La especificidad de la etapa actual del capitalismo

Cita: 

Saxe-Fernández, John y Juan Fal [2012], “La especificidad de la etapa actual del capitalismo: los límites materiales del crecimiento y sus consecuencias geopolíticas”, John Saxe-Fernández (editor), Crisis e imperialismo, México, UNAM, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, pp. 31-60.

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2012
Tema: 
La crisis originada en 2008 es una crisis estructural del sistema capitalista. Se trata de una crisis múltiple y potencialmente terminal.
Idea principal: 

John Saxe-Fernández es doctor en Estudios Latinoamericanos por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales e investigador del Programa “El Mundo en el Siglo XXI” del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), de la UNAM.

Juan Fal es economista y maestro en Finanzas por la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM e investigador de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas (FISYP) y del Instituto de Industria de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Docente de la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de General Sarmiento y la Universidad del Salvador.


La crisis que comienza en 2008 no puede ser comprendida solamente a partir de la arista económica-financiera; se trata de una crisis múltiple y potencialmente terminal. Donde su resolución no sólo se restringe a lo bélico, sino, de igual forma, a la construcción social alternativa, el socialismo.

Inicios: antecedentes, caracterización y prospectiva del fenómeno

Para Saxe-Fernández y Fal, la actual crisis financiera resulta ser de un orden de complejidad y magnitud mayor a lo acontecido en el proceso histórico de la Gran Depresión y los posteriores acontecimientos que desembocaron en la Segunda Guerra Mundial. Para estos autores estamos ante una crisis que no es solamente financiera, consecuencia de la instauración de un proceso de acumulación dominado por las finanzas, sino que estamos ante una crisis múltiple y potencialmente “terminal” (p. 32).

Esta crisis es “un predicamento hegemónico que se acentúa y corre en paralelo con la intensificación de la ‘guerra de clase’ desatada por el capital contra la fuerza de trabajo […], el fin del boom asociado con la pax americana y el resurgimiento económico de Europa y Japón” (p. 32).

De esta forma, es necesario comprender, según los autores, que no se trata de una simple crisis como culminación de algún ciclo de intercambio, sino de una crisis estructural del sistema capitalista. Desde hace más de 40 años, “el capitalismo entró en una etapa histórica signada por la incertidumbre en el medio ambiente en que opera: incertidumbres en la disponibilidad de crédito y en el nivel de la demanda esperada; incertidumbre en la estabilidad de los gobiernos de los países periféricos desde lo que se hace la extracción de recursos naturales vitales […] o se realizan tareas de producción básica” (p. 33).

Esta crisis, que es la crisis de una economía mundial, logró ampliarse a través de mecanismos de “mercado” repletos de lagunas, los cuales han sido calificados por los autores como “engaños contables”, que “dejan a un lado, en su ‘contabilidad costo-beneficio’ los tipos de ‘externalidades’ que se traducen en graves y generalizados daños al bienestar público y en la destrucción de los fundamentos naturales de esa ‘economía’” (p. 34).

Al estudio de las causas de la crisis deben adicionarse: 1) el agotamiento de recursos naturales estratégicos; 2) el aumento exponencial del riesgo de caos y colapso climático; 3) la pérdida de otros recursos naturales como el agua, la biodiversidad, las forestas, los hábitats oceánicos y las tierras cultivables (p. 35).

“Dada su dimensión, derroche y voracidad, esta no es más una crisis de abundancia, muy por el contrario, es de escasez: ocurre en tiempos de ‘penuria’” (p. 36). Aquí el carácter terminal de la crisis actual no se restringe a la resolución bélica de la misma, sino por el contrario, “en la construcción social alternativa, el socialismo, es lograr el tránsito a otro régimen de producción en nuestra relación con la naturaleza lo que conlleva una modificación cualitativa del patrón energético y de explotación de los recursos naturales, sin una TGM [Tercera Guerra Mundial] y ‘haciendo la paz con el planeta’” (p. 37).

La crisis financiera

Las causas de la actual crisis financiera se encuentran en su propio fundamento, es decir, la separación entre la esfera financiera y la real como consecuencia de los procesos de liberalización de los mercados monetarios y financieros (p. 40).

Sin embargo, insisten los autores, “la magnitud de la crisis actual no puede comprenderse solamente desde una arista económica-financiera”, pues estamos frente a una crisis de escasez de recursos naturales, lo cual impactarían profundamente en los patrones de vida de la sociedad (p. 43).

