Finance in China. Big but brittle. China needs to free up its financial system, even if it hurts, says Simon Rabinovitch

Cita: 

The Economist [2016], "Finance in China. Big but brittle. China needs to free up its financial system, even if it hurts, says Simon Rabinovitch", The Economist, London, 7 de mayo, http://www.economist.com/news/special-report/21697983-china-needs-free-u...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 7, 2016
Tema: 
Debilidades en el sector bancario más grande del mundo, China.
Idea principal: 

Finanzas en China
Grande pero frágil
China necesita liberar su sistema financiero, aunque duela.

Durante el fuerte proceso de expansión y crecimiento económico chino, los bancos otorgaban préstamos de un lado a otro, pero se excluyeron algunos sectores – el agrícola, por ejemplo–. De esta forma se desarrolló una banca de préstamos, no regulados (ilegales) para cubrir la demanda de crédito, incluso con altas tasas de interés. El éxito del negocio se detuvo con la desaceleración de 2014 y los planes de inversión que dependían de un crecimiento ultrarrápido se vinieron abajo. Consecuentemente empezaron los incumplimientos, tanto por los prestatarios como por los prestamistas no regulados a sus depositantes. El temor de una falta de liquidez se generalizó, se expandieron las corridas en los bancos de todo el país, hasta que el grupo industrial, Asociación Bancaria de China, declaró su apoyo a los bancos rurales para calmar su respaldo de liquidez.

Para The Economist la fuerte estampida financiera de 2014 y el ejemplo del impacto en el Banco Rural Comercial Sheyang ponen en cuestión la fragilidad del actual sistema financiero chino. Haciendo un recuento de los últimos años, el artículo señala que además de la crisis de liquidez en 2013, hubo una ola de incumplimientos de la banca-sombra en 2014, un colapso del mercado de valores en 2015 y un aumento de la fuga de capitales a inicios del 2016. De fondo lo que resalta The Economist es un drástico aumento de la deuda.

The Economist estima que los alcances de una crisis en china serían inmensos en comparación con cualquier otra crisis de mercados emergentes anterior. Su sector bancario es el más grande del mundo y a pesar de las limitaciones de la inversión extranjera directa en el sistema financiero chino, sus conexiones son cada día más profundas. Una leve depreciación del yuan a inicios de este año tuvo impactos en todo el mundo –perturbaciones en stocks, divisas y materias primas–.

Aun así hay que considerar que por la propia naturaleza del sistema chino, el Estado tiene un amplio rango para maniobrar frente a sus problemas económicos. El Estado es propietario de los bancos y de sus mayores deudores. Por otro lado, el sistema financiero chino no es altamente complejo, sus instrumentos financieros son muy austeros, no existe la complejidad de productos exóticos que incrementan el riesgo como sucede en los sistemas financieros más desarrollados. Además, las reservas de liquidez son fuertes, los residentes chinos no tienen otra opción que guardar sus excedentes en cuentas de capital semi-cerradas. Existen trabas para el envío de dinero al exterior. Esto les ha permitido tener un control sobre los flujos de crédito y financiamiento en la nación, cierra el crédito en momentos difíciles, como cuando hay que recapitalizar a los bancos y dispara la máquina de préstamos en momentos buenos, impulsando infraestructura y otros proyectos de desarrollo.

Hora de la verdad

El problema va más allá del sector bancario –señala The Economist–. A medida que la población envejece y la economía madura, el crecimiento se ve obligado a bajar aún más. Los rendimientos del capital están disminuyendo, su etapa de crecimiento acelerado está concluyendo. El crecimiento menor, complica la liquidación deudas incobrables [bad debts] adquiridas la década pasada. También la las finanzas-sombra [shadow finance] obstruyen el poder de los bancos estatales y la cuenta de capitales sigue sufriendo fugas.

Bajo esta forma de operar del Estado chino es que The Economist concibe sus propios límites. La solución propuesta es simple, China necesita un sistema financiero más sofisticado, que sea más eficaz en las asignaciones de capital y en regular las presiones del mercado.

Se señala que en cierta medida el Estado ha ido encaminado en este sentido mediante algunas reformas recientes: la desregulación de las tasas de interés y del tipo de cambio (aunque aún sea controlado, es más flexible). Esta liberalización también conlleva sus complicaciones como una mayor competencia para los bancos y más diversidad de instrumentos para invertir con distintos riesgos.

Finalmente, el artículo delinea dos escenarios desagradables para China: i) mayor liberalización del sistema financiero, lo cual abre al mismo tiempo, nuevos peligros –aumento en los incumplimientos, mayores pérdidas en los bancos, quiebra de muchos prestamistas sombra–, o bien, ii) que se evada la reforma y en su lugar se intente recomponer el sistema actual, algo fácil en el corto plazo, pero la acumulación de deuda podría debilitar el vigor de la economía y aumentar el riesgo de un desenlace terrible.

En la práctica, China es ambivalente, durante momentos de auge opta por la liberalización, pero ante cualquier sensación de problemas retoma bruscamente el control. No obstante, a pesar de las medidas implementadas por el gobierno chino después de la corrida de 2014 –un fuerte seguro de depósitos en todo el país para tranquilizar a los ahorradores– hay signos de una desaceleración económica en la esfera productiva, empresas de textiles se encuentran paradas y bloques de apartamentos están vacíos a las afueras del país.

Datos cruciales: 

° Gráfica 1. Activos de los bancos más grandes del mundo en 2015. Mercados de deuda (2015) y de valores más grandes del mundo (2016).
° El sector bancario de China es el más grande del mundo, con activos de $30 billones de dólares, equivalente al 40% del PIB mundial.
° Los cuatro bancos más grandes de China son también los más grandes del mundo, según sus activos: ICBC, China Construction Bank, Agricultural Bank of China y Bank of China.
° La deuda china representaba 155% con relación a su PIB en 2008 y pasó a ser casi 260% a finales del 2015.
° El mercado de valores chino tiene un valor de $ 6 billones de dólares, ocupa el segundo lugar después del valor del mercado de valores estadounidense.
° El mercado de bonos chino tiene un valor de $ 7.5 billones de dólares; es el tercer mercado más grande y con las tasas de crecimiento más rápidas del mundo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La crisis mundial detonada en 2008, podría tener próximamente graves secuelas en la desaceleración del principal motor asiático, China. Un crecimiento importante de una banca financiera-sombra, la dificultad para liquidar grandes deudas adquiridas en el periodo de auge y de cartera vencida, podrían tener grandes impactos, más allá que sólo una crisis financiera.

De fondo lo que se observa es un problema más grave, desaceleración económica y disminución de rendimientos de capital. Lo cual tendría consecuencias a amplio alcance en la economía mundial con la disminución de la segunda economía más grande del mundo.