Capital mobility. The good, the bad and the ugly. Foreign direct investment is mostly welcome, but large short-term flows spell trouble

Cita: 

The Economist [2016], "Capital mobility. The good, the bad and the ugly. Foreign direct investment is mostly welcome, but large short-term flows spell trouble", The Economist, London, 1 de octubre, http://www.economist.com/news/special-report/21707836-foreign-direct-inv...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 1, 2016
Tema: 
Bajas tasas impositivas fiscales como mecanismo de competencia entre las empresas transnacionales.
Idea principal: 

Irlanda es uno de los ejemplos más ilustrativos de las bondades que ofrece la globalización para los inversionistas. En esta transición las empresas estadounidenses tuvieron gran importancia –Intel, Boston Scientific, entre otros grandes– incentivadas por los subsidios y la baja tasa de impuestos ofrecida por el gobierno irlandés, lo que fue dando origen a la agrupación (cluster) de tecnología médica y farmacéutica en la región. Transformándose en el tigre céltico de Europa.

Un ejemplo de un libro de texto

Gracias a la Inversión Extranjera Directa (IED) Irlanda ha logrado ascender en la escala de los países ricos, pero al mismo tiempo es el arquetipo de los efectos secundarios perjudiciales de la movilidad del capital. Otros países empezaron a imitar la aplicación de bajas tasas de impuestos como mecanismo para atraer a las empresas extranjeras.

El año pasado el PIB mostraba un crecimiento de 26%, en primer lugar inflado por las “inversiones tributarias” (tax inversions)* que dieron lugar a que una pequeña empresa irlandesa haya podido adquirir una empresa extranjera mucho mayor, con el fin de que la fusión se beneficiara de los bajos impuestos corporativos que concede Irlanda. En segundo lugar, el peso de la industria de arrendamiento de aeronaves (aircraft-leasing industry) también alteró al PIB –las dos flotas arrendatarias más grandes del mundo se gestionan desde Shannon, aunque muchos de los 4.000 aviones registrados nunca están ahí–.

Pero lo más sorprendente es el daño ocasionado por los flujos de capital a corto plazo. Previo a la crisis 2008 Irlanda sufrió la explosión de una expansión especulativa mobiliaria iniciada desde el lanzamiento del euro en 1999 y estimulada con la facilidad de los créditos interbancarios de la zona euro –bajas tasas de interés en bancos alemanes–, alcanzando un auge en la construcción en 2007 pero que finalmente se colapsó y requirió de un rescate del FMI.

Reconsiderando tanto las ventajas y los contras que conlleva el libre flujo de capitales en el mundo The Economist señala que la movilidad de capital no es, en su mayor parte, objeto de crítica en la forma en que el libre comercio y la migración son juzgados hoy en día.

Junto con esto se señala la basta evidencia que existe sobre problemas que pueden ocasionar los flujos de capital en el corto plazo –crisis bancarias, monetarias– los cuales no limitan su presencia en los países en desarrollo sino también en los ricos –la zona euro e Irlanda–. Algunas de las particularidades de los mercados de capitales son las oscilaciones salvajes en el valor de las acciones, bonos y demás títulos. Cuando el capital se mueve a través de las fronteras, estos fallos se amplifican por la distancia, la falta de familiaridad, el riesgo de tipo de cambio y mala infraestructura institucional de los sistemas financieros de los países en vías de desarrollo, problemas de financiamiento de proyectos a largo plazo con préstamos de corto plazo y otros defectos como la “enfermedad holandesa” (***).

Filtrar los flujos

Un enfoque para controlar los flujos de capital son los “impuestos a las transacciones financieras” (Tobin o entry tax)** proporcionales al tamaño del flujo de capital e impuestos en el momento de cambio de las monedas. Marcos Chamon y Márcio Garcia estudiaron de cerca el caso de Brasil cuando en octubre del 2009 impuso un impuesto de 2% a las inversiones de portafolio, posteriormente se incrementó hasta 6% e incluso para se extendió a los valores derivados; los autores concluyen que este tipo de impuestos son más efectivos de lo que previamente se contemplaba. Por su parte Michael Klein estudia la distinción entre los controles temporales –“puertas”– para ciertos flujos repentinos y los controles de largo plazo –“paredes”– para los activos. En su trabajo señala que los controles temporales no frenan la apreciación del tipo de cambio, ni incrementan la tasa de crecimiento del PIB, ni detienen los riesgos financieros, en tanto que los controles de largo plazo podrían hacerlo. Pero las naciones con este tipo de controles –paredes– generalmente son más pobres que aquellas con puertas. El artículo señala que una posible alternativa es combinar impuestos y controles, pues ninguna de las dos medidas es capaz de controlar todos los flujos de capital.

Una cuestión fiscal

Irlanda se encuentra entre los países con mayor IED relativa al PIB, pero tanto ella como otros importantes centros de atracción de IED se caracterizan por sus bajas tasas de impuestos corporativos. Las corporaciones multinacionales son capaces de evadir impuestos debido a los pocos principios generalmente aceptados de política fiscal transfronteriza. El enfoque de Estados Unidos indica cobrar impuestos a los ingresos globales de la compañía en el lugar donde se ubica su sede corporativa, independientemente de dónde han sido generados. El enfoque de Europa es aplicar impuestos a las ganancias dependiendo el lugar donde fueron generadas. En la práctica, ambos métodos son usados usualmente en combinación.