Límites materiales de la actual etapa del capitalismo

Saxe-Fernández y Fal consideran que nos encontramos en el cruce de cinco grandes crisis: “la financiera (con su traslado al mundo real); la energética; la pobreza mundial; la ambiental, y la de los patrones de conocimiento” (p. 47).

En materia energética, vivimos en una civilización burguesa que ha construido su estándar de vida en función del uso de combustibles fósiles baratos y de fácil acceso. Pero ese fundamento está llegando a su fin por el agotamiento del petróleo convencional (p. 47).

Los autores apuntan que el desafío a futuro se encuentra en “cómo haremos para construir una sociedad posfosilista sin llegar a la irreversibilidad en el deterioro medio ambiental y la explosión de una tercera guerra mundial igualmente terminal” (p. 52).

Las implicaciones geopolíticas de la actual crisis de escasez

La gran dependencia energética de los Estados Unidos ha intensificado sus intervenciones sobre la periferia altamente militarizada: “el despliegue de bases militares alrededor de los recursos naturales; la reactivación de la cuarta flota con énfasis en la marina de litorales; que facilita la incursión en cuerpos de agua como el Orinoco, Amazonas, Río de la Plata, Magdalena; la creciente inversión en aviones no tripulados (drones) para la vigilancia y control de amplios territorios y los últimos golpes de Estado en América Latina, entre los cuales se encuentran Honduras y Venezuela y los intentos golpista en Ecuador y Bolivia” (p. 53).

Comentarios finales

El origen de la crisis actual es inmanente al modelo de desarrollo vigente. De esta forma, la continuidad de la vida en el planeta sólo será posible si se realiza un cambio radical de las formas de vida y de redistribución del acceso a los recursos del planeta (p. 56).

Datos cruciales: 

Los combustibles fósiles son la fuente dominante de energía a nivel mundial. Contribuyeron en 1999 con cerca del 80 por cierto (91,000TWh) del total del suministro de energía primaria y el 64 por ciento (9,400 TWh) de la generación de electricidad (p. 35).

Entre los años 1990 y 2001, la huella ecológica global (una medida que recoge de forma sintética el impacto humano sobre el planeta, tanto por el consumo de recursos energéticos, como por el uso de su capacidad de procesamiento de desechos que tiene los sistemas naturales) habría crecido un 160%, superando la biocapacidad global del planeta en aproximadamente 21% (p. 49).

Los habitantes de los países capitalistas poseen una huella ecológica cuatro veces mayor que los habitantes de los países capitalistas periféricos (p. 49).

Más de 100% del exceso de huella ecológica actual de la humanidad es producto de los países capitalistas centrales. Mientras la población africana utiliza sólo el 77% de la capacidad productiva ecológica del territorio que ocupa, en Europa Occidental la huella ecológica sobrepasa en 53% la capacidad productiva ecológica disponible en su territorio (pp. 49-50).

Durante los últimos 30 años, el área cubierta por hielo marino se ha reducido en aproximadamente 8%; mientras que en la región ártica la cobertura de nieve se ha reducido en un 10% en el mismo periodo de tiempo (pp. 51-52).

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

1. La especificidad de la etapa actual del capitalismo: los límites materiales del crecimiento y sus consecuencias geopolíticas.

2. El comienzo del invierno global.

5. Ante el colapso del centro, reavivar la imaginación radical.

9. Nueva derecha y control de los recursos naturales estratégicos en América Latina.

Trabajo de Fuentes: 

Marx, Karl (1977), El capital, vol. III, Buenos Aires, Cartago.

Baran, Paul y Paul Sweezy (1972), El capital monopolista, México, Siglo XXI.

Foster, John B. Y Fred Magdoff (2009), The Great Financial Crisis, New York, Monthly Review Press.

Gordon, David (1980), “La Acumulación Capitalista”, Estados Unidos: Perspectiva Latinoamericana, núm. 7, primer semestre.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Se trata de una aportación al pensamiento crítico, pues los autores dan argumentos para explicar por qué la “crisis financiera” de 2008 no puede ser comprendida y analizada solamente como una crisis económico-financiera.

En el proyecto se anota que un proceso de quiebre implica siempre una reestructuración, la configuración de nuevos escenarios para la economía mundial. Saxe-Fernández y Fal considera que a partir de esta crisis es que se puede avanzar en la construcción social alternativa, el socialismo, como una resolución de esta crisis de carácter terminal.

La destrucción del clima y el paradigma energético basado en los combustibles fósiles son dos ejes esenciales de la crisis en curso.