sin embargo, la mayoría de las cosas que compramos emiten muchos gases de efecto invernadero lo que ha provocado que desde la conferencia de cambio climático de la ONU en 1995 la concentración de dióxido de carbono fue de 361 partículas por millón y pasó a 399 partículas por millón (para más datos ver datos cruciales).
Algunas sanciones acordadas por el protocolo de Kioto en 1997 han expirado y con ello las obligaciones por salvar el planeta por lo que sólo queda como compromiso lo que dicen los países acerca de reducir sus propias emisiones de gases de efecto invernadero, se evade el debate sobre el cambio climático y con ello algunos países desconocen los efectos mientras que otros al menos piensan en lo que se podría hacer. La reunión entre líderes en la cumbre de París desea planear nacionalmente determinadas contribuciones. Por el momento el objetivo es mantener la temperatura global no más allá de un incremento de los 2 grados centígrados sobre niveles pre-industriales.
Una cuestión de grados
Durante siglos, las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera han hecho que ésta se vaya modificando, con sobrepasar los 2 grados centígrados podrían emitirse anualmente 3,200 gigatonnes de dióxido de carbono. Las emisiones promedio por persona se mantuvieron iguales entre 2013 y 2014, mientras que en 2015 se han mantenido ligeramente a la baja.
El panorama no parece alentador, puesto que aún con las reducciones que puedan hacer algunos países para sus emisiones de gases de efecto invernadero, es muy probable que las sanciones para unos sean oportunidades de otros para poder elevar su consumo de combustibles fósiles, aunque no todo es malo, en países de regiones frías el sobre calentamiento puede ayudar a sus cultivos con un clima más apto, así como la migración de la fauna acuática que puede llegar a las aguas de otros países.
El cambio climático como principal problema debe ser combatido inteligentemente puesto que existe cierta renuencia a emplear energías renovables por lo costoso de una turbina de aire o de un panel solar, aunque sea necesario para la sobrevivencia de todo el planeta tierra. Mientras tanto la humanidad tendrá que pensar en cómo adaptarse a los cambios que ya presenta el deterioro del planeta, ayudando a los animales y a las plantas a desarrollarse, el problema se resume en que urge hacer investigación para frenar el daño al planeta y crear condiciones de bienestar para todos sus habitantes.
Entre 2000 y 2010 el incremento de gases de efecto invernadero se ha acelerado más que en la década de 1980 y 1990 lo que representa un incremento en el aire de la superficie de 0.9 grados centígrados entre esa década y la reciente hasta 2014.
Aún apelando a las energías renovables existe el dato sobre el cual según la Agencia Internacional de Energía 13.5% de la oferta de energía primaria es dado por recursos renovables tomando en cuenta que tres cuartas partes de ese porcentaje es lo que se denomina biocombustibles (madera para combustión, estiércol y carbón en los países, la energía hidroeléctrica ha ido decreciendo por demandas sobre el daño a los ecosistemas, mientras que la energía nuclear, que es verde pero no renovable, ofrece el 5% de la energía que se necesita y ha ido cayendo, las turbinas de aire, granjas solares, molinos de viento, estaciones de poder geotérmico van produciendo conjuntamente 1.3% de la energía que se necesita.
Gráfica. Emisiones de CO2 globales. Gigatonnes por año.
La gráfica presenta una comparación entre las emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles y la ingeniería forestal del año 1845 hasta el año 2012. Respecto a la ingeniería forestal las emisiones se han mantenido por debajo de 5 gigatonnes teniendo su incremento más importante en los años 50’s y a partir del año 2000 ir decreciendo esas emisiones, respecto a los combustibles fósiles se mantuvieron a la par de la ingeniería forestal hasta 1900, cuando se incrementan a más de 5 gigatonnes manteniéndose en constante crecimiento hasta los años 50’s donde ha ido incrementando sus emisiones de dióxido de carbono hasta llegar a más de 35 gigatonnes en 2012.
El cambio climático por las emisiones de gases de efecto invernadero ha sido un tema muy recurrente en el análisis del abuso de las empresas sobre la naturaleza. Los grandes avances en la actividad económica produjeron altos costos ambientales de los cuales su daño ahora es irreversible.
Es importante que en la prensa convencional se le otorgue veracidad a temas como el cambio climático (que por demás es desde hace tiempo evidente), sin embargo, en el artículo destaca la ausencia de la crítica al modo de producir y se entrevé un romanticismo tecnológico aunado a un darwinismo social.