The world economy. An open and shut case. The consensus in favour of open economies is cracking, says John O’Sullivan. Is globalisation no longer a good thing?

Cita: 

The Economist [2016], "The world economy. An open and shut case. The consensus in favour of open economies is cracking, says John O’Sullivan. Is globalisation no longer a good thing?", The Economist, London, 1 de octubre, http://www.economist.com/news/special-report/21707833-consensus-favour-o...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 1, 2016
Tema: 
Crítica a las críticas de la globalización y sus malestares
Idea principal: 

El presente artículo está encaminado a establecer la responsabilidad de la globalización –entendida como mayor libertad de flujos de comercio, personas y capital– en los malestares económicos actuales, haciendo un acercamiento a las principales críticas contemporáneas en torno a la globalización para después tomar postura.

Inicia con describir la situación actual de Carolina del Norte, exponiendo el caso de “Revolution Mill” una fábrica textil instalada a inicios del siglo XX que alcanzó su apogeo en los años treinta pero que finalmente cierra su producción en 1982 con el ascenso de la globalización y la búsqueda de menores costos salariales en América Latina y Asia. Caso similar el de una importante fábrica de muebles en los años cincuenta que fue desplazada por la competencia de los sueldos bajos. Estos ejemplos son resaltados por el surgimiento de nuevas empresas, en áreas de innovación y desarrollo tecnológico como Bright View Technologies –productora de gran diversidad de productos de luces LED–.

De esta forma Carolina del Norte ejemplifica tanto tas promesas como las pérdidas de las economías abiertas. De tales efectos, según la revista, se ha acrecentado una inquietud en el mundo occidental respecto las asimetrías de la globalización.

Parte de la inconformidad se expresa en una ofensiva contra el libre mercado en la política. En Estados Unidos –tanto el conservador Donald Trump como la demócrata Hillary Clinton– y en la Unión Europea (UE) los principales políticos presentan una postura en contrasentido a la apertura de las economías bloqueando las negociaciones de los nuevos tratados del libre comercio.

Mantener fuera las señales

Las tensiones también se expresan en:

I. La libre circulación de personas dentro de la UE. Después del Brexit partidos en contra del sistema han tomado fuerza en otras partes de la UE –Francia, Países bajos, Alemania, Italia, Austria– convocando referéndums con los mismos objetivos de cerrar fronteras tanto a los migrantes como al comercio.

II. El libre movimiento del capital. La mayor parte del valor creado por las empresas es intangible y éstas dependen de la venta de sus ideas encontrando mayores ventajas cuando se establecen en lugares donde los impuestos son bajos –Estados Unidos.

III. Libre circulación de la deuda. Ésta ha hecho que los problemas en alguna parte del mundo se extiendan rápidamente a otras. Hoy la inconstancia de los flujos de capital es una de las razones por las que está en problemas el euro –ejemplos de esto son las crisis de deuda en varios países europeos como Grecia, Italia, Irlanda, Portugal y España.

IV. Otras preocupaciones conciernen al papel de China como poder económico global. También se añaden cuestiones particulares de cada sociedad (ej. en algunas partes de Europa la oposición a los migrantes fue motivada por la crisis de los refugiados sirios).

V. Además de las anteriores The Economist señala que cierto descontento emerge de la lenta recuperación económica de las bases materiales que no han logrado incorporar, o que en su defecto, han dejado al margen a numerosos grupos de personas.

Esto ha alimentado un sentir generalizado de malestar y la impresión de que las economías abiertas solo benefician a una pequeña élite dejando al margen a la gran mayoría. Incluso el consenso a favor de la movilidad sin restricciones del capital es cada vez menor en el propio Fondo Monetario Internacional. (Ensayo titulado: "Neoliberalism: Oversold?" en https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2016/06/pdf/ostry.pdf). Ante las críticas, The Economist plantea que es difícil establecer la relación entre una economía abierta y la desigualdad salarial, pero afirma que gran parte de los problemas sociales –como la migración a gran escala y otros– se explican como errores de la política de bienestar, la cual es necesaria para proteger a los trabajadores de las perturbaciones del comercio y la tecnología.

Múltiples choques

Finalmente The Economist responsabiliza tres factores nodales: en primer lugar, el cambio tecnológico es el principal causante de las afectaciones en los empleos, la desigualdad salarial y la concentración de ganancias. En segundo lugar, la crisis financiera junto con su larga y lenta recuperación, seguida de explosiones bancarias. Esto se le atribuye al flujo libre de la deuda pero principalmente a las laxas regulaciones bancarias. Y tercero, la rápida emergencia de China como poder económico y su fuerte competencia de bajos salarios.

The Economist concluye que varias de las preocupaciones sobre la globalización son válidas, pero gran parte de la crítica que cae sobre la apertura económica es equívoca, pues no hace un correcto balance de los beneficios y le adjudica problemas que no le corresponden. Finalmente la sentencia es clara: dar marcha atrás en la apertura de mercados sólo empeorará la situación actual.

Datos cruciales: 

- Gráfica 1. Ingresos de los hogares en Estados Unidos, 1970-2014. (Índice del 90avo al 10mo percentil 2014 dólares).

- En Estados Unidos, uno de cada seis hombres en edad laboral sin título universitario no es parte de la fuerza laboral, según un análisis del Council of Economic Advisers, un grupo de trabajo de la Casa Blanca.

- Un informe del McKinsey Global Institute, encontró que los ingresos reales de dos tercios de los hogares en 25 economías avanzadas se mantuvieron o cayeron entre 2005 y 2014, en comparación con el 2% de la década anterior.

- Gráfica 2. Balanza comercial de mercancías de Estados Unidos con China (miles de millones de dólares), 2000-2015. En el periodo de estudio tanto las importaciones como las exportaciones mantienen una tendencia creciente, solo que el crecimiento de las importaciones de productos chinos ha sido mucho mayor que el crecimiento de las exportaciones al mercado chino.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La postura liberal del The Economist persiste a favor del libre mercado junto a una política de bienestar que atienda las externalidades no reguladas por las libres fuerzas del mercado. En un momento histórico donde las necesidades de acumulación del capitalismo contemporáneo hiperconcentrado están sofocadas por sus propios límites materiales (tecnológicos y sociales) ¿es posible aún el Estado de bienestar?

Aunque la metodología liberal es limitada en tanto minimiza los efectos de poder propios de la globalización, es pertinente el destaque sobre la estratificación social como una poderosa fuerza que mantiene la adhesión de los consumidores al capitalismo. Es necesario establecer la diálectica entre la destrucción y la creación propia de la acumulación de capital.