German firms in America. Making eyes across the ocean. German firms are increasingly keen on buying American rivals
The Economist [2016], "German firms in America. Making eyes across the ocean. German firms are increasingly keen on buying American rivals", The Economist, London, 10 de septiembre, http://www.economist.com/news/business/21706564-german-firms-are-increas...
El artículo da cuenta del repunte de las inversiones de empresas con sede en Alemania, dirigidas a empresas con sede en Estados Unidos. Tras el fiasco de la compra de Chrysler por parte de Daimler-Benz en 1998, las inversiones en Estados Unidos no han tenido buena reputación entre los empresarios alemanes. Han debido pasar 18 años para que Bayer, gigante farmaceútico, intente comprar al principal productor de semillas y plaguicidas, Monsanto, lanzando una oferta de 65 mil millones de dólares. Esta operación es una respuesta a la consolidación de ambas industrias: a principios de 2016 la empresa de propiedad estatal ChemChina compró al gigante suizo de la agroindustria Syngenta, por 43 mil millones de dólares.
Las perspectivas de la compra son contrastadas: por una parte, la rentabilidad de Monsanto está en cuestión tanto por los bajos niveles de ganancia de la agroindustria y por las dudas sobre la eficacia de algunos de sus productos (herbicidas); por otra, Bayer tiene una larga tradición de adquisiciones en Estados Unidos; la más reciente tuvo lugar en 2014 cuando compró la división de cuidados de Merck por 14.2 millones de dólares, misma que fue integrada exitosamente.
Las estadísiticas agregadas hablan de un repunte de las inversiones extranjeras de las firmas alemanas: a mediados de 2016 Alemania es el tercer inversionista en el extranjero, con 10.8% del stock mundial de inversión extranjera; dos años atrás, Alemania ocupaba el séptimo lugar. Otras empresas como Siemens, SAP, Infinieon y Merck han realizado compras exitosas en el extranjero.
La interpenetración de las economías metropolitanas es un elemento fundamental para evaluar la trayectoria del capitalismo y de la hegemonía mundial. Es preciso estudiar la posición de las empresas compradoras y compradas para establecer si las inversiones en el extranjero fortalecerán la posición de los compradores: ¿cuáles son las razones de la inversión? ¿qué tecnologías, qué mercados están en juego? Tradicionalmente, las inversiones extranjeras en Estados Unidos se sitúan en actividades maduras e incluso declinantes, que sin duda generan grandes ganancias, pero ya no son el núcleo estratégico del capitalismo. Operaciones como la compra de Monsanto ponen en cuestión esta generalidad y desplaza una de las tecnologías de vanguardia hacia Alemania que cuenta con una sólida base en "ciencias de la vida". Este tipo de inversiones debilitan el liderazgo estadounidense y abre vías de transformación del capitalismo de mediano y largo plazo.