Black gold, white gold. The rentier system is in trouble, in the big oil-producing states and beyond

Cita: 

The Economist [2016], “Black gold, white gold. The rentier system is in trouble, in the big oil-producing states and beyond”, The Economist, London, 14 de mayo, http://www.economist.com/news/special-report/21698438-rentier-system-tro...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 14, 2016
Tema: 
El artículo hace una crítica al modelo rentista sobre el que descansan muchos países del mundo árabe y señala que, con la caída de los precios del petróleo, es necesario buscar alternativas.
Idea principal: 

La base del modelo rentista de Arabia Saudita es el petróleo abundante y de fácil acceso: la renta petrolera recolectada por la familia gobernante la distribuye generosamente bajo la forma de bienes y servicios públicos y subsidios, a cambio de la obediencia de la sociedad.

El artículo señala que aunque existen grandes diferencias entre los países del mundo árabe, en cuanto a la disponibilidad de recursos naturales y fuerza de trabajo, todas sus economías siguen el vaivén de los precios del petróleo. Algunos países con pocos recursos naturales exportan grandes cantidades de fuerza de trabajo a los campos petroleros. Otros se vuelven el destino turístico de los grandes magnates petroleros, como Beirut en Líbano y El Cairo en Egipto. También hay países que gozan de las transferencias de los países petroleros por razones de seguridad: Egipto ha recibido recursos de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos desde 2013, a raíz del golpe de estado.

Aunque los funcionarios de Aramco no ven ninguna amenaza con la caída de los precios petroleros, la economía de Arabia Saudita no parece tan sólida. Se espera que el déficit presupuestal alcance 13.5% del PIB este año a pesar de los recortes de subsidios a la energía, las reservas internacionales están reduciendo y los préstamos en los mercados de capitales van en ascenso. Este panorama se extiende al resto de los países árabes aunque con efectos diferenciados. Algunos como Qatar, Bahrain u Omán no se verán tan afectados por su poca dependencia del sector petrolero.

The Economist señala que ante este panorama, los países árabes necesitan diversificar su economía y reducir su dependencia de la renta petrolera.

En Arabia Saudita, el príncipe Muhammad bin Salman pretende involucrar más al sector privado: desde servicios básicos, como educación y salud, participaciones en Aramco, la petrolera estatal, y venta de tierras para minería, crear un sector de defensa e impulsar el turismo. Sin embargo, esta transición enfrenta la resistencia de la enorme burocracia, el sector religioso y la familia real. El país también enfrenta el rápido crecimiento de la población en edad de trabajar y el desempleo.

En términos productivos, el modelo rentista dio lugar a un fuerte impulso de la sustitución de importaciones, lo que hizo ineficiente a las industrias árabes no petroleras frente a sus competidoras asiáticas.

De hecho, la ola de protestas contra los gobiernos en la primavera árabe de 2011 incluyó una demanda por un cambio del modelo: en contra de los recortes en los empleos en el sector público y del favoritismo y la corrupción.

The Economis expone dos casos opuestos de la puesta en marcha de un modelo económico: Egipto y Marruecos.

Egipto ha fracasado en impulsar su sector economía a pesar de su cercanía a los mercados europeos, de un mercado interno grande y de contar con tierras cultivables altamente productivas. El ejemplo más claro es el de la industria del algodón que desde inicios del siglo XIX fue considerado de la más alta calidad. Después de su nacionalización y protección durante todo el siglo XX, la industria se debilitó en cuanto las restricciones al comercio internacional fueron eliminadas.

En contraste, Marruecos ha demostrado mayor éxito al insertarse en las cadenas globales de valor, particularmente en la industria automotriz y aeroespacial. Por ejemplo, Renault-Nissan y PSA Peugeot Citroën han establecido plantas de ensamblaje. También se fabrican y ensamblan componentes aéreos en plantas de Bombardier, Boeing, Airbus y Matis Aerospace.

Datos cruciales: 

La producción de Aramco en el pozo Shaybah es rentable aun cuando el precio del barril de petróleo fuera de 10 dólares.

Las fábricas marroquíes pueden producir componentes aeroespaciales 305 más baratos que en Europa y Estados Unidos, sin pérdida de calidad.

Actualmente, la industria marroquí aeroespacial incluye a 100 empresas, más de 11,500 trabajadores y exporta más de mil millones de dólares. Se espera que en 2020 haya doblado su tamaño.

Gráfica. PIB per cápita (precios de 2015, 1970=100) y precios del petróleo (dólares por barril), 1970-2015.
Datos agrupados según la cantidad de riquezas naturales y fuerza de trabajo.

Gráfica. Datos detallados para 2015 o el último año con datos disponibles.

Gráfica. Llegadas de turistas 2000=100, 2006-2015.
Datos para: Grecia, España, Marruecos, Egipto, Túnez, Jordanía.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo retoma el principio liberal de la no intervención estatal en la economía debido a su ineficiencia y, en el caso de los países rentistas del Medio Oriente, enfrentó una manifestación política con la ola de protestas populares en 2011.

No deja de sorprender que este argumento siga esgrimiéndose después de los fracasos que experimenta el mercado: la crisis financiera de 2008, la crisis ecológica y la devastación ambiental, la quiebra de países enteros que dejan en manos del sector empresarial la vida económica. Este argumento no sólo oculta a los responsables, sino que refuerza su poder al poner como solución la misma lógica que llevó a la debacle.