El artículo hace mención de la dificultad que ha generado la globalización, la creciente importancia de los activos intangibles –como las patentes y otros– y la complejidad de las cadenas de suministro para ubicar donde deberían ser aplicados los impuestos según la base de la fuente de las ganancias.

Otra propuesta es abolir los impuestos corporativos e incrementar los impuestos a las ventas. A ello se contraponen dos objeciones: i) por razones de capital, sería preferible poner impuestos a los accionistas en lugar de a los consumidores; ii) los impuestos corporativos generan una gran participación de ingresos en los recursos de las naciones más pobres, donde pocos trabajadores son contratados de manera formal y los impuestos al consumo son fáciles de evadir. Otras alternativas buscan imponer impuestos a las ganancias excesivas o “rentistas” mediante un impuesto de valor agregado con deducciones a los costos de trabajo y otros insumos.

The Economist finaliza señalando que la creciente práctica de la deslocalización de las inversiones para evadir impuestos fiscales deberían hacer de la movilidad del capital un centro de atención del creciente descontento popular.


* “Tax inversión”: También conocida como “Corporate Inversión” pero la podemos traducir literalmente como ´inversión tributaria´ es el proceso por el cual las empresas se trasladan al extranjero para reducir la carga impositiva sobre sus ingresos. Las empresas que reciben una parte importante de sus ingresos de fuentes extranjeras emplean la inversión corporativa como una estrategia, ya que esos ingresos se gravan tanto en el extranjero como en el país de incorporación. Es probable que las empresas que lleven a cabo esta estrategia seleccionen un país que tenga tasas de impuestos más bajas y requisitos de gobierno corporativo menos estrictos. (véase: http://www.investopedia.com/terms/c/corporateinversion.asp)

** “Tobin”: Impuesto a las transacciones financieras es un tipo de tasa propuesta por el economista estadunidense James Tobin en 1971. Con la intención de penalizar la especulación cortoplacista. En lugar de un impuesto al consumo, el impuesto Tobin pretendía ser aplicado a los participantes del sector financiero como medio para controlar la estabilidad de cierta divisa. (http://www.bbc.com/news/business-15552412)

(***) Enfermedad holandesa: En economía, se conoce como síndrome holandés, también conocido como mal holandés o enfermedad holandesa a los efectos perniciosos provocadas por un aumento significativo en los ingresos en divisas de un país. El término surgió en la década de 1960 cuando los ingresos en divisas de los Países Bajos aumentaron considerablemente a consecuencia del descubrimiento de grandes yacimientos de gas natural en Slochteren, cerca del Mar del Norte. Como resultado del incremento de ingresos de divisas, el florín, la moneda neerlandesa, se apreció, es decir, aumentó su valor perjudicando la competitividad de las exportaciones no petroleras del país. De ahí el nombre de este fenómeno, que si bien no se relaciona con el descubrimiento de algún recurso natural, puede ser el resultado de cualquier hecho que genere grandes entradas de divisas, como un notable repunte de los precios de un recurso natural, la asistencia externa y la inversión extranjera directa. (https://es.wikipedia.org/wiki/Mal_holand%C3%A9s)

Datos cruciales: 

- Secuelas de la crisis inmobiliaria muestra que actualmente el 10% de las casas en Irlanda están completamente deshabitadas.

- Reciente publicación del FMI, por Atish Ghosh, Jonathan Ostry y Mahcash Qureshi, identifica 152 episodios de "oleaje" (períodos de grandes flujos de capital anormales) entre 1980 y 2014 en 53 mercados emergentes. Una quinta parte desembocaron en crisis monetarias o bancarias (http://pubs.aeaweb.org/doi/pdfplus/10.1257/aer.p20161015) (https://assets.aeaweb.org/assets/production/articles-attachments/aer/app...).

- Gráfica 1. Flujos globales de capital 2000 al 2014 (billones de dólares). La gráfica muestra un impresionante auge desde 2002 hasta su punto máximo en 2007 con 13 billones de dólares, posteriormente cae en 2009-2010, y una breve recuperación en 2011; posteriormente se comporta con oscilaciones sin una tendencia clara.

- Luxemburgo alberga 10% del stock global de la IED pero solo aporta el 0.07% del PIB mundial.

- Gráfica 2. Stock de la inversión extranjera directa como porcentaje del PIB, para 2014. En la gráfica Luxemburgo en lista el primer lugar (superior a 3610%), Hong Kong y Holanda le siguen (más de 400%), posteriormente continua Singapur (más de 200%), Hungría e Irlanda (sobrepasando el 100%), Suiza, Bélgica, Bulgaria y Chile.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Ante los malestares y las críticas que recaen sobre la globalización The Economist encuentra dos culpables principales: los grandes rentistas y la movilidad capital de corto plazo. El artículo resalta la deslocalización de inversiones en forma de inversiones tributarias en lugares con bajos impuestos fiscales como medios de competencia entre grandes empresas transnacionales. El ejemplo de Irlanda es ilustrativo para acceder a la competencia al interior de la Unión Europea con menores costos. Desde esa perspectiva habría políticas viables para hacer funcionar la globalización; sin embargo, los mismos argumentos liberales muestran que los equilibrios no son alcanzables ante la competencia de las naciones para atraer capitales. En otra perspectiva, estos debates muestran la importancia de la regulación y en particular de los regímenes fiscales.